En octubre de 1988, un histórico plebiscito le ponía punto final a los días de Pinochet en el Palacio de La Moneda. Pero tuvieron que pasar otros 32 octubres para que el pueblo chileno pudiera tumbar su pesada herencia, la Constitución de 1980 que encorsetó la democracia y determinó un sistema político amoldado a los dueños de todas las cosas. Este domingo, un aluvión de votos en otro emblemático plebiscito logró desmontar los amarres de la dictadura para echar a andar un proceso constituyente, en la primera gran conquista de las multitudes que irrumpieron en las calles en otro octubre, el de 2019. Una inmensa bandera desplegada en los festejos sintetiza el espíritu de época: “Borrar tu legado será nuestro legado”.