El autor de esta nota propone buscar modelos en el pasado de Ecuador, en sus próceres, como José Joaquín de Olmedo.
Categoría: Ecuador
El debate correísmo-anticorreísmo se ha consolidado como el eje cardinal de estos últimos años en el Ecuador. Se lo oye en las discusiones familiares, entre amigos y amigas o en la oficina.

¿Qué definición tendría «ghetto» para ciudad esmeralda?
El 15 de noviembre de este año se cumplen 100 años de la masacre de trabajadores y pobladores de Guayaquil por orden del Presidente José Luis Tamayo (1920 – 1924). Es una fecha de triste recordación pero con un significado muy importante para la clase obrera ecuatoriana.
El gobierno ecuatoriano ha tomado una serie de decisiones que pretenden ganar el respaldo de la fuerza policial.

El 15 de noviembre de 1922 las fuerzas represivas dispararon a mansalva contra los trabajadores y trabajadoras -muchos de ellos niños y niñas- en jornada de huelga activa, congregados en el centro de la ciudad de Guayaquil, Ecuador, reclamando por mejores salarios, derechos laborales y por la libertad de sus compañeros detenidos por las fuerzas policiales días previos.
El nazismo no murió en 1945, vive aún en los EE.UU.
La respuesta del gobierno que ha declarado el “estado de excepción”, ha estado ligada al “uso legítimo de la fuerza” por una parte y por otra a la puesta en acción del aparato policial y militar para enfrentar y disuadir la violencia desatada por estas fuerzas de la delincuencia organizada y transnacional.

La magnitud de la desinstitucionalización del Ecuador y particularmente la inseguridad ciudadana, el problema de las cárceles y la inacción del gobierno del presidente Guillermo Lasso para enfrentar estas situaciones, han pasado a ser noticias internacionales de primera línea.