“Nos han declarado inelegibles para créditos internacionales, pero no podemos aceptar una devaluación acelerada del lempira sin más, cuando el grado de sobrevaluación monetaria es bajo y el mecanismo de asignación de divisas está funcionando”. (Gonzalo Carias, expresidente del Banco Central de Honduras) Hay un discurso” trillado” en Honduras, especialmente de la oposición política en […]
“Nos han declarado inelegibles para créditos internacionales, pero no podemos aceptar una devaluación acelerada del lempira sin más, cuando el grado de sobrevaluación monetaria es bajo y el mecanismo de asignación de divisas está funcionando”. (Gonzalo Carias, expresidente del Banco Central de Honduras)
Hay un discurso” trillado” en Honduras, especialmente de la oposición política en contra del Gobierno de Xiomara Castro. Este discurso se ha venido construyendo desde años anteriores, y lo usan dirigentes, candidatos y diputados del Partido Nacional, periodistas “tarifados” e incluso dirigentes del Partido Liberal. Se acusa al Partido Libertad y Refundación (LIBRE) y su candidata de ser y representar un Gobierno de “ñangaras”, un término despectivo para referirse a aquellos que comulgan ideas socialistas en contra de ideas y políticas neoliberales, caso del libre mercado (con monopolios dentro), respeto a la propiedad privada y las libertades individuales, como también la supremacía del modelo neoliberal y capitalismo frente a la planificación centralizada donde el Estado tiene un rol fundamental, acompañado de los gremios.
Curiosamente, aunque el discurso lo comparten ciertos empresarios, no lo expresan públicamente, dejando a los políticos y periodistas su divulgación. Se sabe que los negocios y las ganancias no tienen color político ni ideología, igual los narcotraficantes no discriminan entre un bando de seguidores y otro. En Nicaragua, por ejemplo, en un Gobierno “tipificado” como comunista y de “ñangaras”, los empresarios están haciendo negocios con el Estado y expanden sus empresas, siempre y cuando no cuestionen las decisiones del propio Gobierno, como la expulsión de escritores, cierre de iglesias y silenciamiento de la prensa.
En Honduras crecen los adeptos a favor de este discurso en contra del Gobierno de Xiomara Castro y la candidata de LIBRE a la elecciones generales de noviembre próximo, abogada Rixi Moncada, aun cuando han recibido aplausos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que también los recibió el expresidente Juan Orlando Hernández (JOH) que guarda prisión en Nueva York.
EL FMI no tiene colores políticos ni ideología (hay sus excepcionas “visibles” como el apoyo a la Junta Militar de gobierno que derrocó al presidente Joao Goulart en Brasil en 1964), destacando, en un Gobierno de corte socialista democrático (eso dicen los estatutos de LIBRE), el cumplimiento de las metas de estabilización económica para avanzar, aunque, sin querer queriendo impone, más temprano que tarde, el modelo neoliberal y la ideología de mercado libre.
Recién, las autoridades de gobierno y el FMI alcanzaron un acuerdo a nivel técnico sobre la cuarta revisión del Servicio de Crédito Ampliado y el Servicio de Fondo Ampliado, que permitiría al país acceder a unos 120 millones de dólares previstos para finales del año y después de las elecciones generales, una especie de condicionalidad “democrática”, a asumirse que Honduras celebrará elecciones libres y se respetará la voluntad de los electores; caso contrario, esa “plata” se esfuma.
“El equipo y las autoridades acordaron que las sólidas políticas económicas, el aumento de las remesas y los precios favorables de las exportaciones han permitido que Honduras siga navegando con éxito este período de excepcional incertidumbre mundial y en el contexto de un año electoral. Los resultados de la política macroeconómica han seguido siendo firmes y han favorecido los objetivos del programa. Los indicadores de actividad económica apuntan a un sólido crecimiento de 3,9% en el primer semestre de 2025. La inflación total, que se situó en 4,2% en agosto, se ha mantenido dentro del rango de tolerancia del objetivo del Banco Central de Honduras (BCH), en tanto que la inflación subyacente y la de servicios han permanecido ligeramente más altas. Las reservas internacionales han aumentado a USD 9.700 millones, lo cual reforzó apropiadamente los márgenes externos de Honduras en medio de una coyuntura mundial complicada”.[1]
No es de extrañar estos logros, tal como sucedió en el Gobierno de JOH, ya que Honduras ha cumplido no solo con las metas principales de dicho programa, sino también con el pago puntual del servicio de la deuda externa, que ha sido siempre la preocupación principal de dicho organismo, enfrentando serian restricciones financieras por la falta de recursos internos dado lo abultado del gasto tributario y la promesa de campaña de no aumentar las tasas impositivas.
Un problema es que no tenemos políticas y estrategias para enfrentar-decididamente- los problemas estructurales. En este modelo de estabilización económica y ajuste estructural, promovido por los Organismos Financieros Internacionales (OFIS), se considera la solución de los problemas de coyuntura como necesarios (no importando el sacrificio para la población) para avanzar en la solución de los problemas estructurales, caso de la pobreza extrema, pero no de aquellos que impliquen un cambio en la redistribución del ingreso, especialmente de activos productivos, como el acceso a tierras de familias campesinas lideradas por mujeres.
El Banco Mundial reconoció esta debilidad y puso en práctica programas de acceso a tierra y crédito para familias campesinas en situación de pobreza, especialmente mujeres, solo que a través del mercado; o sea, la compra de tierras por el Estado a los terratenientes, que en Honduras se denominó Programa de Acceso a la Tierra (PACTA), con resultados satisfactorios. EL presidenciable Salvador Nasralla considera reactivar este programa, y la candidata Rixi Moncada, le apuesta, según declaraciones de miembros del grupo técnico del plan de gobierno 2026-2030, a un programa de reforma agraria al modificarse el articulado de la Ley para la Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola (LMDSA), en el caso que se alcance la mayoría de votos en el Congreso Nacional
Los problemas también refieren al monocultivo. Se ha modificado muy poco la estructura productiva del país, en tanto el café, banano, la palma africana, camarón, azúcar, siguen siendo importantes en las exportaciones. Otro rubro, la minería, ha perdido vigencia pero no ha podido reducir su incidencia o eliminarla como Costa Rica. Un país que permite la minería de cielo abierto y el corte sin “control” y exportación de madera en rollo, no debe catalogarse como socialista democrático diría en gran economista agrícola olanchano Alfonzo Henríquez.
La educación, conocimiento e innovación avanzan lento, si se compara con otros países de la región. Seguimos a la zaga, aunque es de reconocer avances en la apertura de carreras técnicas para jóvenes que miran muy largo el tiempo para concluir una carrera universitaria entre 5 y 6 años. La capacidad del sistema para absorber empleos productivos de buena calidad sigue siendo un problema estructural que amerita la vigencia de intervenciones públicas y privadas conjunta de mayor plazo, lo que implica la despolitización del sistema educativo. Los gremios perfectamente pueden convivir con una institucionalidad educativa más dinámica, con metas de resultado e impacto fácilmente medibles mes a mes, y sin la feria de “prebendas”.
El comunicado habla también de la importancia de mantener la disciplina fiscal, estimándose el déficit fiscal en un 1%/PIB para 2026, pero también da a entender que la reforma tributaria sustentada en la Ley de Justicia Tributaria puede implicar cambios al reprogramarse objetivos de política. Igual, de apuntalar de mejor forma el gasto social en aquellos casos de emergencia por fenómenos naturales, pero dice poco de la productividad de dicho gasto y el soporte de la institucionalidad.
Se sabe que rápidamente muchas familias que han salido de su condición de pobres extremos vuelven a caer y no existe un garantía de sostenibilidad de acciones para que no suceda de nuevo; o sea iniciativas de programas y proyectos de inversión y emprendedurismos con sello de “transparencia” y éxito.
Además del ajuste en la Tasa de Política Monetaria (TPM), Honduras sigue con su política de banda móvil para mantener la competitividad de las exportaciones y evitar apreciaciones abruptas del Tipo de Cambio Efectivo Real (TCER), lo cual lo reconoce el FMI; pero desde hace rato viene exigiendo una liberalización del mercado cambiario y menor autonomía del Banco Central, lo cual casi se logra en el Gobierno del JOH. El ajuste en la tasa de cambio ha tenido impactos leves en los precios, por lo que es de esperar que esta política se mantenga, en tanto las reservas internacionales son más que suficientes (cerca de seis meses de importaciones) para cubrir la demanda de divisas e igual, para respaldar el pago del servicio de la deuda.
Hay dos (2) problemas de arrastre. La crisis financiera de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y la corrupción. Hay evidencia de una reducción de las pérdidas de energía, esperando cumplir la meta de 4% a finales de 2025, pero lo críticos hablan que las pérdidas son de 40 millones de lempiras diarios y la contratación de 4,000 empleados por la ENEE (Kevin Rodríguez, hondudiario.com, 25 de agosto de 2025). Sin embargo, el sector energético amerita una reforma de mayor plazo con la vigencia de un plan de expansión y desarrollo que le garantice una mejor posición en la región, ya que el potencial es evidente.
En el corto plazo, según el FMI “La reducción de los atrasos en los pagos a los generadores de energía y la obtención de préstamos para refinanciar costosas líneas de crédito son clave para seguir fortaleciendo la posición financiera de la ENEE. Estas medidas podrían contribuir al éxito de la licitación de generación de 1.500 MW programada para comienzos de 2026, que ya cuenta con una línea contingente por USD 300 millones aprobada por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE)”[2].
El FMI acompaña al Gobierno en la evaluación del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), para mejorar el blanqueo de capitales y de financiación al terrorismo; pero también en la aprobación de la Estrategia Nacional de Trasparencia y Anticorrupción de Honduras (ENTAH). La instalación de la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH) sigue siendo un objetivo de política pública irrenunciable de los Organismos Internacionales e incluso de Naciones Unidas, que también debería serlo para el Gobierno y candidatos presidenciales. La población hondureña debe exigir su vigencia como política de Estado.
Al menos, a nivel de discurso técnico-político, el fortalecimiento de las instituciones y la lucha contra la corrupción ha sido preocupación del FMI, pero igual se ha acompañado con recursos a gobiernos con débiles sistemas administrativos y de control, tipificados de corruptos y con sistemas judiciales contaminados. “La calidad de las instituciones en la región ha mejorado considerablemente a lo largo de la última década. Sin embargo, hay espacio para progresar aún más en el fortalecimiento del sistema legal, la efectividad de las instituciones gubernamentales y continuar la lucha contra la corrupción”.[3]
Este es uno de los principales desafíos del próximo Gobierno. El pueblo exige cárcel para los corruptos, reformas estructurales en las instituciones públicas y adecuación de la legislación penal y procesal a la coyuntura que vive Honduras, donde se piensa que la política es el principal espacio que existe para poder tener poder, robar y mejorar la calidad de vida de personas y familias de políticos y empresarios, sin importar la mayoría de la población. El FMI está consciente de ello, por tanto, deberá exigir acompañamiento de cumplimiento de los objetivos de política económica con reformas sustanciales en las instituciones, especialmente aquellas de impartir justicia; total, es parte de su modelo de gobernanza global.
Notas:
[1] Ver Comunicado de Prensa del FMI N. 25/318 de fecha 26 de Septiembre de 2025
[2] Comunicado de Prensa del FMI, Op. Cit,
[3] Ver Declaración del Director Gerente del FMI, Rodrigo de Rato, antes de la crisis financiera de 2008. Comunicado N. 07/200 del 20 de septiembre de 2007.
Tegucigalpa DC, 5 de octubre de 2025
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