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La doble crisis –salud pública y económica–, ha devastado la vida de millones, pero para unos cuantos multimillonarios, la pandemia ha resultado ser buen negocio en Estados Unidos.
EE.UU. es el país con más contagios del mundo por el coronavirus. Superó ahora los 5 millones de casos –una cuarta parte del total mundial – con más de 160 mil muertos; 80 por ciento de los cuales eran evitables si el gobierno federal hubiese actuado de manera adecuada desde el principio. Mientras tanto, los multimillonarios del país siguen multiplicando sus fortunas.

Las cúpulas de ambos partidos son cómplices en llevar a esta república a una crisis existencial con graves consecuencias para el planeta. Sólo en estos últimos días, los legisladores suspendieron labores sin aprobar asistencia básica para decenas de millones que están enfrentando a la crisis económica en medio de la peste, pero sí avanzaron en aprobar un presupuesto militar de 740 mil millones de dólares.
A 100 días de lo que algunos sabios aseguran es la elección más importante en la historia de Estados Unidos, cuyas consecuencias no se limitarán a este lado de los muros fronterizos y las costas, el futuro depende de la resistencia popular contra las políticas y fuerzas antidemocráticas del régimen en Washington y sus cómplices.

Trump denunció, sin ocultar sus motivos partidistas electorales, que “todas las ciudades con problemas están gobernadas por… demócratas de izquierda radical”.
Según algunos cálculos, 32 por ciento de los hogares en el país no lograron pagar por completo sus rentas o sus mensualidades de sus hipotecas, reporta CNBC. Al mismo tiempo, se esperan centenas de miles de posibles desalojos al vencerse las moratorias.

El movimiento Black Lives Matter es posiblemente la movilización de protesta social más grande de la historia de Estados Unidos, la cual está rescatando el futuro de su país al recordar su historia real.

Por todo el país los movimientos exigen mejoras sociales. «Urge prepararse para la represión neofascista», alerta el activista y académico Cornel West.

El sistema estadunidense está en crisis en un momento de implosión o de transformación.