En Honduras arrancó la campaña para las elecciones generales pese a la falta de reconocimiento de la comunidad internacional. Sin un acuerdo político interno ni el respaldo de la Organización de Estados Americanos (OEA) el calendario electoral hondureño parece imparable. En este proceso, los hondureños son llamados a elegir el 29 de noviembre a un […]
En Honduras arrancó la campaña para las elecciones generales pese a la falta de reconocimiento de la comunidad internacional.
Sin un acuerdo político interno ni el respaldo de la Organización de Estados Americanos (OEA) el calendario electoral hondureño parece imparable.
En este proceso, los hondureños son llamados a elegir el 29 de noviembre a un nuevo presidente, además de 128 diputados del Congreso, 20 representantes del Parlamento Centroamericano y cerca de 300 alcaldías, entre otros cientos de cargos de elección popular.
La campaña da inicio en medio de una crisis política no resuelta. Mientras el gobierno interino de Roberto Micheletti parece apostar por la realización de los comicios para solucionarla, los representantes de Zelaya, derrocado el pasado 28 de junio, rechazan por completo todo reconocimiento al proceso.
«Las elecciones generales sin restitución del orden constitucional serían la legalización de la violencia militar contra el Estado, y por lo tanto, inaceptables», señaló en un comunicado el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado en Honduras.
En el actual calendario electoral hondureño, un nuevo presidente asumiría el poder el 27 de enero. A esa fecha apuntan las campañas electorales que arrancaron este lunes.
«No hay un actor crucial»
¿Se abre una nueva fase? Para Susanne Gratious, experta alemana en América Latina, el avance sin freno del calendario electoral no puede traer nada bueno a Honduras.
«Las implicaciones son negativas porque es un país polarizado y es de suponer que los seguidores de Zelaya no van a participar. Además el gobierno que salga de estas elecciones tampoco va a tener ninguna legitimidad», dijo a BBC Mundo.
La investigadora de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior, con sede en Madrid, dijo que un gobierno que llegó al poder mediante un golpe de Estado «no puede legitimarse con elecciones».
Los seguidores de Zelaya mantienen sus expresiones de protesta en las calles.
«Honduras es uno de los países más pobres de América Latina y el 15% de su Producto Interno Bruto (PIB) venía de la ayuda internacional y un país así vive también del reconocimiento internacional. Si esto no llega, vamos a ver un Honduras -que ya es un Estado frágil- mucho más debilitado».
La analista manifestó su sorpresa de que la Unión Europea no haya tomado cartas en el asunto de manera más decisiva.
«La Unión Europea es uno de los principales donantes y por tanto tiene una responsabilidad histórica con Centroamérica», señaló. «Pero no ha hecho nada y me sorprende mucho».
Para la investigadora de lo que se trata, en todo caso, es de defender los principios democráticos y dejar claro que un golpe de Estado no puede ser permitido.
El problema, señala Gratious, «es que no hay un actor crucial en este momento para lograr un acuerdo entre las partes» y descarta que Estados Unidos pueda llegar a serlo.
«Yo creo que el papel de EE.UU. no es tan crucial. Puede ser que con Obama cambien las cosas, pero EE.UU. casi nunca ha sido parte de la solución, y menos en Centroamérica».
http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/08/090831_1400_honduras_elecciones_sao.shtml