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En Grecia crece el racismo de Estado. Hoy, manifestación de la comunidad islámica

El turno de los musulmanes en Atenas

Fuentes: Peace Reporter

Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti

Los ciudadanos atenienses ya se han acostumbrado: las manifestaciones, los incidentes entre manifestantes y policía forman ya parte de la normalidad para quienes viven en la capital helénica.

Hoy viernes, otra manifestación por las calles de Atenas. Esta vez salen a la calle los musulmanes. La tensión entre la comunidad islámica, compuesta por inmigrantes y fuerzas del orden ha superado el nivel del viernes pasado cuando unos mil manifestantes se enfrentaron a la policía cuando protestaban por la destrucción del Corán de un emigrante iraquí durante un control de la policía. El episodio, según las asociaciones de migrantes y las que pelean por sus derechos es tan solo el último de una cadena de actos racistas y violentos de las fuerzas del orden griegas hacia los migrantes. Los agentes del orden lanzaron gases lacrimógenos en la manifestación del viernes pasado como respuesta, según su versión, al lanzamiento de piedras por parte de los manifestantes. «Sólo pedimos que los policías implicados en ese episodio sean castigados», declaró Manala Mohammed, portavoz de una asociación de migrantes. La plaza Omonia, en el corazón de Atenas vuelve a ser escenario de enfrentamientos entre la policía y manifestantes, cosa ya habitual en la ciudad. Hoy, la situación podría volver a repetirse.

Alta tensión. «Grecia no está en la lista de países donde se registran casos de racismo, pero siempre hay quien quiere cambiar las cosas e  utiliizar políticamente la situación de los migrantes», declaró a la prensa Naim Elgantur, presidente de la Unión de Musulmanes en Grecia. La tensión entre la comunidad islámica y las fuerzas del orden se produce precisamente cuando los portavoces de los musulmanes tratan con el ayuntamiento de Atenas la concesión de espacio para un cementerio y lugares de culto adecuados en la capital griega. La necesidad de que haya mezquitas se ha vuelto más acuciante a raíz de la agresión a un grupo  de ciudadanos de Bangladesh que solían reunirse en una casa para rezar, ya que fueron blanco del lanzamiento de un cóctel molotov, obra al parecer de un grupo xenófobo y, si no se produjo una tragedia, fue por pura casualidad.

El veneno del racismo. El episodio del Corán destrozado y del cóctel molotov, según una parte de los migrantes así como según algunas asociaciones antifascistas griegas marca un límite peligroso que la policía y los extremistas de derecha están listos para traspasar. Hay quien dice que de común acuerdo. Las imágenes del asalto del pasado 10 de mayo de un grupo neonazi a un edificio habitado por migrantes ante la mirada de la policía, que tan solo intervino ante la llegada de militantes de izquierda que acudieron a defender a los asediados han dejado huella. Según sitios cercanos a los movimientos antagonistas, desde hace meses se registran serios ataques contra las comunidades de migrantes. Los pakistaníes, por ejemplo, han sido víctimas de varias agresiones efectuadas por rondas de extremistas de derecha en los suburbios de Atenas. Se han producido ataques similares en Nea Ionia, Kalogreza, Galatsi, Perissos, Heraklion, Rethymo y en otros centros.

La manifestación de hoy sucede a otras que han terminado con cargas brutales de la policía. Todo ello mientras la UE y el gobierno griego guardan un clamoroso silencio.

http://it.peacereporter.net/articolo/15977/Adesso+tocca+ai+musulmani