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Nuevos poderes para la policía británica

Amenaza de toque de queda

Fuentes: Página 12

Un chico de 16 años fue acusado del asesinato de Richard Bowes, un jubilado de 68, atacado cuando intentaba apagar el fuego en un tacho de basura en el sur de Londres. Según la fiscalía, las cámaras de circuito cerrado televisivo ofrecen una prueba contundente de que el chico le asestó el «golpe fatal» al […]

Un chico de 16 años fue acusado del asesinato de Richard Bowes, un jubilado de 68, atacado cuando intentaba apagar el fuego en un tacho de basura en el sur de Londres. Según la fiscalía, las cámaras de circuito cerrado televisivo ofrecen una prueba contundente de que el chico le asestó el «golpe fatal» al jubilado. «Recibió un puñetazo que lo hizo caer de espaldas y quedó inmóvil luego de golpear la cabeza contra la acera», señaló el fiscal John Gardner. Es el segundo adolescente procesado por una muerte. En Birmingham hay seis acusados por el asesinato de tres musulmanes atropellados por un coche, entre ellos un chico de 17 años.

En medio de un intenso debate sobre los disturbios, la ministra del Interior, Teresa May, prometió nuevos poderes para que la policía combata la cultura de las pandillas, entre ellas, la posibilidad de un toque de queda para comunidades enteras. Según datos de la Scotland Yard, en 2006 había unas 169 pandillas callejeras, número que, según los expertos, probablemente haya aumentado considerablemente desde entonces.

La ministra alabó el valor de la policía, pero su elogio no alcanzó para ocultar la tensión con el gobierno a raíz de los disturbios. Enfrentados por el recorte del 20 por ciento del presupuesto policial y la decisión de convocar como asesor a Bill Bratton, ex jefe de policía de Nueva York y Los Angeles, el gobierno y la policía chocaron públicamente sobre los saqueos y a quién correspondía el mérito de haberles puesto fin. Ayer la ministra dejó en claro que no habría marcha atrás con los recortes y lamentó que, por la urgencia de nombrar un jefe de la policía metropolitana, no hubiera tiempo de cambiar la ley para que oficiales extranjeros como Bratton pudieran competir por el puesto.

Mientras tanto, el gobierno y la oposición volvieron a cruzarse ayer sobre la política a seguir al respecto. El primer ministro, David Cameron (en la foto visitando un centro de asistencia médica de Tottenham), propuso el lunes una revisión de toda la política gubernamental para «recomponer una sociedad rota» y «evitar una desintegración moral». El líder de la oposición, el laborista Ed Miliband, señaló ayer que el recorte de la policía no tiene sentido a la luz de los disturbios y que se necesita una doble estrategia, social y de seguridad para lidiar con el fenómeno.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-174633-2011-08-17.html