Un análisis de las próximas elecciones en Perú y Ecuador
M.H.: Próximas elecciones el 11 de abril en tu país, en Perú, luego de que en noviembre de 2020 el Presidente Vizcaya fuera apartado por el caso Odebretch. Son 23 candidatos, de acuerdo a las encuestas solamente 3 o 4 tienen posibilidades, Yohny Lescano, Verónica Mendoza, Rafael López Aliaga, George Forsyth. Pero con los indecisos, el 31% encabezando estas encuestas y a lo que habría que agregar el “vacuna gate”.
R.N.: Vamos a tratar de explicar esto que parece tan confuso, porque un país en el que se postulan 23 candidatos, donde el que mayor voto convoca solamente llega al 12%, donde no se sabe qué pasará con el 30% ni con las ausencias, a pesar de que en Perú se castiga fuertemente a quien no vota, es obligatorio y hay multas muy altas por no hacerlo.
Esto que está ocurriendo en América Latina y ya es casi aburrido enumerarlo país por país, Chile, los problemas de Ecuador, hay una especie de servicio a la ciudadanía de cosas que parecen incomprensibles. Pero en Perú lo más importante no es la elección del 11 de abril, sino que hay que decir abiertamente que esos 23 candidatos indican algo, en Perú no existen más partidos políticos orgánicos, inclusive esto pasa de manera similar acá, los partidos son referencias, sin embargo, acá existen en relación de referencia entre el votante y el candidato, el partido Radical o el Peronista que se sienten de una misma memoria histórica, en Perú no existe eso.
Los 23 candidatos son casi todos provincianos, los partidos de derecha han desaparecido, el APRA desapareció con Alan García y en Perú se da un caso de una especie de provincialismo atrasado donde las provincias al ver este vacío de representación institucional nacional se expresan directamente y presentan sus candidatos que la mayoría son personajes de segunda, oportunistas, como es la vida política del país a partir de Fujimori y otros.
No olvidemos que en Perú hay seis presidentes encausados legalmente por delincuencia, por ladrones, algunos por centenares de millones de dólares otros por miles, un caso inaudito también para tener en cuenta. En estas condiciones se va a hacer este acto electoral en Perú.
Citaste el caso de Vizcarra, que fue el último presidente defenestrado, y también está acusado de haber recibido coimas cuando era gobernador de la provincia de Moquegua por un hospital y una obra de desagüe que se iba a realizar ahí.
Está encausado y se presenta en una lista de un ex fujimorista para tratar de tener inmunidad parlamentaria. Estos son episodios menores. El hecho es por qué se da esta realidad en Perú, así como en otros lugares. Y acá hay que ver algo que ya he mencionado muchas veces, en Perú el 60% de la gente es pobre y marginal. Pero no desde ahora, secularmente. De tal manera que el país oficial de las estadísticas es el 30 o 40% de la población. Se decía de Perú, al igual que Chile, que creía al 5% y que eran países de punta, ahora se sabe que en Chile prima la desigualdad y la miseria, y que eso era una farsa. En Perú es peor porque las cifras estadísticas oficiales son para un 30% y no se cuenta al resto de la población que es marginal.
Hace unos años un investigador escribió un libro que se llama El otro sendero donde dijo que la economía informal contribuye más al PBI que la economía formal. Hay que ver cuáles son las consecuencias de este dicho, que el 60%, que es marginal y que vive en la economía informal en diferente grado, tenemos un país que no parece nada de un desarrollo capitalista medio, es la realidad.
Yo lo suelto para que quien lea vea que esta es una expresión en un momento, agravado por la crisis económica, política y por la pandemia de lo que es esta miseria de la política de esos países que se llaman “democráticos” y capitalistas. Eso es lo que está ocurriendo en Perú. Por eso esto no se trata solamente de una perversidad política ocasional, sino que es la consecuencia de todo un proceso de decadencia de un país como Perú donde se degradó todo. No hay que olvidar que Fujimori le daba un millón de dólares a cada Coronel que ascendía a General y que él, que está acusado de apropiarse 40.000 millones de dólares con Montesinos, degeneraron al país de manera tal que todo el mundo era cómplice de la justicia y no podía vivir él en esas condiciones de un dominio autoritario, y una corrupción como la de él si no captaba las FF AA y policiales a la burocracia y no imponía un sistema de ética perversa en el país.
Ese es el país donde se van a realizar estas elecciones para que en julio asuma el nuevo presidente, que no se sabe cuál va a ser, se sabe que va a haber segunda vuelta, no se sabe cuál va a ser el comportamiento electoral final y nadie puede predecir una victoria. Lo que sí puedo decir es que salvo Verónica Mendoza que es una centrista de izquierda, como se califica ahora a los progresistas dentro del sistema, el resto son todos defensores del orden capitalista incluso con las alas diversas, fascistas, liberal conservadora, etc. No podemos esperar nada.
Verónica Mendoza sería casi un milagro que llegue a la segunda vuelta. Su caso es particular porque habiendo oportunidades para una posición progresista, que muchos llaman populista en el país, ella es una candidata que como se formó como profesional en Europa, no tiene oído para captar lo que piden los de abajo con las movilizaciones últimas que terminaron siendo factores como en Chile, de la realidad peruana, y como no tiene sensibilidad en ese tipo, se está impidiendo de llegar a esos sectores populares que están pidiendo un cambio radical en el país para obviamente enriquecer su candidatura con la opción de ser presidenta de la república.
M.H.: Mencioné el “vacunagate” y te quiero pedir un análisis, dado que integraste como senador la Comisión de salud.
R.N.: Durante cinco años. El problema de Perú es como Argentina agravado por veinte, pensando que Argentina es un país privilegiado en relación a realidades como la de Paraguay, Perú o Ecuador. El problema central en Perú es que todos los elementos de degeneración social y políticos producto de la desigualdad y una dominación de tipo oligárquica secular en el país, con el problema político ético de 7 presidentes ladrones en el país, y por eso cité a Fernando de Soto quien afirma que la economía es informal, para que se hagan una idea, en Perú el 60% de la población, desde mí época no tenían asistencia médica. Y en mi libro yo cito, que cuando le pedí al Primer Ministro postas médicas en la Sierra Central para dar asistencia elemental a 3 millones de personas, me dijo que no podía ser porque esas personas no tributaban nada. O sea, la concepción de los gobiernos liberal-conservadores de tipo salvaje, donde si no tributas no tienes ningún servicio, no solo educación sino salud.
Esta es una referencia real que yo viví, que cito para mostrar que aunque el gobierno este que ya se va quisiera y hubiera presupuesto, no hay infraestructura, no hay médicos, enfermeros ni hospitales y los marginales que son el 60% no han tenido prácticamente asistencia médica, a ellos se los deja morir. Es imposible un servicio médico. Por eso es que Perú proporcionalmente a su población es uno de los países más tocado por el Coronavirus. A eso se suma la desigualdad que estás insinuando, porque la salud es más privada que acá, porque se ha convertido en un negocio formidable, y la preocupación a los asociados de esas organizaciones de ese régimen privado que existe en el Perú privilegiadamente, y las desigualdades van por escalones, el que tiene algo, el que tiene menos y los que no tienen nada.
De tal manera que lo ético, que ya cité que es fundamental, de los 7 Presidentes ladrones, con una moral sucia en todo el país, agravado por la desigualdad, llevan a que el que trata de conseguir una vacuna se la pone como se ha acusado al ex presidente Vizcarra que vacunó a escondidas a su mujer, se vacunó él y a sus conocidos. Si lo hace el Presidente, lo hacen los Ministros y todos los que tienen poder, obviamente esto que está ocurriendo en otras partes, que aparecen como privilegios menores, en Perú es la expresión de una moral nacional, producto de los que tienen arrasan con todo y creen que tienen el derecho y los privilegios sin que nadie los controle, inclusive en este momento dramático. Por eso se vacuna quien puede a escondidas, comenzando por el ex Presidente que vacunó incluso a su portero.
M.H.: El mismo 11 de abril, segunda vuelta en Ecuador. ¿Cómo ves el panorama político de ese país?
R.N.: Esa es una pregunta para responder a lo largo de un año entero, pero voy a tratar de hacerlo. Andrés Arauz va a competir con el banquero Guillermo Lasso, es su cuarta presentación y no es solamente banquero, como cualquier banquero de cualquier país que además son terratenientes, son exportadores, incluso mineros, por lo tanto, es una figura fundamental.
M.H.: Ligado a las finanzas también.
R.N.: Por supuesto, es sobre todo banquero, pero con propiedades múltiples. Y Arauz es un profesional joven, correísta, que obviamente va a dar la batalla en las peores condiciones, porque todo el mundo sabe que han dejado fuera a Correa, le han hecho todas las trampas posibles, le han dificultado, ha habido una total persecución y, sin embargo, salió primero y va a enfrentar a Guillermo Lasso.
Lo novedoso es el fenómeno Pachakutik, o sea la CONAIE, que es una poderosa organización de campesinos e indígenas y todo aquel que forme parte de las comunidades ecuatorianas que han tenido un papel muy fuerte en la historia, primero dijeron que apoyarían a Lasso, ya lo habían hecho antes en la otra elección, que no apoyan a Correa y que como salieron terceros, han llamado a una especie de abstención.
Pero la pregunta es por qué estos grupos no votan por un candidato que parece a la izquierda largamente de Guillermo Lasso. Hay que recordar que Correa tuvo problemas con ellos, al principio contó con el apoyo de las fuerzas populares, sobre todo con el apoyo de la CONAIE o sea los campesinos organizados en defensa del derecho de sus comunidades sobre todo ante las agresiones de las mineras. Y como la economía de Ecuador es dolarizada, obligó a Correa a reemplazar los ingresos que fallaban, porque el precio del petróleo había bajado y los remitos de los ecuatorianos que están en el exterior que son el 30% del aporte al fisco, tampoco llegaban, y como la economía está dolarizada se dio una coyuntura desfavorable entonces Correa pactó con la inversión minera china y comenzó a aplicarla.
Y como ninguna inversión china o no china es limpia, obviamente esa inversión atacó los intereses de estas comunidades que protegen sus tierras, el agua, defienden su espacio físico. Entonces se creó un conflicto y de ser aliados pasaron a ser adversarios y como Correa mantuvo una posición dura, ellos se convirtieron en fuertes opositores de Correa.
Lo que sucede es que no se sabe si los votantes que están bajo la disciplina de la CONAIE y los movimientos sociales van a acatar esta especie de voto principista y algún sector no votaría por Arauz. Es una incógnita. Lo digo y reflejo este hecho para que se comprenda por qué un sector que parece radicalizado progresista, no es correísta y llama a votar en su contra.
Estas son las razones, económicas y políticas por las que tanto Correa como el correísmo perdió el apoyo de este importante sector de las luchas sociales y políticas en el país y que ahora se traducen en consecuencias imprevistas electorales, porque no se sabe realmente cuál será el voto de los de abajo, si van a acatar la disciplina de sus dirigentes o le dan la posibilidad a Arauz de elegirse Presidente de la República en segunda vuelta.