En las últimas semanas hemos escuchado con insistencia, redobles de tambores de guerra activados por los círculos militaristas de la elite fascista del imperio norteamericano y sus vasallos europeos. No solo continúa la conducta provocadora y amenazante de rodear a Rusia con bases militares, renovando y modernizando el armamento nuclear de la OTAN. También enfilan […]
En las últimas semanas hemos escuchado con insistencia, redobles de tambores de guerra activados por los círculos militaristas de la elite fascista del imperio norteamericano y sus vasallos europeos. No solo continúa la conducta provocadora y amenazante de rodear a Rusia con bases militares, renovando y modernizando el armamento nuclear de la OTAN. También enfilan su puntería contra China so pretexto mantener libertad de navegación internacional en el mar donde ella mantiene la posesión de algunas islas que disputa y negocia, en términos políticos, con varios países de la zona.
Más recientemente, el Pentágono, ha enviado aviones de combate a territorio sirio amenazando a su gobierno si afectan sus fuerzas especiales que operan contra la »oposición siria» y entrenan a las milicias kurdas. En América Latina, el gobierno de Macri autorizó la creación de una base militar de la OTAN en territorio argentino en tanto que militares yanquis realizan maniobras conjuntas con el ejército chileno en la frontera con Perú.
Por su parte, Pion Yang denuncia que EE.UU planea un ataque nuclear preventivo contra Corea Democrática. Se conoce que EE.UU despliega continuamente portaviones nucleares y submarinos por la península de Corea y la región adyacente. Corea responde que si Estados Unidos se atreve a ‘‘dar un paso a lo loco» respondería con un ataque integral para destruir todas las bases militares estadounidenses en el Pacifico, incluida la instalación de Guam (en las islas Marianas), y es que el ataque USA no solo está dirigido contra Corea del Norte. Forma parte de »una estrategia para contener a Rusia y China en la región de Asia Pacífico y preservar el dominio militar norteamericano».
Los medios de comunicación masivos, controlados por las corporaciones imperiales, nos venden siempre la imagen del presidente de Corea como desquiciado que responde de manera estridente ante cualquier amenaza de los líderes norteamericanos, aunque ocultan, los »pasos prácticos aterradores» de quienes tienen antecedentes en reventar bombas atómicas sobre poblaciones indefensas (Hiroshima, Nagasaki).
Pero, ¿qué podemos decir del ex director de la CIA, de EE.UU, Michael Morell, quien llama a ‘‘matar rusos e iraníes en forma encubierta»(Reuter), o de esa élite neoconservadora republicana para quienes, según el nobel Paul Krugman «…la guerra con Irak no fue más que un globo de ensayo, parte de una agenda preestablecida, después -según un funcionario importante del Departamento de Estado- los EEUU ‘lidiarían con Siria, Irán y Corea del Norte…».
¿Cómo entender, en este contexto, la mentalidad que se manifiesta en declaraciones de Joe Biden, Vicepresidente estadounidense quien, respondiendo a Donald Trump, afirmó ‘‘¿Acaso no entiende que la Constitución japonesa que escribimos dice que Japón no puede ser una potencia nuclear?». Ante esas declaraciones el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, ‘se remitió a una declaración del primer ministro japonés, el 2015, en la que recordaba que «la constitución había sido escrita por las fuerzas de ocupación al fin de la segunda Guerra mundial».
No parece necesario ser especialista en sicología o siquiatría para entender que se evidencia una mentalidad patológica, que tiene su basamento orgánico, o es segregada por un sector social que por su posición de poder económico y militar, destila un espíritu de clase, autista y arrogante. No se trata de un caso aislado, individual y ello entraña un enorme peligro.
Ellos se escuchan asimismo, se creen superiores, de ahí su soberbia e incapacidad para entender y sentir la razón y el dolor de los demás. Viven encerrados en una burbuja de egoísmo y creen que la salvación del mundo consiste o se identifica con la salvación o conservación de su burbuja. No pueden visualizar »la plasticidad infinita de la realidad» y las nuevas soluciones y caminos que siempre nos muestra la vida. Esa miopía incuba un peligro mortal para la humanidad pero es también la condición de su derrota como clase.
El sistema nació »chorreando sangre por todos los poros»
En documentos anteriores el CEDIS -siguiendo el aforismo de Marx- sostuvo que desde su nacimiento el sistema capitalista necesitó agredir, para construir el sistema colonial. La agresión era indispensable para saquear los recursos naturales de las colonias e implantar la división internacional del trabajo, obligando a los países colonizados a especializarse en la producción de materias primas.
Podemos decir que es inherente a la naturaleza del sistema, la agresión militar. La necesitó para crecer y desarrollarse. Los procesos de concentración y centralización de la producción que están en la base de la aparición del imperialismo, la hicieron indispensable para el nuevo reparto de colonias, y hoy, cuando la élite imperial pretende construir un «gobierno mundial único», se revela imprescindible para no morir.
Presa de sus propias contradicciones, cuando el desarrollo científico tecnológico (que no se detiene) expulsa cada vez más el trabajo vivo (mano de obra) de los procesos productivos, sus ganancias, expresión «metamorfoseada» del valor creado por la fuerza de trabajo, tienden a disminuir. La imperiosa necesidad interna de acumular se ve en peligro. Aparece entonces el «Capital ficticio». Surge y se desarrolla la «Ingeniería financiera», crecen las «burbujas» y las crisis financieras, se perfila la «Economía Casino» como soluciones transitorias.
La solución política de las elites financieras se plantea en el programa aprobado en la década de los ochenta conocidos como el consenso de Washington. De allí emerge con claridad el programa neoliberal que el Comandante Fidel Castro define sintetizando décadas de experiencia, no como una teoría del desarrollo sino como una ‘‘doctrina del saqueo de los pueblos». Las «crisis y burbujas financieras que reventaron el 2008 en el centro imperial del mundo, ligadas a las «hipotecas Subprime» del sector inmobiliario revelaron que dichas crisis eran síntomas de algo profundo y de largo plazo: la crisis real del sistema capitalista.
La élite imperial se ve obligada a planificar y desmantelar el Estado de Bienestar Europeo para descargar el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores, ciudadanos de a pié y los sectores medios europeos y del mundo, mientras ellos continúan engordando sus talegas y crece la brecha y desigualdad respecto a la gran mayoría de la población mundial. Eso lo demuestra la tremenda concentración de capital en un reducido grupo de corporaciones internacionales. La intensificación de la depredación de los recursos naturales del planeta y los daños medioambientales forman parte de este proceso.
Unidas a estas dificultades, emergen en el escenario mundial nuevas potencias planteando propuestas que tienen en cuenta necesidades de desarrollo de los países de la «periferia».
El imperio muestra entonces su cara agresiva y violenta envuelta en el discurso hipócrita sobre la defensa de la democracia, los derechos humanos, inventa el mito de agresión rusa, y sataniza el liderazgo de Putin.
Hoy no se puede ignorar el desarrollo y el perfil cada vez más claro de un mundo ‘‘multipolar». Tampoco se puede ocultar que la políticas neoliberales que ponen en el centro de su accionar el fundamentalismo de mercado, el mito del mercado y la privatización de los bienes públicos como solución a todos los problemas sociales, ha fracasado a nivel mundial.
No es de extrañar pues la agresividad cada vez mayor del imperio. La »hipertrofia militarista» de la conducta imperial, es cada vez más clara. Se comporta como una fiera herida que se ve obligada a ser más agresiva como un recurso fundamental de supervivencia. Por su naturaleza, como el tiburón no puede vivir fuera del agua, las fuerzas imperiales no podrán vivir en los espacios donde se desarrollan, y se respiran, vientos solidarios y democráticos.
Se profundiza el resquebrajamiento del poder imperial
En los últimos tiempos todos vemos más claro el desarrollo de la tecnología y el poder de respuesta política, económica y militar alcanzado por Rusia y China, también de otros actores mundiales de menor escala. Hoy deben quedar pocas dudas que cualquier aventura agresiva no dejará indemne al agresor. Se percibe que ese hecho unido al fracaso de las recetas neoliberales está generando una recomposición de las alianzas políticas y el poder en el mundo.
Basta mencionar algunos síntomas: El fracaso de las sanciones contra Rusia, el descontento generado en importantes sectores sociales de los países pertenecientes a la Unión Europea. El Brexit aprobado por el pueblo en Gran Bretaña, que parece preanunciar su descalabro o reordenamiento. En el medio oriente, se recomponen las alianzas, Irán y Rusia profundizan su colaboración, también con la China. Actualmente Irán ha autorizado el uso de sus bases militares por las Fuerzas Armadas rusas en territorio iraní, China por su parte colabora con el gobierno sirio en la preparación de sus fuerzas armadas. Irán a su vez participa y colabora con el ejército egipcio en la lucha contra el terrorismo, en Libia se desarrollan fuerzas partidarias del líder asesinado y últimamente el giro del gobierno de Ankara debilita a la OTAN en la zona y fortalece la posición del gobierno Sirio al mostrar su disposición a colaborar e impedir que las fuerzas especiales norteamericanas, que preparan la milicias kurdas, se posesionen, sin respetar la soberanía de país, al norte de territorio sirio.
Los hechos muestran el fracaso de la política de doble rasero norteamericana. El caos y genocidios provocados por las llamadas guerras de cuarta generación, concebidos para desmembrar los países llamados »subdesarrollados», en este caso los países del medio oriente, y apoderarse de sus recursos, la destrucción de sociedades enteras del mundo »periférico», el aliento al terrorismo como reemplazo al »imperio del mal», sambenito con el que la propaganda imperial identificaba a la ex URSS, se ha vuelto en su contra y no han podido recomponer un orden colonial nuevo.
El fracaso del recetario neoliberal, reconocido en parte por el propio FMI está conduciendo al sistema imperial a su autodestrucción, eso lo señalan algunos premios nobel en economía con protagonismo internacional como Stigliz, Paul Krugman, Nouriel Roubini, entre otros. Esto está conduciendo a una agudización de las pugnas ideológicas internas y al parecer al fortalecimiento de la posición que pretende salvar el sistema a partir de políticas inspiradas en la ya clásica visión keynesiana.
En el caso de nuestra Patria Grande, la reacción y el descontento contra los males que han ocasionado a nuestros pueblos las políticas neoliberales se expresa en la aparición, en nuestra región -como lo hemos señalado- de gobiernos progresistas y procesos revolucionarios, en el marco de un nuevo tipo de integración, así UNASUR, ALBA, MERCOSUR, CELAC y otros.
La ofensiva comandada por el imperio norteamericano con sus aliados internos ha mostrado su cara en los golpes en Honduras y Paraguay, en el ajustado triunfo de Macri en Argentina y en el golpe en marcha contra Brasil.
Sin embargo, esas derrotas del movimiento revolucionario y progresista, parecen tener patas cortas, las movilizaciones del pueblo argentino no esperaron y están haciendo retroceder al gobierno de Macri en la aplicación del »tarifazo»; las movilizaciones populares de repudio al golpista Temer y de apoyo inconfundible a la presidenta Dilma, han repercutido en el allanamiento, por el senado brasileño, de un posible plesbicito que convoque a elecciones que resuelvan la crisis de gobernabilidad en el Brasil; las movilizaciones de la juventud y pueblo chileno a favor de la educación pública, contra el negociado de la AFP, las multitudinarias movilizaciones contra la mafia fujimorista y la violencia de género en Perú; están configurando un escenario que perfila la incorporación, de nuevos sectores sociales a la acción protagónica por un mundo mejor.
Una mención especial merece la revolución Bolivariana iniciada por el comandante Hugo Chávez y defendida, continuada con una firmeza y lealtad admirables por el Presidente Nicolás Maduro. La guerra económica y mediática desatada contra el pueblo y gobierno Venezolano, sus intentos de crear un clima que justifique una intervención extranjera, están fracasando. Podemos ver con optimismo que en Venezuela nace pujante una nueva economía, asentada en la participación protagónica de los hombres y mujeres, de la juventud, del pueblo venezolano. También la invencible Cuba, su dignidad y su ejemplo, mantiene vivas la esperanza de todos.
En el Perú, la mafia quiere construir un gobierno paralelo
El pasado jueves 18 se presentó ante el Congreso de la República el Gabinete Zavala con el propósito de obtener el voto constitucional de confianza para iniciar formalmente su gestión. El Presidente del Consejo de Ministros presentó un conjunto de ideas y propuestas referidas a proyectos y propósitos de acción gubernativa.
Una ajustada síntesis de la misma nos ayuda a distinguir 4 ejes de gestión definidos: oportunidades de inversión social, seguridad ciudadana y lucha contra la corrupción, formalización y reactivación de la economía y acercamiento del Estado al Ciudadano. Ninguna de estas propuestas, ni las 49 iniciativas que contienen ellas, implica alejamiento alguno del «Modelo» neo liberal que nos fuera impuesto por el FMI y el BM bajo el fujimorato. Confirma eso, lo que vinimos diciendo: en materia económica se afirma el continuismo y asoma, por tanto, un claro elemento de deslinde con las posiciones más avanzadas,
Pero esa era una opción que se esperaba, no obstante la cual, las fuerzas progresistas votaron sin tapujos por el nuevo gobierno, y demandamos ahora para él, no sólo el voto de confianza, sino también la delegación de facultades constitucionales. Y lo hacemos porque somos conscientes que el fujimorato sigue siendo el peligro principal que se cierne contra el pueblo peruano y el país; y que éste se empeña en imponer -a raja tabla- un «gobierno paralelo» de claro contenido golpista. Los 49 proyectos de ley presentados ya por la «mayoría parlamentaria» son sólo el primer paso de una ofensiva desplegada en todos los planos, que hay que rechazar y combatir.
En ese marco, el que el gobierno dé «pasos atrás» y que se «repliegue» por táctica, conveniencia, aun coinciden, no constituye aliciente alguno. No está la nueva administración para «pedir disculpas», ni «dar explicaciones»; tampoco para «hacer méritos»injuriando al gobierno anterior para «complacer a la mafia». A ella hay que emplazarla por todos los medios para que devuelva los seis mil millones de dólares que se robó descaradamente entre 1990 y el 2000, que entregue los videos que Fujimori se llevó al Japón para «ponerlos a buen recaudo» y que reponga las barras de oro del Banco Central que desaparecieron bajo su gestión. Pero, además, hay que exigirle que asuma sus responsabilidades y culpas en la » guerra sucia»: que diga dónde están los quince mil desaparecidos que falta ubicar; que rinda cuenta por las esterilizaciones forzadas;, que reconozca la tortura ejecutada contra más de dos millones de peruanos en esos años; que rectifique en los hechos el daño inconmensurable que hizo a nuestro pueblo con los descuentos del FONAVI, con la inserción de las AFPs para perjudicar severamente a jubilados y pensionistas; a los trabajadores con la liquidación de valerosos dirigentes sindicales -como Pedro Huilca– y la aplicación de una políticas laboral profunda mente patronal y anti obrera.
La débil toma de posición del Gabinete Zavala y las humillantes «disculpas» presen
Construir una verdadera oposicion popular y enfrentar en primer lugar a la mafia, y combatir por un legítimo programa de transformacion nacional
Las fuerzas progresistas han previsto para estos días eventos congresales. Más o menos en paralelo, se ha previsto en el país la celebración de un muy importante encuentro continental de Partidos Comunistas y Fuerzas Revolucionarias convocadas por el Foro de Sao Paulo. Todos estos eventos, directa o indirectamente, deben darnos luces para construir la Unidad y combatir por un legítimo Programa de Transformación Nacional al calor del impulso que conserva el proceso liberador bolivariano.
Más allá de las palabras -lo hemos dicho- hay que forjar una verdadera confluencia popular que puede llevar cualquier nombre, pero que tenga un único elemento distintivo: sea un espacio de lucha unitaria en el plano político, y no electoral.
Las fuerzas de Izquierda que quieran participar en próximas elecciones tienen todo el derecho a hacerlo y, para actuar en consonancia con él, deben juntar las firmas requeridas e inscribir a sus organizaciones, como ocurrió con Izquierda Unida en los años 80. Si condenamos a otros por usar «vientres de alquiler» electoral, no podemos caer en lo mismo, exigiendo que los partidos y fuerzas inscritas «se abran» para cobijarnos bajo su alero.
Por lo demás, para actuar, en el escenario político, lo único que necesitamos es voluntad de lucha. Y con ella nacimos al calor de las enseñanzas de José Carlos Mariátegui.
Que su ejemplo, alumbre nuestro camino.
Lima, agosto del 2016