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Ex jefe de estación CIA condenado en Milán traficó armas en Honduras

Fuentes: Aporrea

«Bob» Seldon Lady, el ex jefe de la estación de la CIA en Milán, quien dirigía a 23 agentes de la «super agencia» yanki condenados en Italia por secuestrar, torturar y luego ‘desaparecer’ al clérigo egipcio musulmán Abu Omar en la ciudad italiana de Milán en el 2003, era un elemento clave de la red […]

«Bob» Seldon Lady, el ex jefe de la estación de la CIA en Milán, quien dirigía a 23 agentes de la «super agencia» yanki condenados en Italia por secuestrar, torturar y luego ‘desaparecer’ al clérigo egipcio musulmán Abu Omar en la ciudad italiana de Milán en el 2003, era un elemento clave de la red que desde Honduras y El Salvador traficó armas por cocaína a favor de la contra nicaragüense en los años 80.

Muy vinculado a John Negroponte, Félix Rodríguez Mendigutía y Luis Posada Carriles, Lady fue condenado en ausencia por un tribunal de Milán.

El juez Oscar Magi dictó prisión para los norteamericanos, pero la sentencia no podrá ejecutarse, porque Estados Unidos sigue dando cobertura a sus espías y se niega rotundamente a su arresto o extraditarlos, a pesar de sus crímenes.

Lady, un norteamericano de 52 años, nació en Honduras y participó con su propio padre en operaciones de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana en la guerra sucia contra los Sandinistas nicaragüenses, antes de sumarse después del 2001 en una «Operación Cóndor» versión Medio Oriente.

Entre los 26 imputados del caso inicial, en Italia, se encontraba una mujer ahora supuestamente radicada en México, que dirigió el comando, Betnie Medero, así como una misteriosa funcionaria del Departamento de Estado, Mónica Courtney Adler.

Este juicio constituye el primer caso penal en el mundo sobre las «entregas extraordinarias» que autorizó George W. Bush después del 11 de Septiembre.

Estos secuestros se caracterizaron por las cárceles secretas, la tortura y las desapariciones. La operación culmina ahora con el nombramiento de John Negroponte, ex embajador en Bagdad y ex Zar de la Inteligencia norteamericana, a subsecretario de Estado encargado del dossier Iraq.

Abu Omar fue secuestrado en una calle de Milán en febrero del 2003, llevado a la base militar de Guerzoni y, tras ser introducido en un automóvil sin ventanillas, fue trasladado a la base aérea norteamericana de Aviano, desde donde fue llevado a la de Ramstein, en suelo alemán, con la colaboración de Alemania, y desde allí a El Cairo donde fue torturado en presencia del mismísimo «Bob» Seldon Lady.

El Parlamento Europeo reconoció que varios gobiernos europeos, entre los más propensos a predicar los derechos humanos en el mundo, ayudaron a cubrir las transferencias secretas de sospechosos a cárceles secretas donde fueron secuestrados, torturados y, en varios casos, ‘desaparecidos’.

Entre los miembros del comando que realizó el kidnapping (secuestro), el caso de Betnie Medero es particularmente interesante. Esa mujer de 33 años se encontraba de segunda secretaria de la embajada norteamericana en Roma. Llegó a Italia en agosto del 2001 con credenciales diplomáticas y, según el diario Corriere della Sera, dirigió en el terreno el secuestro, además, de asegurar el transporte del rehén hasta la base estadounidense de Aviano, en el norte del país. Se cree ahora que se trasladó a México, donde se encuentra vinculada a la embajada de EE.UU., afirma el mismo periódico italiano.

Medero tuvo dos principales cómplices en esta acción, que parece calcada de una película de Hollywood: James Thomas Harbison, de 58 años, y Vincent (o Vicent o Vicente) Faldo, de 57 años.

Sin embargo, las características del cabecilla del grupo, Robert «Bob» Lady, ilustran la extensión de las operaciones sucias de la agencia norteamericana por todo el mundo.

Hijo de William «Bill» Lady, un viejo agente CIA radicado en Honduras, «Bob» Lady manejó con Manuchar Ghorbanifar, un sulfuroso negociante iraní, la venta secreta de armas a Irán que, con las operaciones de narcotráfico dirigidas desde El Salvador por Félix Rodríguez Mendigutía y Luis Posada Carriles, provocó el mayor escándalo que sacudió a la administración Reagan.

Lady realizaba sus conexiones sucias bajo las órdenes del teniente coronel de marines Oliver North, quien también orientaba las operaciones de Ilopango, siempre para proveer ilegalmente armas a la contra nicaragüense.

Estas operaciones también se desarrollaron paralelamente con la red de contrabando del multimillonario Gerard Latchinian, padrino del empresario Yehuda Leitner, actual proveedor de armas y de equipos de represión de la dictadura Micheletti.

«Bob» Lady seguía activo en América Central en 1994, cuando el espía Aldrich Ames «lo quemó», al revelar su nombre a la inteligencia soviética, afirma la prensa norteamericana.

Su nombre fue luego asociado al «Nigergate», esa operación de desinformación que justificó la ocupación de Iraq bajo el pretexto, totalmente inventado, de que Saddam Hussein buscaba comprar uranio a Níger.

Lady huyó precipitadamente de Italia en junio del 2005, cuando supo que la justicia de este país se interesaba en el secuestro de Abu Omar. Alertada, su esposa, borró todos los expedientes de su computadora, pero los especialistas de la policía llegaron a recuperar gran parte del material.

Más aún, los investigadores encontraron pruebas de que Lady se encontró durante dos semanas en El Cairo, cuando empezó el interrogatorio del imán de Milán.

Fuentes aseguran que «Bob» Lady se encuentra en este momento de regreso en América Central.

Su ex jefe Negroponte participó activamente en la elaboración del plan fascista que llevó al derrocamiento del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya.

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Fuente: http://aporrea.org/internacionales/a89873.html