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Perú

El plan C de la mafia congresal

Fuentes: Rebelión

La alianza de trabajadores transportistas y jóvenes de la Generación Z es una amenaza para el sistema político neoliberal de corrupción, crimen y saqueo proimperialista impuesto a sangre y fuego en el 1993, que fue “debilitado” el 2000 (por la Marcha de los 4 Suyos), que volvió a relanzarse el 2022 con el golpe de Estado congresal (y de las FF.AA., la PNP y la embajada yanqui), y que acaba de sufrir un duro golpe con el paro de los trabajadores del transporte (que operativizó el Cerco de Lima), y la resistencia popular logrando el derrumbe de Dina “asesina”.

El ascenso de Jerí al poder es una maniobra de recambio preventivo con el fin de contener al movimiento obrero y popular y que responde al Plan B de la clique congresal. Sin embargo, el gobierno de Jerí nace débil. Tiene cuestionamientos morales de violación sexual, corrupción, etc. Su partido, Somos Perú, tiene décadas en la política nacional y fue, todo este tiempo, parte de la mafia congresal que aprobó las leyes del crimen y otras a favor del poder económico.

Por esta cuestión, Jerí, está obligado a convocar al Acuerdo Nacional y las Mesas Técnicas para aparecer como más concertador, confundir, dividir y tratar de cooptar dirigentes, con el fin de ganar tiempo y descomprimir o en su defecto reprimir al movimiento social. La Marcha del alcalde de Pataz, Carlos Mariño, era un armado político con el fin de lavarle la cara a Jerí, quien sería del mismo partido del alcalde.

Pero el tiro les salió por la culata. A pesar que la patronal del transporte plantea tregua para el gobierno provisional, la juventud Z y varios gremios sociales, han convocado correctamente a la Marcha del 15 O. Lo que se viene es un ascenso de la lucha popular (alimentada por la caída de Dina), que podría desembocar en una rebelión popular de enormes dimensiones.

Por este motivo, un sector de la mafia congresal, liderado por el fujiacuñismo (con Santivañez como operador político), estaría pensando en un Plan C que implicaría generar estragos (muertos), en la marcha del 15 O con el fin de imponer un gobierno al mando de un congresista filo militar que podría dirigir algún fascista como Willians, Chiabra, Montoya o Cueto con el fin de imponer una dictadura de corte fascista (con Rospigliosi como cara civil), a sangre y fuego (hay que recordar que en esta lucha se juegan también los interese de Trump contra los de Xi Jinping).

Por estas razones, la estrategia de la Gen Z de desenvolver Asambleas Populares en los conos de Lima es clave. Estas asambleas deberían ser organizadas con las bases aliadas de trabajadores del transporte y de los gremios sociales activos. Además, habría que hacer un llamado político emotivo a los trabajadores mineros, pesqueros, agroindustriales y de servicios, quienes también son explotados y víctimas del crimen organizado y las políticas de saqueo de nuestro país. Por otro lado, habría que aplicar medidas operativas que fragmenten al poder represor y los saques de su zona de confort.

Esta es la lucha por la vida y contra la NarcoRepúlica que nos gobierna.

César Zelada. Director de la revista La Abeja obrera. Escritor y colaborador de varios medios de prensa popular.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.