El gobierno griego entregó ayer la orden de movilización civil a todos los profesores de enseñanza secundaria con la que prohíbe la huelga en el sector, mientras los docentes pidieron apoyo a los dos principales sindicatos para poder llevarla a cabo. El conflicto abierto en el sector educativo se endureció este fin de semana con […]
El gobierno griego entregó ayer la orden de movilización civil a todos los profesores de enseñanza secundaria con la que prohíbe la huelga en el sector, mientras los docentes pidieron apoyo a los dos principales sindicatos para poder llevarla a cabo.
El conflicto abierto en el sector educativo se endureció este fin de semana con la decisión del ejecutivo de impedir a toda costa una huelga prevista para los días en que se llevarán a cabo los exámenes nacionales de ingreso en la universidad de alumnos de bachillerato.
El primer ministro, Antonis Samarás, firmó un decreto el sábado por la tarde por el que se dictaba la movilización civil de los profesores de secundaria, lo que significa que en caso de faltar a sus obligaciones podrían ser encarcelados y despedidos.
Pese a todo la Federación de Profesores de Enseñanza Secundaria (OLME, por sus siglas en griego) anunció ayer que mantendrá la convocatoria de huelga para el 17 de mayo y envió una petición a los dos mayores sindicatos solicitándoles la convocatoria de un paro general ese día.
Aunque por el momento la decisión de la Confederación de Empleados Públicos (Adedy) fue la de convocar una jornada de paro en la administración para hoy martes, al no considerar oportuno hacerlo durante el periodo de exámenes. Igualmente se espera que el mayor sindicato del país, la Confederación General de Trabajadores (GSEE), respalde la lucha de los docentes planteando una huelga general en todo el país.
En declaraciones a la televisión Skai, el dirigente de OLME Tasos Petropulos confió en que el recurso presentado ante el Consejo de Estado, el máximo tribunal administrativo, revoque la orden gubernamental -pues contraviene la legislación nacional y europea en materia de huelga- y calificó la decisión de Samarás de antidemocrática y anticonstitucional, ya que prohíbe el derecho al paro de forma preventiva y tiempo indefinido -según el propio decreto «hasta una nueva decisión»-, y llamó a sindicatos, padres y estudiantes a secundar las manifestaciones convocadas en el país.
Mientras tanto, el ejecutivo comenzó ayer a emitir las órdenes de movilización civil para los 88 mil profesores de secundaria, por la que se les exige permanecer en sus puestos. Y el portavoz del Gobierno, Simos Kedikoglu, alegó que la orden es la única manera de «evitar una amenaza para el interés público» e insistió en que la huelga de los docentes durante el período de examen es inaceptable, pues pondría en peligro los planes de decenas de miles de estudiantes universitarios.
La medida, de carácter excepcional en tiempos de paz y en democracia, faculta al gobierno para movilizar a los trabajadores por la fuerza en caso de disturbios civiles, desastres naturales o riesgos de salud pública. Sin embargo esta es la cuarta vez en año y medio que la aplica el Ejecutivo para romper huelgas en el transporte o en este caso sin haberse llegado a realizar, por lo que en opinión de muchos sindicalistas «los derechos fundamentales de los trabajadores ahora están suspendidos».
El principal partido de la oposición, Syriza, consideró que la actuación del primer ministro fue irresponsable y peligrosa pues «las explosiones sociales se activan cuando se usan métodos dictatoriales», y exigió la derogación del decreto así como la búsqueda de soluciones dialogadas entre gobierno y enseñantes en el conflicto laboral abierto.
Por su parte el Partido Comunista de Grecia (KKE) cuestionó la legitimidad de la decisión de Samarás, condenando «la aplicación de la doctrina preventiva de la ley y el orden contra el pueblo trabajador», y llamó a los ciudadanos a unirse contra «las políticas inhumanas en la educación que van de la mano con la opresión del Estado y el autoritarismo».
Antonio Cuesta es corresponsal de la Agencia Prensa Latina en Grecia
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