Entrevista a Ricardo Antunes (Universidad de Campinas, San Pablo, Brasil)
«Bolsonaro está muy aislado pero es el Presidente de la República por el momento«
M.H.: Ricardo comentanos cómo está encarando Brasil esta pandemia del Coronavirus con un Presidente como Bolsonaro, resistente a tomar medidas.
R.A.: La situación es muy complicada porque Bolsonaro tiene una posición que insiste en la necesidad de hacer funcionar la economía y, por lo tanto, no recomienda el aislamiento. Pero el ministerio de Salud, por cuenta de la presión popular y social, está haciendo una política razonable por parte de los gobernadores de las provincias.
En este momento en el país hay muchas provincias que acá llamamos estados, paralizados en gran medida, solo las actividades esenciales están activas. Esto permite percibir que la explosión del Coronavirus fue controlada parcialmente.
Como hay muchas personas en las casas, no hay una contaminación generalizada pero la crisis más profunda está en San Pablo, Río de Janeiro, y en otras capitales como Fortaleza, pero San Pablo es el epicentro del Coronavirus.
Y Bolsonaro está completamente aislado, es una cosa grotesca porque ni siquiera está siguiendo a Trump que es su mentor político. Bolsonaro va a hablar en los próximos 20 minutos, y es posible que haya cacerolazos. Ninguno sabe qué va a decir, es una figura patológica, está muy aislado pero es el Presidente de la República por el momento.
M.H.: Justamente te quería preguntar por eso, porque por lo menos en Argentina han trascendido noticias, que habría malestar en las FF AA, incluso la totalidad de los candidatos presidenciales en la última elección han sacado una declaración pidiendo la destitución de Jair Bolsonaro.
R.A.: La cuestión de las FF AA, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea es una incógnita. Por un lado hay muchos núcleos que están involucrados directamente con el gobierno, especialmente el Ejército, que está directamente participando y tiene muchos representantes en el gobierno de Bolsonaro. Hay por otra parte en las FF AA el riesgo de que con la miseria, el desempleo, la situación caótica de las favelas y las periferias urbanas se dé una explosión popular lo que obligaría a una intervención militar.
Por otra parte es posible decir que hay sectores de las FF AA que no se identifican completamente con Bolsonaro y su gobierno, pero ninguno de nosotros sabe exactamente qué está pasando con las FF AA. Y los argentinos saben bien que cuando las FF AA hacen una intervención política son brutales, son violentos y brutalmente represivos.
Por otra parte hay un manifiesto que todavía es preliminar pero aun así es positivo de parte de Boulos, el PT, Ciro Gómez, Fernando Hadad, el PCDB, respaldado por el PSOL y los partidos de izquierda que dicen que la hora del “fuera Bolsonaro” llegó.
Dicen inclusive que hay tensiones entre Bolsonaro y Moro el ministro de Justicia comprometido con la operación Lava Jato, entre Bolsonaro y Guedes que es el ministro del neoliberalismo extremo y primitivo en Brasil. Y también hay una situación compleja porque el ministro de Salud toma medidas técnicas y humanitarias y Bolsonaro no quiere seguirlas.
Entonces, la situación es caótica, es impredecible lo que va a pasar. Inclusive hoy uno de los ministros del Supremo Tribunal Federal mandó a la Procuraduría General de la República una propuesta de impeachment a Bolsonaro. Por cierto, el procurador general de la República es bolsonarista de la primera hora y lo va a rechazar. Pero es la primera vez que un Ministro del Supremo Tribunal General encamina una propuesta de impeachment alegando la completa incapacidad para enfrentar una crisis social y mundial de esta intensidad. Esta es la situación brasileña hoy.
En resumen, la situación brasileña es imprevisible, el desgaste y el aislamiento de Bolsonaro es grandísimo, la inquietud de las FF AA es muy preocupante pero hay dos cosas positivas, habrá una manifestación popular de cacerolazos contra Bolsonaro y empieza a haber una reducción en el núcleo duro de apoyo de Bolsonaro.
La situación puede llevar a una situación de absoluta imposibilidad de Bolsonaro de seguir dirigiendo el país, pero todo es muy imprevisible aún. El país vive una situación de profunda tensión. Pienso que es el país en la situación más crítica de los países de América Latina.
M.H.: Se prevé una fuerte caída de la economía brasilera ¿verdad?
R.A.: Brutal. Una fuerte caída y esto es contra lo que Bolsonaro está luchando, quiere trabajar para no morir. La población dice primero vivir después trabajar. Y Bolsonaro dice que la población no acepta morir para después trabajar. Esta es la cuestión crucial de Brasil en todo el país hoy.
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Entrevista a Renán Vega Cantor (Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá, Colombia)
«La cuarentena es una farsa»
M.H.: Tengo entendido, corregime sino, que el Presidente Duque ha decretado cuarentena sin medidas sociales en Colombia.
R.V.C.: Efectivamente nosotros en teoría nos encontramos en cuarentena desde el 1º de abril, incluso el acto de inicio de la cuarentena fue el viernes anterior. Pero es una farsa. Por dos razones básicas, por un lado porque ha puesto en evidencia las extraordinarias desigualdades sociales que hay en Colombia, que es uno de los países más desiguales del mundo, donde el 70% de la población no tiene empleo fijo ni ingreso permanente y vive del rebusque diario. Entonces decretar la cuarentena de esa población es condenarlos a morir de hambre.
Mucha de esa gente está saliendo a las calles por necesidad, para no morirse de hambre. Pero hay otro sector de la sociedad, de las clases medias urbanas que han desatendido el llamado y siguen como si el problema no fuera con ellos, como si estuvieran libres de cualquier contagio. De tal manera que en teoría hay cuarentena, las ciudades siguen en actividad común y corriente y la cuarentena no pasa de ser una medida que cobija a un sector muy reducido de la población.
M.H.: ¿Qué es la “Ñeñepolítica”?
R.V.C.: Este problema del contagio mundial del Covid19 le ha caído como anillo al dedo al régimen de Duque y las clases dominantes de Colombia. Por tres razones fundamentales. Una es la “ñeñepolítica”, que deriva de un mafioso que fue muerto en Brasil hace casi un año en mayo de 2019 en un atraco.
Es el nombre del “Ñeñe” Hernández que era este mafioso ligado a grupos delincuenciales y paramilitares de la costa atlántica colombiana. Pero la noticia es que después se descubrieron unas grabaciones con datos directos que comprueban que este personaje compró votos en favor del, en ese entonces, candidato presidencial Duque en el departamento de La Guajira.
Esto se ocultó y cuando estalló empezó a generar una discusión sobre la legitimidad de las elecciones en las que fue elegido Duque, pero además de los nexos existentes entre las clases dominantes de Colombia y los narcotraficantes y paramilitares. Esto está empezando a tomar vuelo y se presenta lo del virus y pasa a segundo plano o desaparece de la agenda informativa.
Pasamos de cuestionar la legitimidad de las elecciones presidenciales, los nexos poco santos de Duque y Uribe con los narcotraficantes y los paramilitares, para únicamente hablar del Coronavirus. Sin embargo, siguen matando en todo el país a líderes sociales y ex combatientes de las FARC. Ya perdimos la cuenta de los asesinatos que se han cometido en estos días, contando con la complicidad de los medios de comunicación, de eso no se informa.
A eso se le agrega la masacre de prisioneros que hubo en la cárcel Modelo, donde se habla de que hubo 23 muertos, pero se sabe que fueron más, que fueron masacrados por las fuerzas represivas del Estado porque los prisioneros estaban convocando a un cacerolazo general en todas las cárceles precisamente para protestar por el hacinamiento y las pésimas condiciones de vida y de salud que pueden ser una bomba de tiempo en las cárceles donde si llega el virus va a haber una mortandad generalizada.
El tercer aspecto en marcha y que ha permitido ser usado por el gobierno es la intervención contra Venezuela. Ha habido una serie de hechos gravísimos que en otro momento se hubieran recalcado pero que ahora pasan a segundo plano. Por ejemplo, la sincronía del gobierno colombiano con la política de los EE UU, de una manera vergonzosa e incondicionalmente arrodillada.
Hay unos datos rarísimos que los medios de comunicación pasan muy superficialmente, por ejemplo, que el tal Cliver Alcalá viviendo en Barranquilla hace 2 años, preparó un atentado contra el gobierno venezolano, fueron agarrados in fraganti con las armas y entre ellos creo que se reveló porque no había información en las FF AA, hubo desinformación, entonces se permitió que se filtrara la noticia.
Resulta que este personaje dijo que ese complot fue organizado directamente por Guaidó y autoridades de los EE UU. Eso lo dijo antes de que apareciera en la lista de “Se busca” dada a conocer por el fiscal de los EE UU donde a este personaje también le ponen precio por varios millones de dólares cuando se supone que es un agente de la DEA o la CIA, que trabajaba y vivía en Colombia hacía algunos años y nunca se había dicho nada.
Lo que llama la atención es que le había puesto precio a su cabeza luego de que se develó este complot en el que se revela directamente el nombre de Juan Guaidó y de autoridades de los EE UU operando en territorio colombiano.
Estas tres cuestiones han sido ocultadas detrás de las noticias del Covid19 que ha copado la atención mediática y prácticamente no se habla de otra cosa. Un dato revelador es que el fútbol desapareció de los medios de comunicación, cuando copaba antes el 70/80% de los noticieros. Ahora todo es el virus Covid19 y eso permite que el gobierno maneje y haga lo que se le venga en gana.
M.H.: Teniendo en cuenta la amplia frontera común que existe entre Venezuela y Colombia ¿existe algún tipo de colaboración entre los dos gobiernos para enfrentar la pandemia?
R.V.C.: Esta es una de las cosas más reveladoras de la miopía del régimen colombiano. Esta es una cuestión de salud y supervivencia, estamos hablando de una frontera común de 2.300 km donde histórica, cultural y geográficamente hay unas relaciones establecidas entre gente de Colombia y de Venezuela. Pero ahora resulta que con este virus y habiendo destruido prácticamente todo el sistema de salud de Venezuela, mediante el bloqueo, se puede presentar una catástrofe sanitaria que afecte a los dos países. Entonces es necesaria la colaboración, pero el régimen de Duque se ha negado diciendo cosas que parecen de ciencia ficción. Por ejemplo, que estableció contacto con Juan Guaidó en términos sanitarios, cuando Guaidó no maneja ni una aguja en Venezuela, qué puede él determinar respecto a la salud de los venezolanos. Pero eso es lo que se ha dicho en Colombia. Y se está adelantando una gestión indirecta por medio de la Organización Panamericana de la Salud para que se estableciera un diálogo entre los dos gobiernos, pero con las últimas decisiones del gobierno de los EE UU que han sido secundadas por el régimen de Duque, eso ha quedado pulverizado. De tal manera que no hay ningún tipo de colaboración y se pueden esperar los peores resultados.
M.H.: ¿Querés agregar algo?
R.V.C.: Lo que quiero decir es que esta pandemia mundial, que es indiscutible, ha servido para reforzar en muchos países y Colombia no es la excepción, las peores características de la anti democracia de la injusticia y la desigualdad. En muchos países del mundo se ha utilizado la metáfora “estamos en guerra” en Francia, en EE UU, en España e Italia también. Pero cuando esa metáfora se utiliza en Colombia produce escalofríos, porque nosotros vivimos en guerra hace más de 70 años. Entonces decir que estamos en guerra no es contra un virus, sino contra importantes sectores de la población colombiana, contra los pocos sectores políticamente organizados. Esto se presta para descabezar lo poco que quedaba de organización popular, protestas y ese tipo de cosas. A mí me parece que las cosas tampoco van a salir tan fácil, porque esta coyuntura ha demostrado ese carácter de desigualdad e injusticia de la sociedad colombiana.
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Entrevista a Mónica Riet (Coordinadora uruguaya contra las Tropas de Ocupación y en solidaridad con Haití)
«La imagen del gobierno cambió radicalmente»
M.H.: Llega mucha información de Uruguay. Recibo todos los días el informe de uy.press con titulares como: “74.000 solicitudes de seguro de paro en lo que va de marzo”, “Crónicas de una olla popular en el Club Villa Teresa”. Luego un comunicado de Unidad Popular “Rebajarán por ley salarios y jubilaciones públicas superiores a 80.000 pesos para financiar el fondo Coronavirus”. ¿Cuál es la situación que vive Uruguay en relación a esta pandemia?
M.R.: Vamos a hablar de la pandemia junto con el nuevo gobierno porque llegaron prácticamente juntos. El gobierno multicolor asumió el 1º de marzo y el 13 estaba declarando la epidemia y las primeras medidas. Ese día suspendieron las clases de los tres niveles, se redujo la actividad de funcionarios públicos y servicios no esenciales. O sea que la actuación del gobierno con respecto al Coronavirus ha sido muy acertada y rápida. Hace que hoy por hoy tengamos 406 infectados y solo 6 muertos. En parte también porque se hacen pocos test, están prometiendo desde hace varios días que van a contar con 3.000 test por día pero por ahora están haciendo entre 200 y 300. Igualmente hoy sale una encuesta diciendo que el 65% de los uruguayos están aprobando la gestión del gobierno a un mes de asumir, cuando la primera semana, cuando el Coronavirus no estaba presente, lo que sí estaba presente era su plan de gobierno.
Yo te había contado que como no se terminaban de poner de acuerdo entre todos los partidos de la coalición -siguen sin hacerlo- en la Ley de urgente consideración, que en 90 días tenía que resolver el gobierno y si realmente salía tal cual como estaba planteado era equivalente a un golpe de Estado porque tocaba a todos los temas de la sociedad y muchas cosas eran anticonstitucionales. Tocaba a la educación, privatizar servicios, eliminar la participación de los docentes en la enseñanza, iban contra el co-gobierno en la Universidad, modificaciones en el uso del espacio público, en el ahorro del gasto público, etc.
A nivel social había una gran oposición y temores porque además anunciaban un ahorro público fiscal que sabíamos en qué se traducía. Además, como no se ponían de acuerdo en todos los puntos, el que relució, brilló y determinó la imagen del gobierno en la primera semana fue el de la seguridad. “Estamos en emergencia de seguridad” eran los titulares de todos los días. Con un Ministro del interior que salía diariamente con cara de ogro. Ahora cambió totalmente su imagen.
Almagro también lo hizo diciendo que los uruguayos habían votado ponerle coto a la delincuencia, como no lo había logrado hacer el Frente Amplio, y que iban a hacer presente a la policía en todo el país. Y efectivamente esa primera semana salieron todos los patrulleros, que normalmente están parados en las comisarías, a la calle y se hizo muy visible. Hubo denuncias de maltrato policial por doquier.
Ese era el ambiente de la primera semana de gobierno, realmente una imagen atroz que causó pánico. Que ya venía causando pánico durante la transición por eso hubo una segunda vuelta donde muchos cambiaron el voto.
Entonces, cuando aparece el Coronavirus y el 13 de marzo se decreta el confinamiento, esa imagen cambia completamente. El tema de la Ley de urgente consideración desaparece de la mesa. Ahora la emergencia es sanitaria y humanitaria. Cambia totalmente el discurso, la gestión, las caras, el ambiente. Aparece un gobierno realmente preocupado por todos los uruguayos, pero principalmente por los más débiles, los que se están quedando sin trabajo.
Como decías hay 70.000 pedidos de seguro de paro, o sea 20.000 por día, una cosa de locos.
El gobierno declaró en primer lugar un parate de la actividad parcial, que no solo abarcó a la enseñanza sino lugares que la gente frecuenta mucho como, por ejemplo, los shoppings. Primero achicaron el horario pero después dijeron que las medidas iban a ir progresivamente y a los pocos días decretaron el cierre de todos los negocios y que sólo iban a funcionar los supermercados y las farmacias. El centro de Montevideo tiene todos los comercios cerrados, no hay gente en la calle en absoluto. Ahora empieza la semana de turismo y han obligado a cerrar todos los centros de turismo, todos los campings y salen a patrullar, a detener en las carreteras para que la gente no salga de ninguna manera a hacer turismo. Con una campaña de “quedate en casa”, de cuidarnos entre todos, de que somos una gran familia. Un discurso en donde el gobierno se pone por encima del bien y del mal. Esta es una causa nacional, saldremos solo todos juntos, hay un enemigo común.
Luis Lacalle diciendo que no está haciendo política, que está gobernando para todos los uruguayos y, sobre todo, para los más disminuidos. De tal manera que la imagen del gobierno cambió tan radicalmente que tiene el 65% de apoyo en el primer mes, que sólo tuvo Tabaré Vázquez en su primer gobierno en 2005.
M.H.: Eso no me llama la atención porque aquí, leyendo encuestas el día lunes, Alberto Fernández tiene el 80% de apoyo y el 50% de los votantes de Mauricio Macri en la última elección también apoyan la gestión de Alberto Fernández en relación al Coronavirus.
M.R.: También en estos últimos días tiene el apoyo del Frente Amplio que estuvo haciendo campaña en contra de este gobierno de manera demagógica, porque este gobierno está haciendo lo mismo que hacían ellos.
Cuando me preguntabas cuál es la situación, Uruguay hace un año que está en recesión, pero no lo dijo nadie, ni el Frente Amplio ni los partidos tradicionales porque están todos en el mismo barco. Entonces sucede que en esa primera semana de gobierno sube el dólar de manera espeluznante, un 10%. Con lo cual el nivel de vida aumentó de una manera trascendental en el mismo momento en el que se paran todas las actividades y la cantidad de trabajadores informales que trabajan en la calle vendiendo cosas, o comida, que es la misma situación que viven ustedes y que se vive en el mundo entero; miles y miles de personas que se quedan sin recursos porque en la calle no hay nadie a quien venderle nada. O sea que vamos a ver cómo queda esto, porque los primeros días todas las escobas barren bien; va a ser algo realmente muy impresionante.
Por otro lado las medidas que impuso el gobierno, pero todavía no se votaron en las Cámaras, esta Ley Coronavirus para formar un fondo para el tratamiento por un lado de la parte sanitaria y de la parte económica, porque están hablando de una renta.
Hubo un caceroleo organizado por el PIT-CNT pidiendo, como piden muchas organizaciones sociales también, que se declare la cuarentena total. Porque es lo que están aportando los científicos, el sindicato médico hace muchos días que está planteando que es necesaria la cuarentena general. El gobierno no lo quiere hacer, ya lo ha dicho y lo ha repetido, que no es necesario. Están con la zafra de la soja, el agronegocio no quiere que la máquina se pare.
M.H.: Quería consultarte por tu relación especial con Haití si tenías alguna información de cómo están viviendo esta situación nuestros compañeros allí.
M.R.: Tengo poca información, te prometo para más adelante. Lo que te puedo decir es que es una situación ultra dramática porque obviamente no disponen recursos para nada. Lo que sí te puedo decir es que Cuba, que ya tenía 8.000 médicos allí, no los retiró en medio de todo lo que está pasando y lo que ha pasado, envió 200 médicos más especialistas en pandemia.
Esa es la noticia más positiva que tengo porque del gobierno te puedo decir que ha declarado la cuarentena, pero allí más del 90% de las personas trabajan en la calle. El aislamiento es imposible, no se puede sobrevivir. Lo que están pensando es que va a haber explosiones sociales porque nadie se imagina cómo va a sobrevivir esa gente en la pobreza que está.
Lo que quería contar también es que se ha desarrollado una solidaridad muy importante de ollas populares en los distintos barrios en Montevideo, en Canelones, en todo el país organizadas por los vecinos, por los sindicatos, por clubes de fútbol. Ahora salieron los psicólogos, psiquiatras y profesores de educación física que también atienden por teléfono y por internet dando instrucciones para apoyar a la gente que con el aislamiento sufren por todo esto.
Para dar el tono de lo que es este gobierno salió un ministro para decir que desaconsejaba las ollas populares porque atentaban contra las normas de seguridad. Imaginate que lo están haciendo con todas las normas y el rigor más absoluto de seguridad. Pero ahí se ve que este confinamiento de la gente en la casa, el aislamiento es lo que ellos quieren y estaba dentro de su plan.
Hay una manipulación mediática realmente fabulosa que se está reconociendo que nunca existió hasta ahora en la historia este poder de manejar el control social a través del temor. Por ejemplo, desaparecieron las noticias de inseguridad de los informativos que mantenían a toda la gente enferma, ahora no se habla ni siquiera de eso, de lo que se habla todo el tiempo es del Coronavirus. Están manejando el miedo. Un miedo que sabemos que es relativo, porque todos sabemos que no es la enfermedad que ha matado más gente, ni está matando ahora más gente, el sistema mata gente por millones en distintas partes del planeta con guerras, desplazamientos forzados, incluso con muchas armas bacteriológicas.
Pero de la manera en que nos lo estamos haciendo vivir no podemos negar la existencia y la gente reclama el confinamiento, la cuarentena general pero eso supone que sea por pocos días. El problema es que esto ha paralizado la economía mundial, y en nuestro caso la economía uruguaya va a salir con un grado de recesión y empobrecimiento demencial, muchas cosas van a ser diferentes después de esto.
Hay muchas organizaciones sociales que hoy mismo se presentaron en presidencia, cosa que también llama la atención, así como que se hayan reunido con el PIT-CNT, Lacalle se reunió con el Frente Amplio que fue a hacerle varias propuestas y que bajó el tono opositor en este ambiente que reina, porque si no quedan fuera de la empatía general, porque la gente está encantada con lo que están haciendo.
Hoy recibió a varios grupos de organizaciones sociales que están pidiendo la rescisión del contrato con la forestal UPM, porque se descubrió que hay una cláusula que nos daría la oportunidad única de rescindir el contrato en este momento.
Hasta el 13 de abril, 20 días hábiles desde que se decreta la pandemia, hay una cláusula del contrato que expresa eso, que sólo en casos que no son previstos para nada por el gobierno, que son imprevisibles, que no dependen de él, y que tienen que ver con fenómenos naturales, como terremotos, tsunamis, epidemias. Mucha gente se puso a trabajar sobre eso, hoy lo presentaron y los recibieron. Todavía no han dado ninguna noticia sobre ese encuentro pero estamos poniendo mucho énfasis en ese punto. Por supuesto, no tenemos mucha expectativa de que vayan a suspender el contrato porque ellos son los socios de UPM, son los terratenientes que tienen los campos forestados y todo lo demás pero, por lo menos, estamos tratando de hacer visible para el resto de la población que entienda qué está pasando con UPM y qué es lo que nos va a dejar no sólo a nivel financiero.
Tenemos que pagar 4.000 millones de dólares que ya los empezó a gastar antes de que empezara el coronavirus, los trabajadores de UPM que no estaban en la lista de los que tenían que parar hicieron huelga, se fueron de las obras, que son de todo tipo, que están en Paso de los Toros, en distintos tramos del recorrido del tren que tiene que financiar el Estado uruguayo, están en el puerto de Montevideo haciendo una vía. Son distintas obras y todos se levantaron como un solo hombre y dijeron que no iban a seguir trabajando con la concentración de trabajadores que había ahí.
M.H.: Hubo una gran movilización por el Día internacional de la mujer trabajadora en Montevideo el mes pasado.
M.R.: Sin duda. Los últimos 8 de marzo han sido realmente espectaculares acá. Un poco junto con la Marcha del silencio por los desaparecidos el 20 de mayo, son las dos manifestaciones anuales que juntan no sé si se puede hablar de decenas o de centenas de miles de personas. En esta oportunidad fue aún mayor, así lo ha evaluado todo el mundo, particularmente por la presencia del nuevo gobierno.
M.H.: Mucha presencia policial ¿no?
M.R.: Sí. Por un lado está todo ese tema del nuevo gobierno. Pero además ha habido, de parte de los grupos que componen esta coalición que es muy particular, porque el partido que llega al gobierno es el Partido Blanco pero va a gobernar en coalición que se arma en la segunda vuelta, pero que no tenían un programa común. Y de hecho no lo tienen.
Esta es una coalición que se arma con 5 partidos, siendo el Blanco el principal y la relación entre ellos es radial, de cada partido hacia el Presidente. No hay una comunicación horizontal, porque hay diferencias y obviamente es una coalición de derecha y de ultraderecha. Y el partido militar representado por el General Guido Manini Ríos que en particular hizo muchas manifestaciones referidas a la ideología del feminismo, totalmente en contra. Y no sólo él, distintos representantes, el pensamiento fascista ha eclosionado en los últimos meses de una manera impresionante, estamos bastante shockeados.
M.H.: ¿Cómo se entiende esto con la presencia de la Vicepresidenta en la marcha?
M.R.: La politiquería es así. En la Marcha del silencio que hacen los familiares de desaparecidos participan todos los diputados y funcionarios del Frente Amplio que no quisieron anular la Ley de impunidad en 15 años de gobierno. Acá pasa lo mismo.
La Vicepresidenta ha hecho junto con las mujeres que han tenido cargos importantes en el gobierno, un grupo de feministas, defensoras de los derechos de la mujer y en tanto eso es que hace presencia allí. Pero claro, ese conglomerado de tantas miles de personas, evidentemente reunió intereses muy diversos y hasta antagónicos. Pero es un evento de tanta magnitud que la derecha no puede desperdiciar.
También había un sector de la Iglesia presente, que en este momento está representada por sectores fundamentalmente de derecha, aliados al gobierno. Cosa que no recuerdo que haya pasado otra vez en la historia de este país que ha sido siempre tan independiente de la Iglesia.
Esta coalición de derecha y ultraderecha nos viene impactando ya porque hay que pensar que la segunda vuelta fue en noviembre y el gobierno comenzó hace un mes pero tenemos la impresión de que hace meses que nos está gobernando porque durante todo ese período estuvo haciendo una especie de pre gobierno público instrumentando una Ley de urgente consideración que es un paquete de 470 artículos, un paquete de medidas que el gobierno dijo que iba a presentar apenas se hiciera cargo de sus funciones.
Y una Ley de urgente consideración que la Constitución prevé que debe ser tratada en 90 días y que si el Parlamento no logra una modificación de eso se termina aprobando como esté en el grado que esté el acuerdo a los 90 días.
Acá hay una gran trampa, porque en esos 470 artículos, la Constitución dice que se puede tratar una ley por vez, pero esta ley incluye una inmensidad de leyes, incluso de modificaciones constitucionales importantes que tienen que ver con la seguridad pública, los derechos individuales, la educación, los aspectos económicos, las empresas públicas, el funcionamiento del Estado, las relaciones laborales y la seguridad social, o sea, si esto se aprobara tal cual lo han presentado y que aún no se han puesto de acuerdo entre ellos, sería una suerte de golpe blando porque cambiaría totalmente la faz de la estructura del Estado. Por ejemplo, a nivel de la seguridad se impone una reforma constitucional que el hoy nombrado Ministro del Interior, Jorge Larrañaga, del Partido Nacional presentó en estas últimas elecciones una reforma constitucional que tenía que ver con la seguridad que se llamaba “Vivir sin miedo”. Esa reforma fue rechazada por la población en un plebiscito, sin embargo, este señor es nombrado Ministro del Interior y es avalado por el Presidente de la República en la aplicación de toda la reforma prácticamente, entonces como en los demás aspectos de la Ley de urgente consideración todavía no se ha llegado a acuerdos y parece ser que va a ser muy trabajoso, lo que sí se ha puesto en práctica ya es lo que tiene que ver con la seguridad interna, con la idea de que hay una emergencia de seguridad, que el principal problema que vive el país es una urgencia de seguridad.
Eso lleva a que la seguridad esté por encima de cualquier otra cosa y ellos hablan en un lenguaje que afirma que tienen que recuperar el territorio, que tienen que desplegar tanto a la policía como a la policía militarizada, en todos los rincones del país, en todo el territorio nacional.
Involucra a la policía pero también a la Defensa, porque el ministro de Defensa nombrado está presentando la reglamentación de una ley que ya había votado el Frente Amplio que ahora quieren llevarla a la práctica, que es el despliegue de una fuerza militar en toda la frontera con Brasil, desde el Océano Atlántico hasta Villa Unión que es el punto más al norte, donde termina la frontera con Brasil, ya tienen desplegado al Ejército pero ahora le quieren dar funciones policiales, o sea, que puedan detener a cualquier persona.
M.H.: ¿Cómo llegaron a esto después de 15 años de gobierno del Frente Amplio, un gobierno denominado progresista?
M.R.: Llegamos a esto por un gran desencanto con el Frente Amplio, que se terminó despegando de sus sectores más de izquierda, de la base militante. Además de sectores que no eran históricamente de la izquierda, no militantes, ciudadanos que venían muchas veces por tradición familiar votando a los partidos más tradicionales y que desengañados de ambos partidos terminaron votando al Frente Amplio y confiando que esa fuerza que pregonó durante tantos años en el país y que luchó tantos años por una verdadera democracia iba a realizar los cambios que anunciaba.
Sin embargo, eso no se produjo y en definitiva la política macro económica que llevó adelante el Frente Amplio fue neoliberal, extractivista. Hay una cantidad de leyes represivas que ahora se van a aplicar y a reforzar con saña y con un espíritu revanchista. La oligarquía que ha vuelto al poder del Estado, que era lo único que le faltaba. Eso es lo que estamos sintiendo. La oligarquía haciéndose cargo también del Estado, porque ya manejaba la economía y el poder político lo seguía teniendo porque cogobernaba.
En los aspectos fundamentales el Frente Amplio declaró una cantidad de políticas, como lo de la soja, lo del enclave maderero y la entrega del país a empresas como UPM, que fueron políticas de Estado compartidas.