Bajo el lema ‘Aguas libres, Pueblos libres’, este 2 y 3 de marzo el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) conmemoró el cuarto aniversario del asesinato de su cofundadora Berta Cáceres.
Muchas las familias y los jóvenes que viajaron desde las comunidades lencas hasta el Centro de Encuentro y Amistad ‘Utopia’, situado en las afueras de la ciudad de La Esperanza, Intibucá, no sólo para recordar a su lideresa cuya vida fue brutalmente truncada por intereses mezquinos, sino para exigir justicia y arreciar esperanza.
Muchas también las organizaciones hermanas y solidarias, tanto nacionales como internacionales, que siguen acuerpando a la familia de Berta y al Copinh en esta justa lucha por la verdad y la justicia.
– VIDEO entrevista Bertha Zúniga Cáceres
– Galería de Fotos ¡Aguas libres, Pueblos libres!
Diferentes fueron las actividades que se llevaron a cabo, entre otras tres paneles sobre la situación del juicio en contra de los responsables del asesinato de Berta Cáceres, la ofensiva privatizadora de los bienes comunes, en particular de los ríos, y las luchas que se están dando a nivel nacional en defensa del agua.
También se estrenó una exposición fotográfica que recuerda la vida, el legado y las luchas de la lideresa indígena lenca, organizada por el Copinh, la Oacnudh de Honduras, la FES y la Rel UITA.
Arreciando la lucha
Durante la actividad, Bertha Zúniga Cáceres, hija de Berta y actual coordinadora del Copinh, recordó lo difícil que fueron los primeros meses después del asesinato.
«Nos preguntábamos cómo podíamos continuar en este proceso de lucha sin su presencia, su conocimiento, experiencia y los contactos que ella construyó durante muchos años.
Sin embargo logramos sobreponernos. Nuestro primer pensamiento fue continuar a realizar lo que ella nos había enseñado, exigir verdad y justicia, continuar su lucha y, por ende, la lucha del Copinh».
En un comunicado, el Copinh recordó que hasta el momento han sido procesados y condenados los siete autores materiales del crimen, al tiempo que denunció la ausencia de persecución de quienes planearon, ordenaron y financiaron el asesinato.
«Denunciamos que el Estado de Honduras, represor y violador de derechos humanos, no pretende perseguir a los miembros de la familia Atala Zablah», dueños de la empresa (Desarrollos Energéticos SA DESA) constructora del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca.
También señala que el asesinato fue parte de un plan, orquestado con el apoyo de las fuerzas represivas del Estado, «para intentar destruir la lucha territorial y articuladora por la refundación de Honduras» y sembrar el miedo entre luchadores y luchadoras.
«El rugido mundial de justicia ha permitido que a 4 años (del asesinato) tengamos enjuiciados a siete personas vinculadas con la autoría material del crimen y comenzado un proceso contra David Castillo, autor intelectual del mismo».
Más impunidad
Lamentablemente, el juicio contra el ex presidente y miembro de la inteligencia del ejército hondureño aún no ha comenzado.
«Hemos comprobado que un cerco de impunidad se levanta para proteger a los autores de máxima responsabilidad en el crimen», y esto a pesar de la gran cantidad de evidencias y del señalamiento hecho por el tribunal en la sentencia condenatoria contra los autores materiales del asesinato de Cáceres.
Bertha Zúniga advirtió que la lucha del Copinh se va a ampliar y entra a una nueva etapa.
«Como organización reafirmamos que nuestro verdadero camino es acompañar la lucha de los pueblos, para que no se repitan estos crímenes y para construir nuestro proceso soberano y autónomo.
Hoy -continuó- hacemos un llamado a convocar la lucha por el agua, porque todos los territorios en que andaba Berta Cáceres tienen una lucha por el agua.
Los pueblos deben estar protegiendo el derecho fundamental al agua porque los grandes intereses internacionales están detrás del despojo de este bien común», aseveró.
Además, el Copinh manifestó que llevará su lucha hasta atacar las razones estructurales que produjeron el asesinato de Berta, es decir el racismo, el no respeto al derecho de consulta previa, libre e informada de las comunidades indígenas y el respeto a la autonomía de los pueblos.
«Una de las ausencias más grandes que tiene Berta Cáceres es en el proceso articulador. Todavía no hemos encontrado la manera para unir estos discursos de resistencia. Nuestro propósito es hermanar estas lucha, tanto a nivel nacional como internacional
Nuestro compromiso es seguir adelante con este esfuerzo y con esta lucha», dijo Zúniga Cáceres ante un auditorio sumamente atento.
Las actividades concluyeron con una movilización de antorchas que llegó hasta el parque central de la ciudad donde el Copinh, la familia de Berta e integrantes de las comunidades lenca volvieron a levantar su voz, exigiendo verdad, justicia y un alto a la impunidad.
Fuente: LINyM