Comienza el año y con ello se acerca una nueva conmemoración del asesinato del compañero Juan Pablo Jiménez, dirigente sindical de Azeta, empresa contratista de Chilectra. Se cumple un año más de impunidad frente a su caída maquillada con una supuesta bala loca. Se cumple un año más de la muerte de un luchador social en la mal llamada democracia que sólo se ha dedicado a defender los intereses de la patronal por sobre los derechos de la clase trabajadora.