
El desaparecimiento puede haber ocurrido muchas veces en los conflictos, en las guerras; pero el desaparecimiento como una metodología del poder dictatorial -que existe en la época actual- no es producto del azar o de una desgracia, es una metodología pensada y fríamente ejecutada desde el poder, con crueldad, con soberbia, con desprecio. Ella constituye el paradigma de la Agresión Humana.