I Una de las primeras cuestiones que resaltaron en la escena mundial al declararse la pandemia del coronavirus Covid-19, fue la endeble situación de la existencia de millones de seres humanos a lo largo del mundo, esto, debido a que las condiciones económicas de sobreexplotación incrementaron el empobrecimiento, la precariedad, la segregación y la marginación […]
Categoría: Opinión
Al cuerpo hay que dejarle a su aire, no le castiguemos, no le forcemos, a causa de que tengamos cargado el cerebro de prejuicios consumistas inducidos por el marketing que necesita por encima de todo vender de todo a todos, vender lo que sea a quien sea, donde sea y a costa de lo que sea. De vender por ejemplo la pseudonecesidad del culto al cuerpo.
Recuerdo no hace mucho que se enfrentaban en un partido los clubes de fútbol del Granada y del Barcelona. Mi hijo quería que ganase el primero de ellos, su equipo local al que es muy aficionado. Frente a la televisión cantó su himno tremolando su bufanda rojiblanca y a partir de aquí no dejó de animar a sus jugadores.
Confieso que en las muy pocas ocasiones en que utilicé ese vocablo “traidor” para referirme a Mario Vargas Llosa siempre me invadió una ligera, aunque molesta, sensación de incomodidad.
La nueva regulación de cuarentena y toque de queda impuesta por el gobierno para contrarrestar los efectos de la COVID-19, nos obligan a un aislamiento social, imponiendo también la necesidad del teletrabajo y la teleeducación, los negocios electrónicos, el distanciamiento social, y cuarentenas focalizadas. Nuevamente la encrucijada: cómo sobrevivir a la restricción sin perder identidad.