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Cuando en marzo Tabaré se coloque la banda presidencial que no le quepa dudas que el pueblo le va a demandar si no cumple sus expectativas

Danza de izquierda en el Sur

Fuentes: Rebelión

El inédito experimento de la izquierda uruguaya llega al poder. La coalición Frente Amplio- Encuentro Progresista-Nueva Mayoría ha obtenido en primera vuelta más del 50% de los votos. Las banderas celestes, las de la Hoz y el Martillo y tantas otras sumadas al sueño de resurrección llenaron las plazas de Montevideo, donde se gritaron aquellas […]

El inédito experimento de la izquierda uruguaya llega al poder. La coalición Frente Amplio- Encuentro Progresista-Nueva Mayoría ha obtenido en primera vuelta más del 50% de los votos. Las banderas celestes, las de la Hoz y el Martillo y tantas otras sumadas al sueño de resurrección llenaron las plazas de Montevideo, donde se gritaron aquellas viejas consignas «El pueblo unido jamás será vencido». Ganaron los uruguayos también la mayoría de los escaños de ambas cámaras del Parlamento y la mayoría de los integrantes de las juntas electorales de los 19 departamentos en que se subdivide el país. Más aun: Por amplio porcentaje triunfó la reforma constitucional que impedía la privatización del abastecimiento de agua potable y el saneamiento hídrico, que consiguió el 60% de aprobación. Con este resultado del Plebiscito, la estatización de los servicios queda incorporada a la Constitución.

Entonces Uruguay es hoy el invitado de honor y todos los latinoamericanos debemos alzar la copa del mejor vino de casa, porque otro pueblo hermano baila al son de la izquierda.

El sur de mi Continente se abraza y al fin vamos saliendo del mutismo a que nos condenó esa colaboración oscura entre neoliberalismo, colapso del engendro socialista de Europa y los gritos estúpidos de Fukujama. Empieza el mundo a renacer por donde pensaba que se terminaba: en América Latina

América Latina. Tan humillada, vendida, asesinada… tan «desaparecida». Esta categoría macabra en la que ni se está ni muerto, ni vivo. Algo así como el incomprensible gato de Schrödinger en Mecánica Cuántica. Buen aporte nuestro a la teoría del genocidio

No sabíamos que hacer: Europa… la culta Europa no ofrecía referencia que sirviera. Después del derribo del muro de aquel «Socialismo» no quedó ni una voz para reorganizar la izquierda. Se unió Europa, pero al son del euro y la reacción. Los Estados Unidos más feroces y más incultos. El mundo parecía entonces mudo y sin sentimientos. Fidel era la única lámpara en la oscuridad. Por eso condenaron a mi pueblo a morir de hambre. El «Socialismo» converso y el imperialismo. Dos fuerzas titánicas contra la débil isla de Cuba y contra su fortísima revolución. Además contaron con la inconcebible emigración de Miami: No tiene ningún país del mundo una emigración tan hostil como la nuestra. No sé que beben allá, pero apostaban por la guerra a su tierra, a sus descendientes, curiosa manera de odiar.

Un monumento tendrán que hacerle los revolucionarios del mundo a Fidel Castro y a esta delgada isla del Caribe. Gracias a ella no hubo discontinuidad en los ideales de izquierda. El Pico Turquino se convirtió en la referencia obligada de la justicia social de todo el planeta…

Pero dicen que la mentira corre cien años y la verdad la alcanza en un día. Y así llegó Venezuela con esa música alegre y contagiosa de nueva revolución. El 15 de Agosto venció nuestro nuevo presidente después de ocho bofetadas a los ilustres seguidores de Montesquieu y sus trágicos tres poderes. No hubo democracia mayor que la de Venezuela en el verano. Sí, si la hubo. Este 31 de Octubre.

Antes soñamos con el Ecuador y con Lula… Sí, no se me escapa que debemos cuidarnos de la euforia so pena de más decepciones. Ya hemos sufrido bastante las que nos regalan nuestros gobernantes. Del Ecuador no quiero hablar, pues Gutiérrez ha sido el presidente que se lleva los lauros de la traición. El caso de Brasil, de nuestro entrañable Brasil, es quizás más doloroso. Lula da Silva se ha ganado los lauros de la incertidumbre.

Pero que Lula no imagine que fue él el ganador en Brasil. Ahora incluso se burla del Foro Mundial…. No le hace. El Partido de los trabajadores del Brasil lo sentó en la silla. Ese mismo Partido o el pueblo lo puede desmontar con un poco de pericia y algo más de unidad.

Aun así hemos ganado: No estoy pensando en un par de personas electas y sus mustias convergencias con el capital y las instituciones imperialistas. Quienes ganaron fueron los millones y millones de compatriotas latinoamericanos que votaban de nuevo a la izquierda. Cheque en blanco ¡A nadie! Nunca más. Pero en las calles y los cerros de América vuelve a brillar el gusto a revolución, esta vez patentizada en urnas. Por ahí se comienza a luchar. El pueblo americano comienza a resucitar. Creo que un amigo en la Argentina refiriéndose a los 30 mil hermanos desaparecidos me dijo «Ya no tenemos que probar coraje… es hora de probar pericia política». Y la estamos probando

Quien triunfa en América no es Lucio, Lula, Tabaré, ni siquiera Hugo Chávez. El protagonista vuelve a ser quien llenó las urnas con sus votos y fe para la izquierda. Si la elección no cumple con sus expectativas, pues ya se tomaran otras medidas. Ya sabemos que queremos. No nos conformaremos con poco. Es demasiado lo que hemos sufrido, demasiado el engaño desde México a la Patagonia y sobre todo demasiados los muertos que hemos aportado. En muy pocos años probamos dictaduras y gobiernos serviles. Por eso el pueblo vota a la izquierda sin dejar de demandar sus derechos. América empieza a organizarse.

El fin de Octubre nos dice eso. A Tabaré Vázquez con amplísima mayoría en el Parlamento, y simultáneamente, la reforma constitucional que impide la privatización del abastecimiento de agua potable y el saneamiento hídrico, ganada en Pleibicito le otorga el pueblo uruguayo una gobernabilidad casi perfecta. No tiene necesidad de alianzas turbias y congratulaciones innecesarias con el imperialismo. Démosle tiempo. Él lo dijo: «Festejen uruguayos, festejen, que la victoria es de ustedes». Tiene razón absoluta. La victoria es del pueblo uruguayo que logró organizar una izquierda partir de muchos «istas», es de América, no es de Tabaré y menos aun de Danilo Astori su flamante Ministro de Economía, cuyas últimas declaraciones me han dejado un dudoso sabor que no me permite saborear bien mi vino de victoria.

José Mújica, y su Movimiento de Participación Popular, por ejemplo, triunfan en el Senado con el 30%, cinco senadores y 10 diputados. El pueblo del Uruguay confía en él. Ahora el balón está de ese lado de la cancha. El pueblo cumplió con su parte. ¡Y qué bien lo hizo! Las relaciones con la burguesía local y el imperialismo deberán estar matizadas por esta explicita voluntad del Uruguay.

¡Y qué decir de la princesa de la revolución americana! El gobierno de Hugo Chávez por su parte cuenta ahora con el gobierno de 20 estados de 22 en disputa, incluyendo la alcaldía mayor de Caracas. Importantísimo. El nuevo alcalde habló de que al fin la policía metropolitana estará para defender al pueblo. Y habló de los cien hospitales y de las escuelas y de cómo los múltiples proyectos del gobierno podrán recibir la atención merecida. Las facilidades con que puede ahora gobernar y decidir es arrolladora. De hecho por ahí andan los opositores pregonando que el CNE se volvió a equivocar. Sin darnos cuenta hemos dejado al enemigo sin armas ideológicas, tan sólo un murmullo disonante en medio de la fiesta inmensa de la madrugada entre fuegos artificiales, lemas patrióticos y la voz musical de su insólito presidente. (Me parecería prudente que Chávez se llegara a Washington en estos días y le comente al actual Presidente como ahorrarse unos cuantos miles de millones de dólares y unas cuantas mentiras atroces para conquistar la Casa Blanca)

Chávez dijo algo así como «Lo que iba a morir ha muerto y lo que iba a nacer ya ha nacido». En Venezuela se abren todas las posibilidades del mundo para tomar el cielo por asalto. ¡Y con las mismas armas del enemigo! ¡Allende esta vez sí le entregó el poder al pueblo! Porque no es Hugo Chávez solamente quien gobierna, es un pueblo organizado por sí mismo dueño de las instituciones. Ahora quien mejor vigilará los pasos del presidente no seremos sólo nosotros los revolucionarios de afuera sentados por acá olfateando cualquier decisión, será el grandioso pueblo de Venezuela que ya no tiene por que pedir permiso y menos pedir consejos, pues ya su izquierda es mayor de edad.

La resurrección de América vuelve a nacer en Venezuela, como siglos atrás. Y Chávez y su pueblo le están fabricando una buena tierra a Bolívar para que no tenga que volver a arar en el mar.

Hermosas victorias del pueblo americano. Un buen marco para poder seguir trabajando, para organizar nuestras fuerzas, para terminar de una buena vez de lamer nuestras viejas heridas, y buscar los misteriosos resortes que convoquen a nuestra unidad. La historia nos está reclamando como los protagonistas de izquierda y debemos ser dignos de ella.

No es que espere de estos gobiernos los grandes cambios que requerimos. Los grandes cambios vendrán de las organizaciones sociales y de sus vanguardias políticas. Solamente si logramos salir de esta adolescencia en que nos enterró el fin de siglo. Delante de nosotros tenemos gobiernos populares, tenemos masas que vuelven a confiar, tenemos la razón del mundo sentado en nuestro banco… ¡Pero hay que jugar! ¡Hay que salir al terreno!

Juntarse es la palabra del mundo dijo José Martí. Como siempre más oportuno que nunca… Se nos acaba el tiempo para la retórica y los pueblos no perdonan: Allá en el gigante Brasil Lula perdió San Pablo y perdió Porto Alegre. La periodista de Clarín Eleonora Gusmán señala con mucha pertinencia que «La derrota debe analizarse en dos dimensiones: una, estrictamente municipal, indica que los habitantes de Porto Alegre quisieron castigar a la burocratizada cúpula del PT por haber cedido en su fuerza transformadora inicial. Una segunda dimensión es nacional, y remite a la profunda decepción en la ciudad con los resultados del gobierno de Lula da Silva».

¡Ah! la izquierda no tiene hoy derecho a burocratizarse. ¡Qué de algo nos sirva lo que ya padecimos! La burocracia en la izquierda es el aliado por excelencia de la derecha más extrema y solapada. Ahora Chávez, después de las nueve puertas electorales que ha tenido que abrir con audacia e inteligencia, debe someterse a esta nueva prueba: vencer los estilos burocráticos que surgen instantáneamente al llegar un gobierno netamente revolucionario al poder. Hay que mantenerlos a ralla. De igual manera la corrupción es inherente al sistema capitalista salvaje. Curioso, Chávez tendrá que vérselas con estos dos flagelos al unísono. Pero él lo dijo. De manera inesperada mencionó su deseo de luchar contra este enemigo de la revolución el mismísimo primero de Noviembre…

Por eso si alzamos la copa hoy con nuestros hermanos uruguayos es porque logramos salir de la amnesia, y cuando en marzo Tabaré se coloque la banda presidencial que no le quepa dudas que el pueblo le va a demandar si no cumple sus expectativas. El pueblo de Uruguay y todo el pueblo de esta América que se despierta cada día más. La impresionante coalición de izquierda para tomar el poder y gobernar, ya cumplió la mitad de su objetivo. Le resta el segundo, mucho más comprometido e importante.

El pueblo en América se ha organizado para votar. Si funciona la revolución por el derecho de los comicios. ¡Muy bien! Si no… Sabemos que hay otros métodos tan legítimos como las urnas para vencer.

«Porque esta gran humanidad ha dicho basta y ha echado a andar»