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El coordinador general señala que “nuestra preocupación está en la abstención, pero nos dirigimos y seguiremos haciéndolo al voto de izquierdas”

Lara y Meyer afirman que IU seguirá siendo «la alternativa por la izquierda»

Fuentes: Rebelión

Tras la noche electoral llegó la hora de los primeros análisis más pausados. El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, junto al europarlamentario recién confirmado en su escaño de Bruselas, Willy Meyer, ratificaron en rueda de prensa en la sede federal que IU continuará con su política para ser la nítida «alternativa por la […]

Tras la noche electoral llegó la hora de los primeros análisis más pausados. El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, junto al europarlamentario recién confirmado en su escaño de Bruselas, Willy Meyer, ratificaron en rueda de prensa en la sede federal que IU continuará con su política para ser la nítida «alternativa por la izquierda». Lo hará desde hoy con el bagaje que da ser «la tercera fuerza en el conjunto del Estado y en 12 de las 17 Comunidades Autónomas».

Lara y Meyer analizaron sin triunfalismos las consecuencias nacionales y europeas de los comicios celebrados ayer. El coordinador general valoró el hecho de que la abstención «haya sido alarmante» y achacó la misma, al igual que hizo en el análisis previo desarrollado durante toda la campaña electoral a la «responsabilidad directa e inmensamente mayoritaria de PSOE y PP. Ellos fueron los principales encargados de haber llenado la campaña de suciedad».

Entre las consecuencias de esta forma de entender la política de los dos grandes partidos están, en su opinión, el «descontento muy importante mostrado por la sociedad, más agudizado entre los jóvenes». Por ello, destacó que este sector será un objetivo prioritario para IU en los próximos meses para tratar de implicarles «en la parte más noble de la política y para que sean protagonistas activos de su futuro».

Lara afirmó que «nuestra preocupación está en la abstención. Nos dirigimos y pensamos en el voto de la izquierda, en el de la gente que está sufriendo la crisis. Esperamos poder ampliar nuestro mensaje a más ciudadanos, porque el mensaje de Izquierda Unida no ha llegado a una parte importantísima de la ciudadanía española». En este sentido, y sin rechazar en ningún momento otras cuestiones de índole interno, reprochó el trato recibido por una parte muy señalada de los medios de comunicación para los que esta formación apenas ha existido durante la campaña.

El máximo responsable de IU señaló que «nos consolidamos como la tercera fuerza política del Estado» -evidenciando el fracaso de las previsiones hechas desde alguna de las listas que concurrían a las Elecciones Europeas, así como desde sus impagables tribunas mediáticas- y «hemos parado sin ninguna duda la caída electoral de los últimos años». Abundando en esta idea, Willy Meyer analizó que los menos de 60.000 votos no logrados en estos comicios frente a los de 2004 «están muy concentrados en Euskadi y en Cataluña. Los compañeros allí ya están analizando los motivos. Por contra, en el resto del Estado nos hemos mantenido o incluso subido».

Preguntados ambos dirigentes de forma reiterada durante la rueda de prensa por el resultado obtenido por UPyD, que le da un único escaño en la Cámara Europea, Lara fue quien valoró que los votos que saca esta formación «vienen del PSOE e, incluso, del PP. Los pierden por unas políticas que no entroncan con los problemas de los ciudadanos. No afecta a nuestro electorado potencial. Deberán ser PSOE y PP quienes tengan que analizar por qué pierden voto con este grupo político».

Cayo Lara vaticinó que en España «puede haber a partir de ahora una ofensiva del PP con mayor presión al Gobierno de Rodríguez Zapatero, encuadrada en los asuntos de la crisis interna española. Todo ello mientras la derecha seguirá empujando hacia la reforma laboral y para que haya un giro más todavía a la derecha de las políticas del Gobierno».

De esta forma, emplazó a los socialistas una vez más a realizar un «giro claro a la izquierda» para salir de la crisis de forma positiva y social, para lo que contaría con el apoyo de Izquierda Unida. «Ellos -afirmó- ya saben lo que opinamos. Este giro por la izquierda debe contemplar el cambio de modelo productivo en España, la plena protección a los parados y que haya una reforma fiscal progresiva, de tal forma que se dote a la Hacienda Pública de recursos suficientes».

«Vamos a seguir con nuestra política, porque la crisis continúa. Seguiremos con nuestra campaña permanente de explicación. Nuestra campaña de protesta, pero también de propuesta», planteó.

Sobre al apoyo recibido por el PP en municipios donde se han desarrollado supuestos casos de corrupción cometidos por dirigentes o personas próximas a esta formación, Lara afirmó que es una «noticia triste para la democracia española. Esto tiene que ver con que parecía que todo valía en estos últimos 15 años de desarrollismo salvaje. Es una sorpresa negativa y hay que regenerar la democracia y la vida pública, porque con esto también tiene mucho que ver la abstención. Algún día los ciudadanos no apoyarán a partidos con supuestos casos de corrupción, sino que los repudiarán».

Willy Meyer, por su parte, se centró más en el análisis europeo. Confesó su «seria preocupación» por el resultado global de las elecciones, con un avance importante de la derecha e, incluso, de grupos xenófobos ultraconservadores, hasta llegar a que la Eurocámara quede configurada en sus dos terceras partes por la «derecha en sus diferentes modalidades». Esta preocupación alcanza también a que se haya registrado «la cifra más alta de abstención de la historia de la Unión Europea».

De ambas situaciones responsabilizó de forma directa a la socialdemocracia europea, principalmente por haber coincidió en «la arquitectura económica y en el modelo económico pactado con la derecha, que ahora tiene las manos libres».

Meyer valoró que las formaciones socialdemócratas europeas necesita una «reflexión profunda» para volver a encontrarse con sus ideas fundacionales, que pasan por la intervención pública de la economía y por contar con los ciudadanos para la construcción europea. «Espero que esta reflexión llegue también al PSOE. Espero que no voten a Durao Barroso como presidente para la Comisión Europea y que den por finiquitada esta estrategia económica que ha llevado a la recesión», reclamó con vehemencia de la misma forma que lo hizo durante toda la campaña.

El europarlamentario de IU recién ratificado en su escaño adelantó que su trabajo en la Eurocámara estará abierto a «todos los movimientos sociales de España, sin distinción, a todos los electores y a todos los abstencionistas críticos que están cansados de que nadie les represente bien».