El Papa ha elegido a ocho cardenales de los cinco continentes para asesorarle en la reforma del Vaticano. Según todas las informaciones, pretende superar los últimos escándalos que han golpeado a la Iglesia, entre ellos los de abusos y violaciones a menores. Algunos medios hablan de «revolución» en la Santa Sede. Pero está por verse, […]
El Papa ha elegido a ocho cardenales de los cinco continentes para asesorarle en la reforma del Vaticano. Según todas las informaciones, pretende superar los últimos escándalos que han golpeado a la Iglesia, entre ellos los de abusos y violaciones a menores. Algunos medios hablan de «revolución» en la Santa Sede. Pero está por verse, a pesar de las razones reales que existen para la esperanza por la actitud cercana mostrada por Bergoglio, que el máximo representante de la Iglesia pueda superar sus propias limitaciones en temas como el aborto o el matrimonio gay, que afectan a una parte de la sociedad en todo el mundo.
Aconsejar al Papa en el Gobierno de la Iglesia
Según un comunicado de la oficina de prensa del Vaticano publicado el sábado, el consejo formado por los ocho cardenales tiene la misión de «aconsejarle en el Gobierno de la Iglesia universal y estudiar un proyecto de revisión de la Constitución Apostólica Pastor bonus», promulgada por Juan Pablo II en 1988 y que regula la composición y competencias de los distintos dicasterios y organismos que forman la Curia romana.
Sugerencias salidas de las Congregaciones previas al Cónclave
No puede decirse que «la revolución» sea obra única del nuevo Papa, ya que la iniciativa surge tras las sugerencias realizadas durante las Congregaciones generales precedentes al Cónclave, según ha reconocido la propia nota del Vaticano. Incluso, hay religiosos que sostienen que el vuelco es una estrategia labrada por la jerarquía eclesiástica para salir del bache, tras tantos escándalos: pederastia, luchas internas, denunciadas en el llamado vatileaks…
Un plan del Vaticano para parar cambios a favor de la mujer y los gais
De acuerdo con la visión que tiene de todo esto la monja brasileña Ivon Gebara, defensora del aborto, en una entrevista en el diario argentino Página 12, y de la que ELPLURAL.COM se hizo eco, la elección de Francisco es un plan del Vaticano para frenar «los cambios políticos en Latinoamérica a favor de la mujer y los gais».
¿Quiénes forman el grupo de asesores?
En la lista aparecen los nombres del arzobispo de Boston, el capuchino Sean Patrick O’Malley, uno de los cardenales más comprometidos en la lucha contra la pederastia en el seno de la Iglesia. También está el italiano Giuseppe Bertello, por ser el presidente del Governatorato de la Ciudad del Vaticano, y está en representación de la curia. Bertello fue nuncio del Vaticano en México, y, según recoge este domingo el corresponsal de El País en Roma, Pedro Ordaz, «marcó distancias con el corrupto Marcial Maciel», el fundador de los Legionarios de Cristo, acusado de graves delitos, entre ellos, de pederastia. Es uno de los nombres que se barajan para el relevo del secretario de Estado, Tarciso Bertone.
Integran la lista, además, el arzobispo de Munich, Reinhard Marx, el estadounidense O’Malley, el alemán Reinhard Marx, el cardenal emérito de Santiago de Chile Francisco Javier Errázuriz Ossa, el arzobispo de Bombay, Oswald Gracias, el arzobispo de Kinshasa, Laurent Monsengwo Pasinya, el arzobispo de Sydney, George Pell, y el de Tegucigalpa, Óscar Andrés Rodríguez, que asumirá la función de coordinador.
No tomarán decisiones
La primera reunión del Consejo se celebrará en los próximos días 1 y 3 de octubre, según precisó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, al hacer el anuncio, y cuando precisó que el consejo tendrá funciones de «asesoramiento» y no «tomará decisiones», ante algunos informaciones relativas a que «restaría poderes a la actual Secretaria de Estado».
Los mensajes de Bergoglio
En las mencionadas Congregaciones Generales, las reuniones de los cardenales previas al Cónclave que eligió nuevo Papa el tema estrella fue la reforma de la curia, a la que llamó el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, hoy Sumo Pontífice, quien advirtió de que la Iglesia tenía que huir de su «narcisismo ideológico» y salir «hacia las periferias».
«La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia, las del pensamiento, las de toda miseria», dijo Bergoglio.
¿Una Iglesia pobre y abierta a toda la sociedad?
Unos días después, cuando ya era Papa, Francisco proclamó: «¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!». Los gestos del nuevo jerarca de la Iglesia católica han ido en esa dirección: ha rechazado ocupar el lujoso apartamento destinado al Papa, del que afirmó cuando lo visitó que en él podían vivir 300 personas; viste y calza de manera humilde y en el cuello lleva una sencilla cruz de plata. Pero habrá que esperar para ver si la esperanza para millones de católicos en todo el mundo consigue superar sus propias limitaciones en temas como el aborto y la aceptación a los homosexuales, y considerar que su reforma es una verdadera «revolución».