La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) acordaron este miércoles que sus embajadores en Honduras vuelvan a Tegucigalpa, ciudad que abandonaron tras el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya el pasado 28 de junio, para apoyar, en territorio hondureño, el diálogo entre las fuerzas políticas en conflicto. El […]
La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) acordaron este miércoles que sus embajadores en Honduras vuelvan a Tegucigalpa, ciudad que abandonaron tras el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya el pasado 28 de junio, para apoyar, en territorio hondureño, el diálogo entre las fuerzas políticas en conflicto.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, anunciaron esta decisión tras la reunión que mantuvieron en Nueva York con representantes de once países americanos, de la Secretaría General Iberoamericana, de la presidencia española de la UE y de la Comisión Europea.
También acordaron enviar, lo antes posible, una misión diplomática a Tegucigalpa compuesta por cancilleres americanos, con el objetivo de poner en marcha una mesa de negociación para buscar una salida a la crisis para atender la petición del gobierno constitucional hondureño, que pidió el regreso de los embajadores tras el regreso de Zelaya al territorio hondureño.
«Ha llegado el momento de regresar y ayudar en la búsqueda de una solución pacífica», manifestó Moratinos y volvió a reclamar a las autoridades de facto que eviten que se viole la inmunidad de la embajada de Brasil, donde se encuentra Zelaya.
Insulza consideró que el momento actual, con el presidente constitucional de nuevo en Honduras, supone «una gran oportunidad para sentarse a negociar y promover una salida pacífica» que restituya la legalidad en el país.
Moratinos quiso dejar claro que tanto la OEA como la UE mantienen su condena al golpe de Estado y reclaman la restitución de Zelaya y el restablecimiento del orden constitucional luego de tres meses del golpe de Estado.
En la reunión se acordó también respaldar la petición de Brasil para que se reúna el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y apruebe una declaración.
El jefe de la diplomacia española reveló que este martes habló con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quien le ratificó que su país está de acuerdo con las gestiones que la OEA y de la UE realiza ante la situación de Honduras.
Insulza resaltó la importancia de la misión de cancilleres americanos que espera poder entrar en el país lo antes posible, «en la medida en que tengan avión y aeropuerto».
Según explicó, el gobierno de facto, presidido por Roberto Micheletti desde el golpe de Estado del pasado 28 de junio, ha dicho que está dispuesto a recibir a esta misión, que estará precedida por un «grupo de avanzada» de la OEA, que, si es necesario, entrará en el país por tierra.
Insulza quiso dejar claro que el objetivo de los cancilleres no es certificar de nuevo la gravedad de la situación, sino propiciar el inicio de un diálogo real entre las partes. «Lo único útil es el diálogo», manifestó.
Con respecto a la decisión de la Comisión Europea y de Naciones Unidas de no enviar a Honduras observadores electorales, Moratinos se mostró convencido de que si se produce un cambio en la situación que vive el país se volverá a estudiar la presencia de los observadores europeos e internacionales.
El ministro español rechazó la posibilidad de que el gobierno de facto hondureño prohiba la vuelta de los embajadores, ya que las embajadas no han dejado de funcionar en Tegucigalpa bajo el mando de los encargados de negocio.
No quiso dar una fecha cerrada para la vuelta de los embajadores europeos, ya que, para «mantener las formas», la presidencia sueca de la UE va a consultar a todos los países miembros. «Me imagino que será una cuestión rápida», concluyó.
En la reunión de Nueva York participaron representantes diplomáticos de España, Argentina, Brasil, Canadá, Costa Rica, Chile, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Panamá y la República Dominicana.