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Perú

Benavides: ¿Una crisis institucional?

Fuentes: Rebelión

La fiscal de la Nación, Patricia Benavides, se va aislando, pero la JNJ luce genuflexa

El lunes el poderoso diario El Comercio, sacó una editorial señalando que Benavides, “…no debería continuar como titular del Ministerio Público. Ello, no solo por lo problemático que resulta que la cabeza del organismo encargado de perseguir el delito en nuestro país esté implicada, al mismo tiempo, en una presunta organización criminal… Pero hay otra razón menos comentada. Y es que su continuidad como fiscal de la Nación compromete, lo quiera ver ella o no, la imagen de la institución que preside y que, no lo olvidemos, tiene entre sus manos casos emblemáticos …”, (01/12). Por supuesto, no dice nada del embarrado en la corrupción de Lavajato, José Graña Miro Quesada, que a los peruanos les costó el saqueo de miles de millones de dólares.

En otras palabras, el problema sería de una crisis institucional. También es la conclusión a la que llegan distinguidos juristas cuando señalan que la cuestión es de “principios” a lo que uno de los defensores de Benavides, astutamente, responde, “en efecto, y el principio de la presunción de inocencia es uno fundamental”. Pero esto último no tiene sustento porque si en todo caso ella no sabía del tráfico de influencias que “en sus narices” desenvolvía su asesor llamado “El Filósofo”, pues, podríamos decir que mínimamente es una incapaz como líder del sector.

Cuando los detractores de Benavides hablan de principios se refieren al principio de la ética y, por lo tanto, de la imagen institucional del Ministerio Público. Sin embargo, este diagnóstico sería equivocado. Es que lo que buscaría tanto el bando Benavides como el bando que quiere voltearla es el control de los archivos penales anticorrupción de casos importantes como Lavajato, etc. para beneficiarse o mantener el estatus quo de dominación neoliberal. Ya hemos visto como el Acuerdo con Odebrecht ha sido una traición lesiva a los intereses de nuestro país.

Entonces, les guste o no a los lectores de esta nota, habría que aclarar que la ética profesional en un sistema capitalista que se alimenta de la corrupción, no existe. El sistema no toca ni con el pétalo de una rosa a la gran corrupción de los Banqueros o grupos como Romero (BCP, ALICORP, etc.), ni tampoco a la corrupción en el cobro de las canchas deportivas, cobro de cupos por no tener licencia de conducir, cobro de cupos en el poder municipal, poder legislativo, y todos los estamentos del Estado, escándalos de corrupción donde la PNP está involucrada (como en la compra de mascarillas anticovid), colegios y hospitales derrumbándose o paralizados por adendas, etc. La crisis por corrupción no tiene cuando parar. Es que es una crisis sistémica que se arrastra desde la fundación de la República con una deuda externa usurera y que se profundiza con la dictadura de los 90s (cuyas leyes matrices rigen hasta ahora). Todas las instituciones están corrompidas y derrumbándose.

Tampoco se trata de una cuestión de personas como algunos interesados nos quieren hacer creer. En los 90s tuvimos a Blanca Nélida Colán, luego hemos pasado por varios fiscales hasta Peláez Bárdales, Pablo Sánchez, Zoraida Ávalos, y ahora Benavides. Y todos han tenido escándalos de corrupción. Por eso nos afirmamos en que el problema es estructural y tiene que ver con todo el régimen político y los cimientos de la democracia misma.

Así las cosas, para enfrentar una crisis sistémica necesitaríamos un nuevo sistema de justicia donde se debata la pertinencia de que la elección de magistrados ya no sea por el Parlamento (sino por un organismo con participación popular) o que la elección de jueces y fiscales sea a través del voto popular como sucede en otros países. A la vez es clave pensar si esto debería pasar o no por un referéndum democrático sobre la necesidad de una Asamblea Constituyente soberana. Lo otro, es seguir como estamos. De Guatemala a Guatepeor.

César Zelada. Director de la revista La Abeja obrera y dirigente de la Agrupación Vilcapaza.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.