En el Paraguay se abrió un debate en cuanto a la posibilidad de pérdida de derechos de los estudiantes universitarios, esta discusión tiene como interlocutores a los estudiantes universitarios y el actual gobierno de Santiago Peña, donde el foco es la posibilidad de que el estado deje de proveer recursos públicos y la eventual vuelta del arancelamiento a causa del cambio de la fuente de financiamiento.
Antecedentes
El no arancelamiento de la educación superior en el Paraguay solo tiene 4 años de vigencia, no obstante, en el 2010 se inició en el gobierno de Fernando Lugo un intento de discutir una propuesta de implementar el sistema arancel cero en el estamento universitario público[1], esta intención no prosperó. Ya en el 2015 se presentó el “Proyecto de Ley: QUE PROHÍBE EL ARANCELAMIENTO DE LOS CURSOS DE GRADO EN TODAS LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS DEL PAÍS, presentado por la Diputada Karina Rodríguez, y los Diputados Ramón Duarte y Víctor Ríos[2]. Finalmente, el “el 24 de julio del 2020 “los senadores aprobaron con modificaciones el Proyecto de Ley “Que prohíbe el arancelamiento de los cursos de grado en todas las universidades del país”, presentado por entonces senador Víctor Ríos”[3] y fue promulgado finalmente por el gobierno de Mario Abdo Bénitez.
Este logro se encuentra en jaque desde que el Gobierno de Peña lanzó su programa de “Hambre Cero”[4], su posterior tratamiento en el parlamento[5] y promulgó recientemente dicha ley[6] ¿Cómo afecta el programa del ejecutivo a la gratuidad?. La Ley 6628 que Establécese la gratuidad de los cursos de admisión y de grado en todas las Universidades Públicas del país[7] Previó la gratuidad con recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide), donde el 7% de estos fondos estaban destinados el Arancel Cero. Sin embargo, con la sanción de la Ley Hambre Cero se deroga el FONACIDE y se crea el “Fondo Nacional de Alimentación Escolar (Fonae), por el cual el 80% de los recursos será para almuerzo escolar y el 20% restante para infraestructura escolar”[8]
Controversia
En una aproximación rápida sobre los acontecimientos que se desarrollan de forma vertiginosa sobre el punto en cuestión, cabe acotar que el gobierno de Peña apuntó a confundir a la sociedad paraguaya, puesto se confronta la idea de alimentar a los niños/as con hambre o sostener la educación universitaria gratuita.
A priori, es indudable que uno no puede oponerse a la alimentación adecuada de los niños y las niñas; dado que estamos hablando de la satisfacción de una necesidad básica según la pirámide de Maslow, cual es la alimentación. Pero las acciones apresuradas llevadas adelante como así también, el planteamiento desde dónde financiar llama atención y abre una perniciosa (dañina) sospecha que la cosa va por otro andarivel.
Ocurre que, en la Ley aprobada, el gobierno de Santiago Peña, plantea derogó FONACIDE que se venía empleando para solventar la gratuidad del acceso a la educación superior y aducen que la gratuidad se solventará con fondos del recurso del tesoro (fuente 10). En este contexto y en esta decisión del oficialismo es donde se cierne el nubarrón de sospecha sobre la sostenibilidad de las Universidades Públicas del país, puesto que la pregunta necesaria es: si el estado tiene recursos en fuentes del tesoro para cubrir el arancel cero ¿por qué irresponsablemente busca financiar con fondos que no tienen previsibilidad, puesto que el FONACIDE se nutre de las compensaciones por la energía cedida principalmente al Brasil?
La pregunta es inquietante, el estado se rehúsa a financiar con recursos del tesoro un plan de alimentación en un país que orilla el 40% de personas en situación de pobreza, y plantea a través de su viceministro de Educación Superior, Federico Mora que con el cambio de fuente de financiamiento de la gratuidad para dar paso la financiación del programa, “le dará más previsibilidad a las universidades. Al ser fuente 10 esto ya tiene que estar presupuestado. Las universidades ya tendrán certeza de cuánto van a recibir cada año”.
Es sospechoso y contradictorio, dado que el mismo actor político en el 2023 manifestaba abiertamente que el arancel cero «Es un despropósito, pero total, monumental”, y es ahora, que el mismo actor es quien sale a decir que los fondos se garantizarán.
Otro detalle no menor, es que los fondos del tesoro fuente 10, dependen de la recaudación y su transferencia está supeditada a la disponibilidad, es decir, en un estado donde el 70% de la recaudación proviene del IVA y donde la concentración de riqueza va en alza y a su vez estos sectores concentrados no pagan impuesto, la posibilidad de la recaudación para cubrir las demandas de las universidades para infraestructura, laboratorio, biblioteca, etc. es casi nula.
Movilización estudiantil y la consigna el acceso a la Educación Superior gratuita
La movilización estudiantil está generando un saludable debate en el Paraguay. La defensa del Arancel Cero en el país sudamericano constituye en un avance hacia el ideal pansófico de Comenio quien planteó a inicios del siglo XVII, la posibilidad de “educar de todo a todos” y a su vez va en consonancia con las declaraciones Regionales de Educación superior que vienen planteando, “la educación superior como un derecho humano fundamental, un bien público y una responsabilidad de los estados”[9].
Lo que se aprobó hace menos de cuatro años, hoy es bandera de lucha, a su vez se constituyó en un contrapeso al actual gobierno que tiene control de ambas Cámaras del Congreso, y obró sin escuchar a los diferentes sectores afectados por la nueva Ley. El Gobierno de Peña y el conglomerado de que gira entorno al ex mandatario Horacio Cartes, sienten el rigor de las calles; en principio quisieron minimizar, pero las tomas de las facultades la movilización en todo el país de los universitarios obliga al actual gobierno a rever posturas y replantear lo concerniente a la gratuidad, la investigación y el financiamiento de la salud.
Peña y su equipo vienen avanzando en una agenda precarizar la salud, con esta nueva propuesta desfinanciar las universidades públicas y la ciencia, pero da la impresión que los jóvenes paraguayos no quieren perder los derechos alcanzados. Todo apunta que la movilización y las tomas no tiene marcha atrás, la cual implica que el gobierno, muy debilitado por sus sesgos autoritarios y de explícito sometimiento a Cartes, primeramente fue frenado en parte su intención autoritaria y tendrá que ceder puesto que otros sectores con esta movilización levantarán otras consignas adeudas por estado y se le puede abrir varios frentes.
Referencias
[1] https://www.ultimahora.com/gobierno-analiza-aplicar-arancel-cero-la-una-n319842
[2] https://ods.congreso.gov.py/expedientes/106153
[6] https://www.ultimahora.com/sin-escuchar-criticas-pena-promulga-ley-de-hambre-cero-en-las-escuelas
Adilio Lezcano. Diplomado en Economía Política, Especialista en Didáctica Universitaria, Lic. en Matemáticas por la Facultad de Humanidades y Ciencias de laEducación de la UNP.
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