La comunidad ecuménica de la Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social, FUNDALATIN, nace el 9 de Junio de 1978 en pleno furor del maquiavélico Plan Cóndor, que es el nombre con que se conoce al plan de coordinación de acciones y mutuo apoyo entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del […]
La comunidad ecuménica de la Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social, FUNDALATIN, nace el 9 de Junio de 1978 en pleno furor del maquiavélico Plan Cóndor, que es el nombre con que se conoce al plan de coordinación de acciones y mutuo apoyo entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América del Sur: Chile, Argentina, Brasil, Para
Es así como la Teología de la Liberación surge como una corriente teológica cristiana
Fundalatin, en la figura del Padre Juan Vives Suria y Patricio Rice (argentino) , jugaron un papel importante en esa coyuntura histórica por lo que inician la creación de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos, FEDEFAM, que tuvo un papel crucial es la búsqueda y rescate de desaparecidos de ese triste momento histórico continental.
En ese postulado de la espiritualidad liberadora comprometida con los mas vulnerables y con el firme compromiso de promoción de los Derechos Humanos en todas sus expresiones, Fundalatin, ha desarrollado en estos 40 largos años actividades contestes con esa misión legada por nuestro Padre Juan Vives Suria, quien decía «La Paz no se da, se construye» y eso lo motivó a realizar con mucho esfuerzo documentales que rompieran la hegemonía comunicacional sobre temas de interés nacional e internacional, material a udiovisual titulados: A la luz de la Teología de la Liberación. Despierta América. La Deuda Externa. Petróleo y Cambio. Otro Mundo. Del Terrorismo a la Paz, todos ellos con vigencia a pesar de los años transcurridos desde su creación .
La presencia de Fundalatin en foros internacionales, tales como Naciones Unidas, Organización de Estados Americanos, OEA, como otros, le ha valido reconocimiento nacional e internacional. No es casual que nuestra organización posea estatus consultivo ante Naciones Unidas, y sea invitada consuetudinaria a espacios multilaterales donde el tema de Derechos Humanos en Venezuela sea establecido como punto a tratar.
En Venezuela ha cumplido un rol importante en el establecimiento de mecanismos de diálogo para la búsqueda de la paz. Es miembro activo de todas las iniciativas que en esta materia han establecido los actores en conflicto.
Muchos han sido los colaboradores y participantes de la gestión de Fundalatin en estos 40 años, algunos de ellos han quedado en el camino, pero permanecen en nuestras mentes y nuestros corazones. Nuestra presidenta, la hermana María Eugenia Russian, nuestro asesor académico Guido Zuleta y tantos y queridos miembros que sería imposible enumerar, han convertido su accionar dentro de nuestra organización en un verdadero apostolado en la Defensa de los Derechos Humanos con visión crítica y ética.
Con el objeto de honrar y reconocer los Constructores de Paz, héroes y heroínas anónimas nacionales e internacionales, nuestra organización creo el galardón «Premio constructores de paz Juan Vives Suria».
Son muchos y más complejos los retos que se nos presentan como organización defensora de Derechos Humanos, sobre todo si tomamos en cuenta la férrea Guerra Mediática que invade el mundo y que hace obligada una permanente y veraz verificación de la información y las fuentes de las denuncias que recibimos. El fenómeno del Fake News se globalizó y se ha convertido en un arma importante en esta guerra no convencional que se emplea para derrocar gobiernos legítimamente constituidos.
Ante esa realidad innegable, Fundalatin asume este nuevo reto y se compromete como siempre a ser responsable y confiable en el manejo adecuado de la información y de las acciones que de ella se deriven.
Transcurrirán los próximos 40 años con la firme convicción de que construiremos un mundo más justo, más equitativo, con pleno respeto a la Pachamama y donde el ser humano sea el eje central del accionar de los Estados todos, en paz y con justicia social.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.