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Honduras

Xiomara Castro y Rixi Moncada, los rostros femeninos de una revolución atacada

Fuentes: Rebelión

La derecha en Honduras es una gelatina Royal que tiembla nada más ve al comandante vaquero: José Manuel Zelaya Rosales. La actual administración del Partido Libre liderada por la presidenta Iris Xiomara Castro eliminó muchos privilegios que antes en el bipartidismo imponían como dogmas los ricos, como las contrataciones públicas cautivas. Además, el proyecto de la Ley Tributaria asusta a los acomodados oligarcas que se sienten con el derecho de no pagar impuestos, pues según su versión ellos generan el florecimiento del país. Nada más alejado de la verdad, porque esta oligarquía nació dependiente como parásitos alojados en los tuétanos del gobierno. No reclaman ese derecho ni los pobres inmigrantes que son los generan el 20% de nuestro producto interno bruto. Ante este cambio de escenario, esta derecha sin imaginación demoniza y lanza dardos en colores blanco y negro porque no están acostumbrados a los matices. En todo ven al espectro de Manuel Zelaya como en el Hamlet de Shakespeare. En todo lo bueno está ausente Mel y en todo lo detestable es una figura ubicua. Es tan marcado el liderazgo del comandante vaquero como coordinador del Partido Libre que los ricos de este país y sus carteros ven su rostro con bigotes y su cabeza con sombrero hasta debajo de las piedras. De ahí, que nazcan y se reproduzcan denuestos elementales muy frecuentes en la época medieval oscurantista de un Mel diablo y de un Mel diabólico.

La derecha nunca ha estado preparada para ningún debate, porque en el fondo de todo carece de argumentos. Su único discurso es el saqueo de bienes de los Estados. En este ambiente preelectoral a un mes de las elecciones presidenciales parecen plañideras rogando la derogación por decreto del pasado inmediato. No lo soportan. No quieren que se reflejen sus monstruosidades. Apelan al olvido. Desean una tabla rasa para poder cambiar su piel de lobos previsible a una nueva piel de lagartos dispuesto a atacar de nuevo. No quieren que se les recuerde que en la Pandemia del Covid-19 dejaron morir a tantas personas humildes por falta de oxígeno, compraron latas de hospitales móviles por más de 50 millones de dólares y hasta compraban mascarillas para protegerse del Covid-19 a precio de oro y diamante. Instalaron una danza de millones a su favor a través de ONGs, empresas familiares y personales. Despilfarraron más de 2 mil millones de dólares de la seguridad social de los humildes trabajadores hondureños y mataron decenas de mujeres proporcionando óvulos femeninos que sirven para contrarrestar afecciones ginecológicas utilizando “Óvulos adulterados de Harina”. Dilapidaron mil millones de dólares en el Instituto de la Propiedad haciendo casas de latas de sardina e inauguraron un trans de pasajeros gastando más de 100 millones de dólares, dejando un monumento de estaciones sórdidas esperando eternamente la venida de un tren que nunca llegó a su destino, concedieron ríos y bienes del Estado por más de 50 años a emporios privados y extranjeros, y por donde se les busque se les encuentra la pudrición al punto de unir el latrocinio de los bienes del Estado con la puesta en bandeja de plata de los aparatos del Estado para traficar droga hacia Estados Unidos.

Siempre ha sido conveniente para las derechas del mundo la falta de memoria, porque los daños que estas provocan son de tal gravedad que nunca hallarán palabras en el lenguaje articulado para justificar operaciones tan fraudulentas. La derecha antes asesinaba con impunidad en nuestras propias narices. Pero se les ha acabado la fiesta de las licencias de caníbales. Ahora el asesinato va orientado hacia la propia verdad. Y su única arma es utilizar el maniqueísmo de “buenos y malos”. El funeral de esta pobre verdad vibra como cadáver lóbrego en sus entrenadas lenguas pestíferas. En las cabinas de las radios o en los sets de televisión en que descartan las certezas notorias y apuntan sus micrófonos como armas de largo alcance para inocular el germen sutil del silencio prescrito y la patraña embustera de la indiferencia pactada.

La Radiodifusión oficial ya tiempos no ve los proyectos del gobierno y cualquier error lo magnifica en hipérboles. Está más ciega que nunca y solo ve la pérdida de sus beneficios de pautas y nóminas de pago de periodistas. Incluso Canal 5 que es una antenita perdida en medio del espectro de cables y la internet global, dispara veneno en ráfagas a la opinión pública y sostiene la mentira oficial hasta el último segundo de su prescripción. Sus televidentes cautivos se regodean en los malabares de su trapecista mórbido y otros cada vez más se dan cuenta que la luna no se puede tapar ni con dos manos. Renato Álvarez el director de noticias es un demócrata de celofán que ofrece una conducta obsequiosa con las jugadas más oscuras, pero se arruga en catarsis rebuscadas, victimizándose para acceder al derecho de poder reciclarse. Para el caso El Golpe de Estado del 2009 fue una caricia constitucional. El Fraude Electoral del 2017 fue el ejercicio pleno de la democracia participativa de las capas rurales que se multiplicaron como clones en laboratorios. Y Los que hicieron el fraude de 2017 hoy se victimizan alegando un futuro fraude de la actual administración cuando son ellos los expertos. El preso de New York es un Santo de cuño y seña. Nasralla ya es una opción para la derecha después de que sus locuras convenientemente de centro izquierda han sido domesticadas por los yankees con sesión psiquiátrica de una vez al mes en consultorios de Miami. La oligarquía en estos lares es una manada de pequeños terneros menesterosos que no pueden vivir sin la anatada leche de los gobiernos. No pudieron emprender por sí mismos nunca. Y cuando la historia del siglo XIX los llamó en los inicios de los Estados Nación para dirigir el país, no pudieron crear una oligarquía local como los salvadoreños o los ticos que se pusieron a producir café, porque solo aprendieron de los hijos de la medialuna la vieja treta de vender caro lo barato. Ahora que han perdido por primera vez en la historia al gobierno como instrumento generador de riqueza, necesitan recuperarlo para financiar su pompa y su boato desvaído.

La plusvalía en estos días huye como arena en sus manos bien cuidaditas de ricos. Aquí ya no hay ropajes, ni melodrama ni metáforas. Nasralla del Partido Liberal dice como neófito entrenado del nuevo supremacismo racial que Honduras no es capaz de administrar su país y que se le debe ceder la administración del país a la sapiencia de los Estados Unidos. Nasry Asfura del Partido Nacional no se desmarca del líder narcotraficante que yace preso en las cárceles de New York. Los ricos por supuesto están dispuestos a montarse en estos dos barcos donde se les garantiza la recuperación de sus millonarios negocios. Hasta toleran el nacimiento de nuevos ricos siempre y cuando estos lumpen de estofa no se sumen a sus alturas y sobre todo que les traspasen el mando efectivo del gobierno.

Antes nadaban en un mar de abundancia cuando los dineros de los gobiernos eran manejados por la banca privada, y se especulaba con el circulante con empresas relacionadas, con intereses bancarios cautivos y con turbios fideicomisos privados que daban fe de la multiplicación de su abundancia. Hoy añoran esos días de gloria y solo estos dos candidatos da esperanza a sus ansias de manejar el dinero público que no pueden generar en sus pingues negocios.

Frente a este panorama Rixi Moncada candidata del Partido Libre lidera mayoritariamente en la opción de los electores y representa la continuidad de la izquierda, quien a través de Iris Xiomara Castro Zelaya ha hecho un gobierno a la altura de los olvidados del sistema como nunca antes había sucedido en la historia del país. Este gobierno ha pavimentado las principales carreteras en el país eliminando la corrupción pública porque el material con que se confeccionan es concreto hidráulico lo que garantiza que tendremos carreteras por más de 50 años. Se han abierto carreteras y caminos en las zonas productivas más relegadas del país. Se están construyendo 8 hospitales en Santa Bárbara, Olancho, Ocotepeque, Roatán, Tegucigalpa y San Pedro Sula. Se han construido 5 hospitales neonatales y un Bunker Oncológico. Se han construido 4 hospitales oftalmológicos. Se ha construido un centro de rehabilitación de drogadicción. Se han reforestado más de 15 mil hectáreas de bosque en vastas zonas del territorio nacional. Se ha subsidiado a más de un millón de pobres en el pago de la energía eléctrica y en las zonas rurales se han conectado más de 15 mil hogares al sistema de energía eléctrica. Se han subsidiado los combustibles, se han mejorado 5 canchas de fútbol de primer nivel y se han construido 60 canchas de fútbol y canchas de diversos deportes en los lugares más marginados del país. Se ha certificado cero analfabetismo, se han otorgado miles de becas educativas a los más pobres. Se han otorgado préstamos a más de 5,744 productores de granos básicos, generando más de 343,000 empleos. Además, 450,000 productores agrícolas han recibido semillas y fertilizantes a través del Bono Tecnológico para cultivar más de 600 mil manzanas de tierra, fortaleciendo la producción nacional de alimentos. Asimismo, se han establecido 300 huertos comunitarios para combatir la inseguridad alimentaria en zonas rurales. Se han otorgado bonos en ganadería, también a las personas de la tercera edad, y a los discapacitados. Se han atendido a 300 mil hogares en pobreza extrema a través de la red solidaria. Se han reconstruido más de 5 mil centros educativos, más matricula gratis y merienda escolar para todos los niños. En el campo agrario se han entregado miles de títulos de propiedad. En seguridad se ha reducido el 17% de la Tasa de Homicidios. La política exterior ha sido digna ya que se abrió relaciones con China y ya se han celebrado tratados comerciales favorables para Honduras para la exportación de sus productos como camarones y café, ha deplorado el Genocidio en Gaza, y ha apoyado valientemente a Venezuela en esta vuelta del Big Stick Police. Por primera vez en Honduras se ha obtenido una soberanía energética. Y sobre todo se recuperó al Estado Democrático presa de un modelo de Zedes que dividía a la patria en fragmentos de países. Dos mujeres en el poder es una muestra de la madurez del voto en Honduras y un despertar de la conciencia cualitativa en un país que desde siempre fue utilizado como portaviones de los Estados Unidos.

Rixi Moncada una mujer con mucho talento, con carácter y con una visión clara de continuidad del proyecto político, garantiza la profundización de la democracia participativa y el triunfo del pueblo y este nuevo rumbo hacia la prosperidad social del país. Rixi es una suerte de milagro en medio de un mundo donde domina el patriarcado y se ha relegado a las mujeres de los espacios públicos. Ella ha ofrecido un tiempo de justicia social equitativa y un espacio más abierto de oportunidades para todos. Por de pronto los ataques viscerales de la derecha son las manidas campañas de “los comunistas come niños” y “los comunistas generadores de pobreza”, solo que olvidan que la profundización del neoliberalismo en nuestro país es lo que ha generado el cambio de rumbo del voto que exige más justicia y menos exclusión, mas administración de los recursos nacionales que privatización, más inversión social que el robo del dinero y la corrupción pública. Rixi Moncada es la cara visible de ese electorado que anhela que esos cambios continúen en Honduras.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.