La invasión de los Estados Unidos contra la Revolución en Granada con el nombre en código de Operación Furia Urgente, comenzó a las 05H00 (hora local) del 25 de octubre de 1983. Pero a la Revolución de Granada no la destruyó la invasión, ni el trabajo de la Agencia Central de Inteligencia yanqui (CIA), ni el depuesto dictador Eric Gairy y la de la derecha corrupta de la isla, que deseaba recuperar el poder. Sobre esta realidad histórica me interesa reflexionar
Granada en Revolución
Desde el 13 de marzo de 1979, en la pequeña isla caribeña de Granada – con 348,5 kilómetros cuadrados, y una población estimada de 90 mil habitantes-, había comenzado un hermoso proceso transformador de inspiración socialista, impulsado por el líder Maurice Bishop y el partido Movimiento de la Nueva Joya (NJM por sus siglas en inglés). De inmediato los Estados Unidos comenzaron a hostilizar y a crear condiciones para destruir esta Revolución.
El apoyo de la Revolución Cubana y la cercanía con la URSS azuzó la propaganda sobre el “peligro” cubano soviético y el avance “del comunismo.Granada también tuvo estrechas relaciones de amistad y solidaridad con la Nicaragua sandinista y otras naciones progresistas, y fue muy activa en el Movimiento de Países No Alineados, posturas y alianzas que irritaba al Gobierno imperialista del presidente Ronald Reagan.
Bishop denunció que, entre otras acciones, Washington preparaba una agresión al país, y que ya había ensayado en secreto una invasión, utilizando la isla puertorriqueña de Vieques, bajo el nombre de ‘Plan Pirámide’. También reveló conspiraciones en Estados Unidos para contratar a mercenarios que realizaran ataques armados contra su gobierno.
Se asesina la Revolución
Todos los enemigos contribuyeron a la derrota. Y la Revolución la destruyeron definitivamente, las contradicciones no resueltas, la disidía, las ambiciones de poder y la maldad criminal, dentro de la dirección del partido revolucionario. La situación desembocó en Golpe de Estado.
Diferencias ideológicas y políticas desataron la conspiración dentro del NJM, encabezada por el viceprimer ministro Bernard Coard, quien se asumía “como un revolucionario más radical” que Bishop. El 12 de octubre, Bishop fue destituido por el Comité Central del Partido; el día 13, fue arrestado en su domicilio; el 19, el pueblo se sublevó y liberó a su líder. Fue una multitud enardecida. Ese 19 de octubre se produjo el injustificable asesinato de Bishop, su esposa y de varios de sus más cercanos compañeros en la dirección del partido y el gobiernoi.
Sin el líder de la Revolución, tras la masacre indiscriminada de decenas de sus seguidores, los golpistas asesinaban también la Revolución. El llamado Consejo Militar Revolucionario impuso, entonces, un toque de queda de 24 horas con “orden de disparo sin previo aviso”, un decreto que implantó un gobierno de lena represión… Y el imperio, entonces aprovechó la oportunidad para dar el zarazo final. Una de los pretextos fue rescatar a un grupo de estudiantes estadounidenses que estudiaban en la Isla.
La capital St. George’s fue bombardeada desde aviones, helicópteros y buques de guerra. Luego de tres días de una lluvia de bombas, 7.000 infantes de marina y paracaidistas de la 82 División aerotransportada del Ejército yanqui invadieron la isla, junto con 300 soldados de gobiernos caribeños aliados. Estacionada en alta mar había una fuerza de 20 mil efectivos más.
La última traición de los golpistas fue la de no darle las armas al pueblo. Confundida, temerosa, y desconsolada, parte de la población vio la invasión de los Estados Unidos como una manera de salir de los golpistas, que había asumido el poder, asesinado a su líder popular y a números seguidores de base. No obstante, la resistencia a los invasores se extendió durante varios días.
Cuba internacionalista
Ninguna otra nación contribuyó más a la Revolución Granadina que Cuba -afirma Shalini Puri-. Esta contribuyó con unos 500 trabajadores del aeropuerto, asesores en todos los aspectos de la sociedad, tanto en la Cultura, como en la tecnología: los galenos que atendieron a cerca de la mitad de la población granadina y entrenaron a ciudadanos de ese país para que se convirtieran en médicos, la estación de radio en Beausejour, (de 50 vatios, con capacidad para cubrir el Caribe oriental) y más de 200 becas a los jóvenes para estudiar en La Mayor de las Antillas. Incluso hoy en día, esa relación perdura en el entramado de la vida cotidiana”ii
En Granada estaban en los momentos de la invasión unos 784 cubanos, incluido el personal diplomático y sus familiares. De ellos alrededor de 40 asesores militares y de seguridad; y el resto eran médicos, maestros, y un contingente de constructores que estaban trabajando para darle al hermano país un nuevo y moderno aeropuerto en Punta Salinas, en función de contribuir al desarrollo del turismo y otras ramas de la economía del país.
Ante la inminencia de una invasión y la imposibilidad inmediata de organizar la evacuación del personal cubano. el Comandante en Jefe Fidel Castro, emitió instrucciones al personal en Granada para preservar su vida y seguridad. Y precisó la orden de combate si se producía la invasión. Con orientaciones precisas llegó a la isla el coronel Pedro Tortoló Comás. También Carlos Díaz Larrañaga jefe de la Sección Caribe del Departamento América del Comité Central de Partido.
En resistencia
Por solicitud del propio Bishop, se le había entregado fusiles AK al personal cubano de la construcción, no para participar en el conflicto interno, si para hacer frente a lo que se creía que podía ser una expedición mercenaria. El coronel Tortoló no cumplió su tarea de preparar y liderar la resistencia armada. Nuestros militares y trabajadores internacionalistas si cumplieron.
Los datos de los combates confirman que la invasión no fue un paseo para el ejército enemigo. Hubo coraje y resistencia: De los 1500 efectivos del ejército granadino, 45 cayeron en combate y 358 fueron heridos, unos 24 pobladores también perecieron. Cuba tuvo 25 muertos en combate, con 59 heridos. El ejército invasor a pesar de su superioridad en fuerzas y medios, los blindajes, cascos y chalecos antibalas, tuvo 19 bajas mortales y 116 heridos, aunque hay fuentes que afirma que parte de las bajas yanquis fueron consecuencia de sus propios errores, “fuego amigo” como eufemísticamente dicen,
Los invasores sitiaron nuestra Embajada. Maestros, técnicos, constructores, 638 compatriotas fueron hechos prisioneros. La profesora de español santiaguera Tania Portuondo Rodríguez, egresada de nuestro Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, fue una de las maestras apresadas por los invasores, cuenta: “Nos llevaron a una especie de campo de concentración; las mujeres estábamos en la enfermería, en condiciones de hacinamiento, y muy pronto empezaron los interrogatorios que tenían la finalidad de demostrar que éramos militares encubiertas. No lo lograron, porque la verdad se impuso, y no faltaron las invitaciones a desertar. ¡Figúrate, a un internacionalista cubano pedirle que traicione a la Patria! Fracasaron, nadie lo hizo” (https://www.granma.cu/…/granada-el-cottage-la-firmeza…).
La derrota
Vincent Noel, partidario de Bishop, en carta al comité central el 17 de octubre de 1983, unos días antes de morir, fue quien mejor sintetizó ese momento: “El crimen que estamos cometiendo no es solo contra el partido, las personas y la revolución. Nuestro crimen es en contra del proceso revolucionario en el mundo y en contra de las masas caribeñas en particular”iii.
El magnicidio de Bishop y el trágico final de la revolución fueron un duro golpe para los proyectos emancipadores y antiimperialistas en el Caribe oriental. No será hasta el año 2001 que un gobierno progresista llegue al poder en las Antillas menores en San Vicente y las Granadinas con el triunfo del comandante Ralph Gonsalves.
Los pueblos tienen memoria
Los estadounidenses montaron una gran compaña para sustentar en la población la especie de que habían sido “liberados” del comunismo cubano, pero los pueblos tienen memoria: Una encuesta de opinión realizada a los granadinos en 1984, después de un año de la intensa propaganda anticubana, les hizo ver a los yanquis lo infructuoso de este actuar: el 94 por ciento de la población reconoció el esfuerzo de la ayuda cubana en Granada y el 63 por ciento expresó una actitud favorable a sus vecinos de la Mayor de las Antillasiv.
La República de Cuba y Granada reanudaron las relaciones diplomáticas en 1994. En 1998 se colocó una placa en el aeropuerto Maurice Bishop en agradecimiento al Gobierno y al pueblo de Cuba por su ayuda en la construcción de la instalación. En 2008, el Gobierno de Granada anunció un movimiento para construir un mausoleo en honor a los 24 cooperantes cubanos, caídos en combate “defendiendo la independencia de la nación”. Hoy el bello monumento recuerda a nuestros héroes, a los que murieron y a los que sobrevivieron.
Los cubanos y cubanas tenemos memoria. Y esta es una riqueza que no puede faltar en la formación de las actuales y nuevas generaciones. Granada recuerda el peligro de perder una Revolución desde dentro. Granada es un monumento al internacionalismo y a la lealtad. Ambos valores históricos no los subrayamos suficientemente.
Notas
i Los cuerpos de Bishop y sus partidarios nunca se encontraron. La justicia imputó a sus asesinos. En primera instancia fueron condenados a muerte, pero sus sentencias terminaron conmutadas por la cadena perpetua. En 2009, Bernard Coard salió de prisión.
ii Shalini Puri, (2014): The Grenada Revolution in the Caribbean Present: Operation Urgent Memory. New York: Palgrave MacMillan, p 177.
iii Beverley A Steele (2003): Grenada: a history of its people. Oxford: MacMillan Caribbean. Citado por José Pérez Reisler: Isla de Granada: La revolución inconclusa, Viento Sur, 21/11/2020. En: https://vientosur.info/isla-de-granada-la-revolucion-inconclusa/
iv Shalini Puri: Ident ant., p 179.
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