Sobre los mandatos de género en la España de los años 50 y 60 y su parecido con los mandatos actuales.
Categoría: Feminismos
La sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra que absuelve a los miembros de «La Manada» de violación, tipificando el acto delictivo como un abuso sexual, constituye un indulto repugnante revelador de la íntima relación entre patriarcado e (in) justicia.
La sentencia contra «La Manada» nos vulnera a todas las mujeres, y pone en evidencia cuestiones sistémicas de fondo.
El autor nos señala que como recogen los informes del Observatorio del CGPJ, se presenta en el 20-30% de los homicidios por violencia de género, en los que el agresor acaba con la vida de la mujer con sus propias manos,
Todos nosotros, varones que desde que nacemos somos educados para el privilegio, formamos parte de ese orden que nos ofrece tantos dividendos.
Es por tanto responsabilidad nuestra desvincularnos de la manada, iniciar un proceso de reconstrucción personal y convertirnos en agentes para la igualdad.
«Quizá la interpretación jurídica patriarcal de lo que sucedió esa noche hubiera sido otra si nuestro código penal contuviera una definición feminista del consentimiento».
No soy la chica de la violación de San Fermín, aunque podía haberlo sido. Sólo escribo en primera persona para que la empatía en este país despierte de una vez por todas.
El fallo de la sentencia de «la manada» tiene una falla, pues la distancia entre los hechos probados y el contenido del fallo resulta ser una falla aún más grande que la de San Andrés.
«No es abuso es violación» «Esta justicia es una mierda»
El autor hace un símil entre la violencia fascista y la violencia machista e interpela a los hombres sobre la vergüenza de serlo ante iguales como los cinco violadores de San Fermín.