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Suecia

Cae el gobierno y se salva el sistema de control de alquileres

Fuentes: Jacobin

El gobierno socialdemócrata de Suecia perdió el lunes, 21 de junio, una moción de censura y tuvo que dimitir. El hecho que determinó este resultado fue la retirada del apoyo del Partido de Izquierda (Vänsterpartiet), que había votado en su día a favor de la investidura del primer ministro Stefan Löfven. El Partido de Izquierda retiró su apoyo después de que el gobierno insistiera en hacer aprobar una legislación que habría abolido el sistema sueco de fijar los alquileres mediante la negociación colectiva entre propietarios y el Sindicato de Inquilinas. Con esto, el mecanismo habría sido sustituido por criterios de mercado fijados unilateralmente por los propietarios.

La moción de censura ha hecho que pronto cambiaran las tornas. El Partido de Centro, defensor del libre mercado, que desde 2019 apoya de al gobierno socialdemócrata, ha dado marcha atrás y ya no apoya el proyecto. Tampoco insiste en la aplicación de criterios de mercado como condición para favorecer la formación de un nuevo gobierno socialdemócrata. Sin embargo, la situación sigue siendo volátil, y el resultado final podría ser la convocatoria de nuevas elecciones, que se celebrarían a comienzos del otoño. Reproducimos a continuación el discurso que pronunció la presidenta del Partido de Izquierda, Nooshi Dadgostar, en el parlamento durante el debate sobre la moción de censura. En él explica por qué su partido tomó la insólita decisión de tumbar un gobierno socialdemócrata para salvar el modelo de bienestar sueco.

Señor presidente, señoras y señores diputados, aquellas y aquellos que nos siguen desde casa. Nos hallamos hoy en esta difícil tesitura debido a la obstinación y arrogancia que han primado sobre la estabilidad del país y la necesidad de consenso. Me parece lamentable. Merecemos un sistema político mejor. El Partido de Izquierda ha hecho más concesiones que cualquier otro partido en los últimos dos años. Cuando se formó el gobierno actual, en enero de 2019, su investidura se basó en el apoyo de cinco partidos: el Partido Socialdemócrata, el Partido Verde, el Partido de Centro, el Partido Liberal y el Partido de Izquierda. Cuatro de ellos acordaron marginar al quinto, el Partido de Izquierda, del proceso de negociación.

Así, más de medio millón de votantes que apoyan a nuestro partido no estuvieron representados en la mesa de negociación cuando se acordaron los 73 puntos del llamado Pacto de Enero. Todo ello se hizo a pesar del hecho de que era necesario nuestro apoyo parlamentario para formar gobierno y para que dicho pacto pudiera aplicarse efectivamente. A pesar de estas condiciones tan drásticas, el Partido de Izquierda decidió prestar su apoyo externo para que Stefan Löfven formara gobierno. No fue una decisión fácil para nosotras, pero en situaciones políticas difíciles hemos de ser capaces de buscar consensos.

De todos modos, ya en aquel entonces dejamos claro que había líneas rojas, más allá de las cuales el gobierno no podría contar con nuestro apoyo: no aceptaríamos la supresión de los derechos de negociación colectiva de inquilinas e inquilinos ni la imposición de alquileres de mercado a las familias arrendatarias. Dijimos: dejaremos que gobernéis, pero si dais estos pasos concretos, habréis perdido nuestro apoyo y ya no podréis gobernar.

Hemos hecho algo que se considera insólito en la clase política: hemos mantenido la palabra. Al parecer, esto ha extrañado a los ministros y ministras de este gobierno. Parece que les ha sorprendido que nuestro partido actúe tal como prometió hacerlo a sus votantes y a tres millones de inquilinas. Cuesta imaginar cualquier otra explicación del hecho de que el primer ministro no se preocupara de calibrar sus apoyos en el parlamento, pese a ser plenamente consciente de nuestra postura.

En 1962, otro primer ministro sueco, Tage Erlander, dijo lo siguiente:

Hay muchas cosas que son demasiado grandes para que las maneje una persona por sí sola, pero que pueden resolverse si trabajamos juntos. Los individuos crean organizaciones para bregar por sus intereses conjuntamente, y necesitan el apoyo de una sociedad fuerte y poderosa para asegurar su seguridad y su libertad.

Nuestro país lo construyó gente que trabajó duramente. Nuestro país lo construyeron los sindicatos y las asociaciones de inquilinas y otros movimientos populares. Nuestro país pasó de ser uno de los más pobres de Europa a ser uno de los más ricos del mundo. El nuestro es un país en que sindicatos obreros y patronos, sindicatos de inquilinas y propietarios negocian para defender sus intereses. Esta es la clase de sociedad que queremos construir, porque creemos que la propia gente trabajadora y arrendataria sabe qué es lo que le interesa y debe tener el poder de decidir por sí misma, en casa y en el trabajo.

Soy muy consciente de nuestra historia política, y sé muy bien cuánto ha significado la socialdemocracia para Suecia. Una sólida política de vivienda, intervencionista, en que los alquileres eran asequibles y el nivel de vida era alto. Es una política que ha tenido un gran significado para mí personalmente, ofreciéndome oportunidades en la vida. Este es el tipo de país que queremos. Esta es la Suecia que queremos desarrollar, no desmantelar. Sin embargo, a pesar de ser hoy el partido gubernamental, la socialdemocracia parece haber abandonado sus ideales también en este ámbito.

No participaremos en el desmantelamiento del folkhemmet [el hogar del pueblo, es decir, el proyecto social igualitario del Estado de bienestar]. Es el corazón y el alma de nuestro país. Este fue el modelo según el cual construimos nuestro país y seguimos construyéndolo hoy. Sustituimos las chabolas por viviendas modernas para todo el mundo y ofrecimos a los hijos e hijas de las trabajadoras y trabajadores de la sanidad, de la construcción y del comercio hogares seguros y sanos para criarse en ellos.

Esto es sobre lo que vamos a votar hoy.

El gobierno ha dejado claro que trata de implementar un sistema de alquileres de mercado. Esto significaría un cambio sísmico en la política de vivienda de Suecia. Pero si Stefan Löfven y Annie Lööf pretenden implementar el sistema de alquileres de mercado, que no cuenten con mi apoyo, ni con el del Partido de Izquierda. Lo que vamos a hacer hoy no lo hemos decidido a la ligera. Hemos hecho todo lo posible por llegar a una solución, pero dado que nadie más se ha mostrado dispuesto a negociar, aquí estamos hoy y cumpliremos nuestras promesas.

No es el Partido de Izquierda el que ha abandona al gobierno socialdemócrata. Es el gobierno socialdemócrata el que ha abandonado al Partido de Izquierda y al pueblo de Suecia. En esta situación, es nuestra responsabilidad, como partido de los trabajadores y las inquilinas, hacer lo que prometimos. Por eso el Partido de Izquierda votará hoy a favor de la moción de censura contra el primer ministro.

Vienen tiempos de incertidumbre. No obstante, quiero que una cosa quede clara: el Partido de Izquierda no apoyará jamás a un gobierno nacionalista de derechas. El Partido de Izquierda buscará siempre soluciones constructivas y de compromiso. Pero también cumplimos con nuestra palabra. Alguien tiene que responsabilizarse de la defensa de las inquilinas y del modelo sueco.

https://jacobinmag.com/2021/06/swedish-parliament-government-nooshi-dadgostar-speech-left-party-no-confidence-vote-tenant-collective-bargaining

Traducción: viento sur