Categoría: Opinión

Es evidente, desde que andamos sobre dos pies, que la epopeya de los seres humanos sobre el planeta consiste en una larga, intolerable procesión de tres pasos adelante y dos atrás, donde cada avance resulta penalizado por un retroceso y cada descubrimiento por un linchamiento, una hoguera o una paliza.
Romper el cerco nos puede inducir a arriesgar la vida de otros.
Son tiempos de reflexión. Las consecuencias de haber sido educados en el egoísmo, la competitividad y la meritocracia afloran con el hedor de sus enseñanzas. Vivimos en el capitalismo, un orden de dominación y explotación sobre el cual se edifica una cultura a cuyos valores nadie es inmune.


En un libro publicado en mayo de 2018, Pneumatóforo, Boaventura de Sousa Santos, gran referente de la sociología crítica y uno de los más originales y talentosos intérpretes de la sociedad portuguesa, nos propone un «análisis no coyuntural de la coyuntura» y de la articulación de las fuerzas de izquierda.
Comenzará un nuevo gobierno en Estados Unidos y tendrá al frente a un político, casi octogenario, que lleva decenas de años trabajando en el Senado de su país, que en el último medio siglo en tres oportunidades se postuló para presidente, y fue vicepresidente de Barack Obama durante ocho años.

Sí, el cambio evolutivo natural es secuencial, es secuencial e irreversible: el mono se transformó en el hombre pero el hombre no se transformará en mono.

Ayer a la noche la causa del socialismo y el antiimperialismo perdió una de sus grandes figuras. Leo Panitch falleció mientras se encontraba internado en un hospital de Toronto para un tratamiento oncológico -de buen pronóstico, debo aclarar- a causa del Covid-19. El contagio le produjo una neumonía fulminante que en un par de días le ocasionó su muerte.