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Entrevista con Gustavo López, candidato a la vicepresidencia de Uruguay por la formación anticapitalista Unidad Popular

«El Frente Amplio de Uruguay promueve la desposesión y el saqueo»

Fuentes: Rebelión

«…¿qué les queda por probar a los jóvenes ? (…) sobre todo les queda hacer futuro a pesar de los ruines del pasado y los sabios granujas del presente » Mario Benedetti   La Dignidad queda en una calle breve, a media cuadra de Avenida Corrientes en Buenos Aires. En el segundo piso hay una […]

«…¿qué les queda por probar a los jóvenes ?

(…) sobre todo les queda hacer futuro a pesar de los ruines del pasado y los sabios granujas del presente »

Mario Benedetti  

La Dignidad queda en una calle breve, a media cuadra de Avenida Corrientes en Buenos Aires. En el segundo piso hay una habitación donde se puede fumar y entrevistar a Gustavo López, quien va de vicepresidente a las elecciones presidenciales de fines de octubre de 2014 en la República Oriental del Uruguay como compañero de fórmula de Gonzalo Abella

(http://www.rebelion.org/noticia.php?id=170769).

Unidad Popular se llama la herramienta política electoral que conjunta a distintas fuerzas anticapitalistas que luchan por salirle al paso al Frente Amplio (originado en 1971, y gobierno desde el 2004). Es fruto de la Asamblea Popular que tiene siete años de vida.

Gustavo López, proviene del mundo de los trabajadores organizados, del sindicalismo del transporte. Por ventura o razones que no se pueden ver, cuando Gustavo me relata a Uruguay no puedo dejar de pensar en Chile.

-¿Cuál es el lugar en el mundo del Uruguay?

«Uruguay es un pequeño país del Cono Sur y que desde hace unos 30 años se ha convertido en una especie de Israel de la región, en un enclave del imperialismo, en su ‘mejor amigo’. Desarrolla hoy una política de subordinación respecto de los organismos financieros internacionales. Concretamente, los niveles de vida y los salarios del pueblo trabajador son fuertemente golpeados por las políticas económicas mercadocéntricas y al servicio del capital. Además, en la actualidad existe una inflación de un 9 %, cuando los consejos de salario tienen como tope de reajuste un 3 %.

Durante mucho tiempo, el Uruguay se resumió en el campo y el puerto. La industria madre de nuestro país era la frigorífica. Actualmente esa industria está en su totalidad en manos de capitales yanquis y extranjeros. No existe un solo frigorífico nacional. Tampoco se procesa el producto por excelencia de nuestro país, el ganado. Se ha llegado al absurdo de exportar al ganado en pie, sin una hora siquiera de tratamiento de trabajo humano. El ganado sube caminando al barco. Por otra parte, la tierra está sufriendo un acelerado proceso de extranjerización, lo que supone una estratégica pérdida de soberanía. Estamos hablando de un territorio que podría alimentar por sí solo a sus tres millones de habitantes y convertirse en exportador de alimentos. Sin embargo, a partir del presente modelo de acumulación capitalista, se ha transformado en un enorme plantío de soja transgénica, montes de eucaliptos, papeleras contaminantes, a lo que se ha agregado últimamente una serie de proyectos devastadores de minería a cielo abierto con consecuencias impredecibles para el medioambiente y el pueblo a mediano plazo. China es el principal importador de soja y celulosa uruguaya. Como ya es conocida hegemonía, en el país gobierna el capital financiero. El endeudamiento se duplicó durante las administraciones del Frente Amplio. Las políticas eminentemente monetaristas del Ejecutivo se concentran en la compra de dólares ante una fuerte descompensación en la balanza de pagos. Todo lo que se exporta es más barato y todo lo que se importa, más caro. Complementariamente, el Banco Central pone las reservas de todos en EEUU (USD6200 millones), y la banca, en general, se dedica a vender crédito de consumo en un 90 %, en vez de prestar para inversiones productivas.»

EL COLOR DEL SAQUEO

-¿Cómo se vive la relación campo-ciudad?

«El sistema en acción, rápidamente viene expulsando a la familia rural, al pequeño productor y al asalariado agrario, en medio de un movimiento del capital que nosotros hemos denominado de desposesión y saqueo. Hoy la concentración de la propiedad de la tierra es superior a la de los años 60 y 70, y hay 250 mil uruguayos viviendo en asentamientos. Ya no estamos frente al viejo imperialismo que ‘intentaba’ al menos el desarrollo de cierta estructura productiva en el país, siempre al servicio de sus intereses, por supuesto. El mito de la burguesía nacional, independiente o con intereses contradictorios con el imperialismo, ahora no resiste ni la más insignificante crítica.»

-¿Cuál es la situación de los trabajadores?

«La inmensa mayoría de la clase trabajadora del Uruguay percibe ingresos de infra-consumo que no le permite sostener mínimamente a su familia. A la par, aumenta la inversión transnacional, el saqueo de la tierra, el extractivismo y la reprimarización de la economía.»

-¿Cómo se expresa el saqueo y extractivismo imperialista en las inequidades sociales?

«En los últimos 6 a 7 años se ha polarizado aún más la sociedad. La fuerza laboral es de un millón y medio de ocupados, y el salario promedio no alcanza los USD600 mensuales. El arriendo de una vivienda humilde, pero digna para una familia de cuatro personas supera ese promedio salarial. En ese mismo sentido, una canasta mínima alimenticia para esa familia está en USD1000. Solamente la cuenta mensual de la electricidad promedia los USD50.Esto quiere decir que en una familia deben trabajar tres personas para sobrevivir.»

-Uruguay sufre hace tiempo de una «fuga de jóvenes»…

«Nuestro país expulsa de manera sistemática a sus jóvenes. Y en especial, a la juventud más calificada. Sólo en Argentina hay medio millón de uruguayos. Esto es una verdadera tragedia para la construcción futura del país. En síntesis, un pilar de un proceso de transformación revolucionaria se está yendo.»

LA RESISTENCIA Y LOS RESISTENTES

-La mayoría de las fuerzas que componen Unidad Popular fueron parte del Frente Amplio que gobierna desde hace años a los orientales…

«En sus orígenes el Frente Amplio (FA) fue una fuerza política que supo condensar y recoger las aspiraciones más avanzadas de transformación de la realidad uruguaya. Asimismo, edificó un programa nítidamente popular, antioligárquico y antiimperialista. No obstante, durante un proceso de 30 a 40 años, el FA sufrió una metamorfosis, llegando ahora a arrodillarse ante los intereses del capital transnacional. Pensar al gobierno del FA como socialdemócrata es ser muy generoso con su política. En verdad, es un gobierno social-liberal que aplica a rajatabla la economía de mercado.»

-¿Se parece a Chile?

«El propio Mujica ha manifestado más de una vez que el modelo político de Michelle Bachelet le resulta muy cómodo, ejemplar y tentador. Nosotros decimos que son ‘la izquierda que le gusta a la derecha’.»

-¿Cómo es el parto de Unidad Popular (UP)?

«Surge con el propósito de rescatar a la izquierda del oprobio en el que había caído el FA. Esto es, la UP busca restituirle a la izquierda su posición original. Volver a levantar un programa popular, antiimperialista y antioligárquico (http://www.radio36.com.uy/entrevistas/2013/11/04/up.html), inequívocamente anticapitalista. En el plano de la resistencia mundial de los oprimidos, nos definimos como el empeño político destacado para evitar que la izquierda uruguaya desaparezca.»

LA CUESTIÓN SINDICAL

-¿Y la situación del sindicalismo?

«La sindicalización es altísima. Alcanza casi la mitad de la fuerza de trabajo. No obstante, el sindicalismo oficial es el legitimador social de las políticas de gobierno. Es una extensión del Ministerio del Trabajo. Es decir, un sindicalismo dominante burocratizado, con una distancia abismal entre dirección y bases. Se ha perdido la independencia de clase como valor central.»

-¿Y el sindicalismo de la UP?

«Es una corriente que crece y que se propone crear una nueva alternativa sindical y romper definitivamente con el oficialismo. El nuestro es un sindicalismo de lucha, supeditado a los intereses de los trabajadores para que vuelva a colocar a los asalariados a la ofensiva como portadores de un proyecto histórico propio de los trabajadores.»

-¿Cuáles son los sujetos sociales centrales llamados a transformar radicalmente al país?

«Junto a los trabajadores, los estudiantes, el ambientalismo consecuente, las formaciones territoriales.»

MUJICA, LA MARIHUANA Y MONSANTO

-¿Y el personaje José Mujica? ¿Qué hay de ese producto mediático inteligentemente elaborado?

«En efecto, Mujica es una construcción mediática. Se trata de un hombre que viene de un pasado guerrillero que hoy no pierde oportunidad de decir a quien quiera escucharlo, que está arrepentido de su pasado y que su antiguo sueño de transformar el mundo se ha limitado a la administración del capitalismo. Es un producto mediático de tintes ‘folclóricos’, con un lenguaje poblado de fórmulas, pero carente de contenidos. Nosotros tenemos la fuerte impresión de que se está agotando ese personaje como efecto de sus incoherencias y la no solución a los problemas más acuciantes del pueblo.»

-Mujica hizo noticia con su proyecto de legalización del consumo de marihuana…

«El gobierno se quiere hacer fuerte a través de la ampliación aparente de derechos individuales. También está su idea de legalizar el aborto y el matrimonio igualitario que, efectivamente comportan un avance en materia de derechos. Sin embargo, se trata de reformas totalmente insuficientes. Nosotros planteamos, independientemente de lo anterior, que la transformación profunda de la vida pasa por quiénes tienen el control de los medios de producción y de la tierra. Ahora bien, sobre el tema de la marihuana puntualmente, nosotros consideramos que los jóvenes deben dotar de sentido a su vida, pero no creemos que ello sea posible o se facilite mediante el consumo de marihuana. Y no hay que olvidar que tras el proyecto de legalización de la marihuana está la transnacional Monsanto (http://millonescontramonsanto.org/) que pretende utilizar a Uruguay de laboratorio.»

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.