
Una vez más, el verano es marcado por una fuerte temporada de lluvias, que produjo desastres sociales y un gran número de muertes en distintos estados del país. El último episodio es Petrópolis, que ya había pasado por una devastadora tormenta en 2011 y ahora enfrenta alrededor de 200 muertes después de días de lluvias torrenciales, deslizamientos de tierra e inundaciones. Y, tal como en ese 2011, conversamos con el geógrafo Paulo Alentejano, quien analiza las razones estructurales de la repetición, que tiende a aumentar, de tales hechos.