Recomiendo:
1

¿Con qué derecho la bota yanqui pisotea esta América?

Fuentes: Rebelión

«La primera utopía que se realizó sobre la Tierra ‑así lo creyeron los hombres de buena voluntad‑ fue la creación de los Estados Unidos de América: reconozcámoslo lealmente. Pero a la vez meditemos en el caso ejemplar: después de haber nacido de la libertad, de haber sido escudo para las víctimas de todas las tiranías y espejo para todos los apóstoles del ideal democrático, y cuando acababa de pelear su última cruzada, la abolición de la esclavitud, para librarse de aquel lamentable pecado, el gigantesco país se volvió opulento y perdió la cabeza; la materia devoró al espíritu; y la democracia que se había constituido para bien de todos se fue convirtiendo en la factoría para lucro de unos pocos. Hoy, el que fue arquetipo de libertad, es uno de los países menos libres del mundo.»

Pedro Henríquez Ureña. “Patria de Justicia” en: Utopía de América.

El humanista dominicano Pedro Henríquez Ureña sustenta esta descripción en una visión no integral de la historia, pero no se puede negar que, a la distancia de un siglo, cobra vigencia con la proclama de Donald Trump de que, ante la imposición de aranceles, muchos gobernantes le están `oliendo el trasero`. ¡Es el colmo de la prepotencia!

Cobra actualidad ante el escenario del reclutamiento de migrantes para perseguir y encadenar migrantes, de los pretextos racistas y xenófobos para cazar extranjeros, del despliegue de discursos de odio para justificar la discriminación por razones de origen o preferencia sexual, y de la descarada exposición de antivalores como el abuso y el irrespeto a la condición humana.

El gobierno del país donde nació Pedro Henríquez Ureña es conminado a sumarse a los planes de agresión contra Venezuela. El estrechamiento de relaciones con el gobierno de Guyana obedece a este plan, y ahora es en territorio dominicano donde la Administración Trump sitúa el `cuerpo del delito` en el intento de presentar como normal y hasta necesario el nunca engavetado proyecto de magnicidio en Venezuela.

Si el sostenimiento del gobierno genocida que encabeza en Israel Benjamín Netanyahu, el anuncio del proyecto de expulsar de Palestina a los sobrevivientes de Gaza, la apropiación de las enormes reservas de tierras raras existentes en Ucrania y la política de asesinatos selectivos en cualquier continente no merecen sanción por los organismos internacionales, que, por el contrario, reconocen que Estados Unidos tiene facultad para imponer a las potencias europeas la multiplicación del gasto militar, de poco sirve preguntar si, en el plano regional, la Organización de Estados Americanos tratará de impedir el despliegue militar yanqui en el continente.

Tres buques de guerra y miles de soldados frente a las costas de Venezuela, es inocultable presencia militar yanqui en el Caribe. El pretexto es combatir los carteles de la droga.

Los estrategas no encontraron una explicación más simpática, pero no les hace falta. El poder mediático reseña que el gobierno de Estados Unidos aumentó de veinticinco a cincuenta millones el pago por información que conduzca a apresar a Nicolás Maduro, pero no pregunta con qué derecho un gobierno convoca a mercenarios para actuar contra un presidente. A precio bajo, a precio alto, duplicado o multiplicado por el número que sea, se trata de un delito. No es difícil darse cuenta.

El secuestro de Manuel Zelaya en el año 2009, en Honduras, y su traslado por la fuerza a una base militar yanqui, y el asesinato en Haití de Jovenel Moïse en el año 2021 son antecedentes a tomar en cuenta.

El despliegue de destructores en el Caribe tiene, pues, intenciones a enumerar y a clasificar. Pero es preciso destacar que la ofensa no se limita a esta zona. ¿Qué decir de los reiterados intentos de introducir tropas en México con pretextos que no resisten análisis alguno?

En Tierra de Fuego y en otros puntos de América del Sur, también hay que destacar el proyecto de saqueo que se evidencia con las reiteradas visitas de los representantes del Comando Sur y el declarado interés por el litio y otros minerales estratégicos.

¿Se puede, acaso, atribuir a la real o supuesta locura de Donald Trump la reiterada afirmación de que Canadá debe convertirse en posesión yanqui?

Los estrategas al servicio del proyecto de saqueo y sometimiento se valen del poder mediático para presentar como personal o de grupo un accionar que es sistémico.

Lo que Pedro Henríquez Ureña advirtió hace más de cien años y Antonio Gramsci enunció enriquecido con la visión marxista, se manifiesta hoy en la manipulación y en la siembra del miedo para propiciar el surgimiento de gobiernos descaradamente entreguistas como el que encabeza Javier Milei en Argentina y manipular y mediatizar las acciones de algunos gobiernos definidos como progresistas pero que tienen pendiente la tarea de replantearse la relación con organismos como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y con las grandes potencias.

La soberanía es innegociable y es con la intransigencia colectiva que se puede detener la agresión.

En el mismo ensayo, Pedro Henríquez Ureña dice sobre los gobiernos de América al final del primer cuarto del siglo XX:

«Si se quiere medir hasta dónde llega la cortedad de visión de nuestros hombres de Estado, piénsese en la opinión que expresaría cualquiera de nuestros supuestos estadistas si se le dijese que la América española debe tender hacia la unidad política. La idea le parecería demasiado absurda para discutirla siquiera. La denominaría, creyendo haberla herido con flecha destructora, una utopía. / Pero la palabra utopía, en vez de flecha destructora, debe ser nuestra flecha de anhelo. Si en América no han de fructificar las utopías, ¿dónde encontrarán asilo?»

Y se concluye que, para expresar el rechazo a la posible visita de Donald Trump a República Dominicana en diciembre próximo, estas frases, de la autoría de Henríquez Ureña, son apropiadas: “Nuestra América se justificará ante la humanidad del futuro cuando, constituida en magna patria, fuerte y próspera por los dones de la naturaleza y por el trabajo de sus hijos, dé el ejemplo de la sociedad donde se cumple la emancipación del brazo y de la inteligencia”

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.