Alejandro Lavquén | 

Para que exista una nueva Constitución es necesario que la Constitución pinochetista de 1980 sea erradicada de cuajo. Para que eso suceda, la nueva Constitución tendría que ser dictada por una asamblea constituyente y no por una convención constitucional limitada en sus funciones, como sucederá.

Héctor Vega | 

La revuelta del 18 de octubre marcó un hito en la historia de la República pues la ciudadanía dijo ¡BASTA! La clase política con el presidente de la República a la cabeza creyeron calmar la protesta de las calles prometiendo una nueva Constitución a cambio de la Paz Social.

Felipe Portales | 

¿Qué diría usted, si una coalición gobernante teóricamente de centro-izquierda, legitimara, consolidara y perfeccionara en la práctica un modelo neoliberal heredado de una feroz dictadura, con todas sus estructuras económico-sociales fundamentales?

En Chile, de acuerdo a ciertas estimaciones, el 1% más rico captura cerca del 17% de los ingresos fiscales, mientras que el 10% más rico percibe más del 50% de todos los ingresos.

Gabriela Galarce | 

Chile era “un ejemplo a seguir”. Sin embargo, Chile rechazó el Neoliberalismo y la Constitución de Pinochet con un 80% en el Plebiscito del 25 de octubre. “No son treinta pesos [alza pasaje del Metro], son treinta años desde el triunfo del “Plebiscito de 1988” del NO a Pinochet, a los siete gobiernos post dictadura a partir de 1990 con la promesa “La Alegría ya Viene”, que nunca llegó. También son casi 50 años del neoliberalismo que se inició en 1973 con el Golpe Militar.

Absolución de involucrados en ‘Operación Colombo’

Tomás González F. | 

En conversación con nuestro medio, la periodista y exmilitante del MIR, autora del libro ‘119 de nosotros’, señaló que el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago que absolvió a los agentes de la DINA involucrados en la ‘Operación Colombo’ es «una nueva provocación» del Poder Judicial.

El 2020 chileno se debatió entre el giro autoritario del gobierno de Sebastián Piñera para controlar la profunda crisis política, su manejo errático ante la pandemia del COVID-19 y el debate constitucional. La lección que arroja un año sumamente convulso es simple y, no por repetida, menos verídica: «solo el pueblo salvará al pueblo».

Estamos acercándonos a terminar el año 2020 con una pandemia que tensionó al naciente movimiento popular al confinamiento y a un relativo repliegue de la lucha callejera.

Ya no es tan fácil prever los escenarios futuros que nos pueda mostrar Chile. Hace menos de dos años, rigiendo el actual gobierno, podían verse muchas manifestaciones ocupando los parques, plazas y calles de las principales ciudades del país, pero nada permitía presagiar que se desataría el estallido social o la rebelión popular que tomó cuenta del territorio en las proporciones que hoy conocemos.

Luis Thielemann H. |