Dejando de lado y sin hacer mayor referencia o debatir contra las personas que pueden alegar ignorancia, ingenuidad o ceguera severa; ésta pudo haber sido una semana decisiva, de reivindicación y toma de acción para todxs aquellxs que nos esforzamos, desde hace ya más de 5 años, por informarnos y cuestionar. Que a consciencia realizamos […]
Dejando de lado y sin hacer mayor referencia o debatir contra las personas que pueden alegar ignorancia, ingenuidad o ceguera severa; ésta pudo haber sido una semana decisiva, de reivindicación y toma de acción para todxs aquellxs que nos esforzamos, desde hace ya más de 5 años, por informarnos y cuestionar. Que a consciencia realizamos el trabajo de compartir la información, pintar graffitis y mantas, dejar volantes en los buses, informar casa por casa, repartir panfletos en las esquinas de los parques o durante la feria del agricultor, de organizar peñas culturales y otras actividades para informar y debatir sobre el tema, que viajamos a otros sectores del país, que participamos en las movilizaciones o que fuimos voluntarios y guías el día del Referendum…
No lo fue, no fue una semana decisiva, a pesar de toda la espera por los cables y a pesar de tener la oportunidad (siquiera soñada) de exponer públicamente y por fuentes externas las pruebas de fraude y sabotaje durante todo el proceso pre- y post-Referendum, muchas de ellas hace meses documentadas en Santo Fraude; pero no hay peores ciegos que los que no quieren ver.
La sorpresa de las publicaciones de los cables esta semana no produjo una grata confirmación de algo que ya sabíamos; sino una profunda indignación ante la reacción/no reacción del pueblo, de las organizaciones civiles, de los grupos políticos no oficialistas… de un pueblo indolente y pusilánime que al parecer se merece que la clase política (nacional e internacional) se burle de él en su propia cara, de un pueblo que se sigue sacando los mocos mientras desde la Casa Presidencial, Rohrmoser y la Asamblea Legislativa desmantelan el país.
Lo que sí fue sorpresa es que el Grupo Nación sea el encargado oficial de publicar los cables, no sólo por su participación activa a favor del TLC, si no después de su editorial «Wikileaks contra la diplomacia» publicado el 5 de enero argumentando que dichas publicaciones «resultan un ejercicio mediático capaz de inyectar un elemento anárquico en las relaciones internacionales»… pero relax, porque estamos en Costa Rica, y aquí todo es pura vida, ¿o no?
Como me dijo un amigo, con las publicaciones que han salido a la luz ya era para que estuviéramos en la calle, solicitando procesos judiciales para todxs lxs involucrados en las diversas maneras de corrupción que se dieron respecto de la negociación y aprobación del CAFTA en Costa Rica, suficiente como para anular definitivamente toda posibilidad de aspiración presidencial de Rodrigo Arias, suficiente como para acrecentar aún más la lista de ex-funcionarios gubernamentales con procesos penales o en la cárcel… pero no, todo calmo, todo dormido, todo «pura vida»…
Entonces mejor respirar profundo, exhalar la indignación y buscar cómo aportar; así que para entrar al final de esta semana les comparto fuentes con información respecto a los cables y una manera básica de contribuir en su traducción y divulgación, un poco también para evitar posibilidades de censura de datos, tergiversación o malinformación de parte de la fuente costarricense encargada de divulgarlos, ¡ay! esa malicia indígena innata.
Así que lo mínimo que podemos hacer es, una vez más, compartir la información; esto mientras ideamos maneras viables de organización, movilización y activismo.
Aquí algunas de las principales fuentes, por el momento.
Wikileaks Costa Rica en Facebook
Cables traducidos y publicados hasta el momento
Cables sobre Costa Rica ordenados por tema y fecha
Plataforma para colaborar en la traducción de los cables
Fuente: http://revista-amauta.org/2011/03/wikileaks-no-gotean-en-costa-rica/