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Mañana, elecciones presidenciales en Nicaragua

Daniel Ortega mantiene ventaja en sondeos a pesar de la derechista campaña del miedo

Fuentes: La Jornada

Concluida la etapa proselitista para las elecciones presidenciales y legislativas del próximo domingo, Nicaragua vive el silencio del voto, regla instituida por el Consejo Supremo Electoral (CSE) con el fin de evitar confrontaciones políticas entre los partidos políticos durante los tres días previos a los comicios. En este mutis formal, los actores de la contienda […]

Concluida la etapa proselitista para las elecciones presidenciales y legislativas del próximo domingo, Nicaragua vive el silencio del voto, regla instituida por el Consejo Supremo Electoral (CSE) con el fin de evitar confrontaciones políticas entre los partidos políticos durante los tres días previos a los comicios.

En este mutis formal, los actores de la contienda se dan un respiro tras el enconado debate indirecto que sostuvieron en las campañas abiertas y en los medios de comunicación, atravesado por las descalificaciones, las acusaciones y alentar al voto del miedo por parte de los adeptos del candidato de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), el derechista Eduardo Montealegre, quien se declaró públicamente como el «primer detractor» del favorito en los sondeos de opinión para la presidencia, Daniel Ortega, líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

En el primer día de relajación de los aspirantes, las actividades de los nicaragüenses continúan envueltas por el ambiente electoral. En los poblados del área rural donde los sandinistas mantienen influencia, en Estelí, Masaya y León, entre otras localidades históricas de la resistencia armada de los años 80, la fiesta cívica bajó de tono, pero no desapareció. Afiches, mantas y banderas rojinegras en las casas o champas son ondeadas por los lugareños que esperan el triunfo de su candidato.

En las calles de las ciudades, como en la capital Managua, donde existe presencia de la ALN, grupos de personas se congregan vistiendo playeras y camisetas rojas alusivas a Montealegre, mientras que miembros de los otros partidos visitan lugares comunes, plazas y centros comerciales con distintivos en favor de sus preferencias políticas.

En tanto, miembros de las instituciones electorales preparan las condiciones para la jornada cívica: papelería, organización de las delegaciones de observadores electorales nacionales e internacionales e infraestructura como luz eléctrica y el sistema de cómputo para el recibimiento y conteo rápido de los votos.

El presidente del CSE, Roberto Rivas, aseguró «que se está trabajando y verificando lo técnico para las elecciones», luego de que durante el día permaneció en las instalaciones del organismo rector con el fin comprobar las condiciones del sistema de computo nacional y dejar claro la imposibilidad de un fraude.

Algunas dificultadas técnicas se presentaron al hacer pruebas hoy por la mañana. Por ejemplo, 20 de los 153 municipios del país carecen de energía eléctrica o sufren apagones, por lo cual hasta el momento no hay solución para que los sufragios puedan ser contabilizados, mientras que 67 municipios enviarán sus informes por fax ya que carecen de medios electrónicos para el correo de datos, informó el magistrado del CSE José Miguel Córdoba.

Sondeos de opinión

Antes de la hora cero para las campañas políticas que culminó el primero de noviembre, los sondeos de opinión le dieron ventaja a Daniel Ortega de entre 30 y 34 por ciento en la intención del voto, mientras que a Eduardo Montealegre, quien permanece en segundo lugar de las preferencias, se le ubicó entre 22 y 25 por ciento.

También participan otros tres candidatos: José Rizo, del oficialista Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Edmundo Jarquín, del Movimiento de Renovación Sandinista, con 20 por ciento cada uno, y en último lugar Edén Pastora, quien perteneció a las filas de la guerrilla sandinista y luego se pasó a la contra financiada por el gobierno de Estados Unidos para desestabilizar al gobierno revolucionario.

La ley electoral establece que el ganador será el candidato que obtenga mayoría relativa de al menos 40 por ciento de votos válidos. En caso de que alguno de ellos alcance 35 por ciento, deberá superar con una diferencia de cinco puntos porcentuales al contendiente que quede en segundo lugar, por lo que hasta el momento no se descarta que se pudiera definir al ganador en una segunda vuelta.

Temas espinosos

En las últimas dos semanas, el gobierno de Estados Unidos mantuvo amenazas, consideradas una injerencia política en el país centroamericano, ante un eventual triunfo del candidato del FSLN.

El embajador estadunidense en Nicaragua, Paul Trivelli, y el secretario de Comercio de Estados Unidos, Carlos Gutiérrez, alertaron sobre una eventual descapitalización del país si Daniel Ortega regresa al poder desde que lo perdió en 1990.

Para el presidente de la Academia de Historia de Nicaragua, Aldo Díaz Lacayo, «la embajada estadunidense ha perdido toda credibilidad en su política exterior y diplomática», puesto que interviene en el país violando la autodeterminación política de los pueblos.

Dijo en entrevista que este nuevo intento injerencista «tiene antecedentes en la política de partidos emergentes para dividir tanto al FSLN como al PLC, y aplicar la combinación de la vieja política de la polarización y el miedo», lo que dio como resultado «la aparición de la Alianza Liberal Nicaragüense», de corte conservador y «sujeta a la voluntad de Estados Unidos».

Pese a las amenazas, el también ex funcionario del gobierno revolucionario sandinista en 1979 sostuvo que la actual presión estadunidense «es la expresión de subir el tono ante el fracaso de la política de agresión a pueblos como Irak y Afganistán» y no perder terreno en América Latina.

Otro tema ha sido crucial para la definición de los resultados electorales y las intenciones del voto. El pasado 26 de octubre, la Asamblea Nacional, integrada por los partidos con mayor influencia en el país, aprobó ilegalizar el aborto terapéutico que afectará al sector femenil, ya que según cálculos que ha presentado el Movimiento Autónomo de Mujeres, entre 2004 y 2006 a 4 mil mujeres se les practicaron operaciones de este tipo por razones delicadas atípicas, de salud y por violación.

Azálea Solís, representante civil feminista, dijo en entrevista que dicha aprobación legislativa «representa un cálculo electoral de la Iglesia católica en contubernio con el FSLN, para ganar las elecciones y compartirse el poder».

Recordó que en 2004 Daniel Ortega acordó con el cardenal Miguel Obando «acercar planteamientos ideológicos y políticos» con el fin de «llegar acuerdos sobre el destino del país».

La decisión de los diputados sandinistas de dar luz verde a la ilegalización del aborto trajo críticas dentro y fuera de las filas rojinegras que, a decir de Solís, «se reflejará en los resultados electorales».