En este artículo Juraima Almeida analiza las elecciones municipales del pasado domingo (15), destacando que son un termómetro para valorar el próximo escenario electoral brasileño.
En este artículo Juraima Almeida analiza las elecciones municipales del pasado domingo (15), destacando que son un termómetro para valorar el próximo escenario electoral brasileño.
A pesar de você, amanhã há de ser outro dia…
Chico Buarque
Las elecciones municipales de Brasil, realizadas el último domingo (15), estuvieron marcadas por un fortalecimiento de los partidos de izquierda entre las 100 ciudades más grandes del país y el fracaso de la mayoría de las candidaturas ultraderechistas o apoyadas por el presidente Jair Bolsonaro (sin partido). A la vez, la derecha tradicional ganó terreno y mantendrá su hegemonía electoral en diversas capitales del país sudamericano.
En este texto Emir Sader reflexiona sobre el mapa electoral surgido tras las elecciones municipales del domingo (15) y sobre el futuro de Bolsonaro.
Entre su hostilidad a China y la imposibilidad de apartarse del mayor socio comercial de Brasil, el presidente Jair Bolsonaro vive el momento más amargo del dilema que amenaza con perjudicar aún más su gobierno.
Dos años después del triunfo de Bolsonaro, los brasileños vuelven a las urnas para elegir nuevas alcaldías y concejales: Renata Souza, compañera de vida y militancia de Marielle Franco, se presenta en Río de Janeiro, ciudad clave para el bolsonarismo .
La ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, Damares Alves, se volvió un ícono de las mujeres evangélicas conservadoras y más allá de ellas. Hasta el punto de que su nombre suena para la vicepresidencia en 2022. Junto con su agenda en favor de los «valores tradicionales», Alves impulsa candidaturas de mujeres de varios partidos, que se lanzan a la política en procesos de empoderamiento en disputa con la agenda feminista.
En una votación que servirá para medir la temperatura rumbo a las presidenciales brasileñas de 2022, el bolsonarismo comparece debilitado por la falta de un armado partidario de alcance nacional. Divididas y desorientadas, las izquierdas no parecen capitalizar esa fragilidad, mientras compiten entre sí por la hegemonía partidaria.
La primera contienda después de la asunción de Bolsonaro está marcada por la pandemia y la fragmentación de la izquierda. La influencia de Jair Bolsonaro no es significativa en las capitales, pero el bolsonarismo puede configurarse como una tendencia en los ayuntamientos del país.
En este artículo, Jeferson Miola reflexiona sobre el papel de los militares en la desestabilización de la democracia brasileña.