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La UE y Marruecos firman un acuerdo de asociación avanzado

Europa convierte a Marruecos en un socio político y económico privilegiado

Fuentes: Diagonal

El nuevo estatuto firmado con Marruecos hace primar los intereses económicos, políticos y estratégicos de Europa frente a la protección de los derechos humanos de marroquíes y saharauis.

Compartirlo «todo salvo las instituciones» es la filosofía del acuerdo de asociación avanzado firmado el 13 de octubre entre la Unión Europea (UE) y Marruecos, un acuerdo impulsado principalmente por España, Francia y Portugal y que se convierte en el primero de este tipo con un país no europeo. El tratado se concretará, entre otras cosas, en la realización de cumbres bilaterales, la participación de Marruecos en reuniones ministeriales y organismos europeos como Eurojust (justicia) y Europol (policía), la integración del país magrebí en el mercado interior de la UE, la cooperación en materia de energía y transportes y la firma de un acuerdo de libre cambio profundizado. Según la UE, el objetivo del acuerdo es «respaldar el proceso de modernización y transición democrática emprendido por Marruecos desde hace varios años», un proceso que nunca se ha producido, según defensores de los derechos humanos. En el último informe de Amnistía Internacional sobre el país, se establece que «seguía restringiéndose la libertad de expresión, asociación y reunión, y las autoridades castigaban las críticas a la monarquía, así como otras cuestiones consideradas delicadas desde el punto de vista político.

Se detuvo y enjuició a activistas de derechos humanos, periodistas, miembros del grupo político no autorizado Justicia y Caridad y saharauis que se oponían al dominio marroquí en el Sáhara Occidental». A esto se suma la brutal represión, este año, contra la población de Sidi Ifni. Por ello, el Partido Demócrata Amazigh Marroquí pidió en septiembre que se suspendiera la firma del tratado hasta que el país respetara «los principios democráticos y los derechos fundamentales, como estipula el artículo segundo del acuerdo de asociación» que está en vigor desde 2000. «Es por intereses económicos, políticos y estratégicos que Europa ha dado a Marruecos este estatuto avanzado, y no para el avance de la democracia», dice a DIAGONAL Abdallah Harrif, secretario nacional del partido marroquí Vía Democrática.

Marruecos se ha convertido en un país muy atractivo para Europa tras haber sufrido un programa de ajuste estructural dirigido por el FMI hasta 1993 y tras haber lanzado, ese mismo año, una ley de privatización de empresas públicas cuyo resultado ha sido, a día de hoy, la privatización de 73 compañías, de una lista de 114 privatizables. Según la Dirección de las Empresas Públicas y de la Privatización de Marruecos, «las privatizaciones han reafirmado el interés de los inversores extranjeros en la economía marroquí, puesto que su aporte ha alcanzado más de 67.000 millones de dirhams (6.000 millones de euros) a finales de 2006». El 60% de las inversiones extranjeras para la compra de empresas públicas marroquíes proviene de Francia y un 13,5%, de España.

Hoy, Marruecos (un 60% de cuyas relaciones comerciales se realizan con Europa) es el principal receptor de los fondos del Instrumento Europeo de Vecindad, con 654 millones para el período 2007-2013, unos fondos que, según un documento de la Comisión Europea, «se gastarán en contribuir a la reforma económica que hay en marcha en Marruecos». Mientras la UE intenta alcanzar un acuerdo con el país magrebí sobre la liberalización del mercado agrícola este año y la del sector servicios en 2009, y mientras se siguen estrechando las relaciones en materia energética (ver DIAGONAL nº 87), se prevé que después de 2013 se ponga en marcha entre ambos actores el tratado de libre cambio profundizado, un acuerdo que permitirá la libre circulación de mercancías, servicios y capitales, pero no de personas.


ENTREVISTA // ABDALLAH HARRIF, SECRETARIO NACIONAL DE VÍA DEMOCRÁTICA

«El acuerdo ayuda a que se sigan violando derechos»

El dirigente de este partido de izquierda marroquí analiza los intereses que se esconden tras el establecimiento del estatuto avanzado entre la UE y Marruecos.

DIAGONAL : ¿Qué análisis realiza del nuevo estatuto avanzado ?
ABDALLAH HARRIF : Las relaciones entre la UE y Marruecos son relaciones desiguales que imponen a nuestro país especializaciones que no le permiten desarrollar sus capacidades. Son relaciones de dependencia que van en detrimento de nuestro país y el estatuto avanzado no va a cambiar gran cosa. Se dice que va a tener un impacto sobre aspectos políticos, la democracia, los derechos humanos, pero pienso que no es así, y que la lucha por la democracia y el desarrollo en nuestro país es, primero, un asunto de los marroquíes. Son las fuerzas progresistas de la UE las que pueden ayudar a las fuerzas progresistas de Marruecos, sin embargo, la UE está dirigida por países capitalistas que explotan nuestro país en colaboración con las clases dominantes marroquíes. Este estatuto quizá puede aportar algo, pero no en este marco de dependencia de la economía, de la política y de la seguridad de nuestro país hacia la UE. El acuerdo también está ligado al hecho de que Marruecos juega un papel de gendarme para impedir que los africanos lleguen a la «Europa fortaleza». Y porque hay una competencia entre el imperialismo estadounidense y Europa que empuja a la UE a dar algo a Marruecos para atraerlo, acercándose a sus clases dominantes en beneficio del régimen y no de las populares.

D. : Los acuerdos entre la UE y Marruecos dicen tener como prioridad la defensa de los derechos humanos, y la UE felicita al país por su avance hacia la democracia…
A.H. : Al contrario, ha habido un retroceso en el plano de los derechos humanos y la democracia. Este tipo de cosas ayuda a que se sigan violando los derechos humanos. Está habiendo muchos juicios, con penas muy importantes, contra la libertad de expresión ; hay detenciones de estudiantes, juicios a los militantes de movimientos sociales y de protesta y a los saharauis. Además, las elecciones de 2007 demostraron que Marruecos es una democracia de fachada, y el pueblo las boicoteó masivamente porque no creen en esta democracia, donde el parlamento y el Gobierno no tienen poderes. Es por intereses económicos, políticos y estratégicos que Europa ha dado a Marruecos este estatuto avanzado. El tema de los derechos humanos se usa sólo para que la opinión pública europea acepte este tipo de relación.

D. : A nivel económico, ¿qué supondrá el tratado para los marroquíes ?
A.H. : Cuando se tienen dos economías y una es muy fuerte y la otra muy débil, si se abren las fronteras vamos a tener muchos problemas, porque nuestra economía no tiene el nivel de desarrollo de los países europeos. Todos los países desarrollados han protegido su industria, su producción, su mercado interior… En Marruecos no es así : todo el proceso está ligado a las exportaciones, a los intercambios exteriores, y esto no llevará a un verdadero desarrollo. La UE configura esta extraversión de nuestra economía para que esté dirigida, no a la satisfacción de las necesidades esenciales de nuestro pueblo, sino a satisfacer las necesidades de la UE.


Intereses en inmigración

Las autoridades europeas han hecho hincapié en la necesidad de que el nuevo tratado incluya un «acuerdo de readmisión (de inmigrantes indocumentados) y de facilitación de visados». De hecho, la UE condiciona las ayudas al desarrollo al control de las fronteras por parte de Marruecos y, entre 2004 y 2007, destinó 100 millones de euros al refuerzo policial de las fronteras marroquíes. En el país hay al menos diez centros, formales e informales, de internamiento de extranjeros, y muchos inmigrantes han muerto a manos de la policía al intentar cruzar la frontera. Mientras, la «facilitación de visados» se ajustará a las políticas europeas de acoger tan sólo inmigrantes muy cualificados, necesarios para ciertos sectores económicos.