La persistencia testaruda del llamado conflicto interno colombiano, ha hecho eclosionar la dimensión territorial; arcaica realidad histórica del hecho colonial que los historiadores Fank Safford y Marco Palacios, pusieron en imprenta en el 2002 con su libro de sugestivo título: Colombia. País fragmentado. Sociedad Dividida. Tozuda realidad, presentada hoy por el poder mediático dominante, como un monstruo policéfalo de varios poderes fácticos enfrentados, pleno de complejidades y entrelazamiento de contradicciones casi irresolubles.