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Narcometrópoli: Geopolítica de la droga (VI)

Holanda y España se disputan el papel de narcoestado

Fuentes: Rebelión

Los narcoestados: definición y evolución Cuando un país ha sido sometido durante siglos a un sistema de plantación, no solo crece de manera exponencial el riesgo de que se convierta en un narcoestado sino también que reproduzca, con algunas diferencias, los mismos patrones agrarios en todos sus sectores económicos. En definitiva, se trata de estragos […]

Los narcoestados: definición y evolución

Cuando un país ha sido sometido durante siglos a un sistema de plantación, no solo crece de manera exponencial el riesgo de que se convierta en un narcoestado sino también que reproduzca, con algunas diferencias, los mismos patrones agrarios en todos sus sectores económicos. En definitiva, se trata de estragos sembrados por el Neoimperialismo, a finales del siglo XIX, y el Nuevo Orden Mundial, acepción formulada por George H. W. Bush i , en 1990, para marcar el periodo de la posguerra fría. El termino narcoestado en su originario significado, señalaba aquellas naciones donde la presencia de mafias dedicadas al tráfico de estupefacientes, era apta a disputar el poder al Estado e influenciar las acciones de los representantes políticos, controlando las instituciones de manera indirecta por medio de financiamientos ocultos, sobornos, cohechos e incluso chantajes y amenazas a la vida de los gobernantes y a la integridad personal de sus familiares, dicho de otra manera, el famoso lema de Pablo Escobar Gaviria: «¿Plata o plomo?» ii .

Los cárteles colombianos dieron a conocer con descaro el fenómeno que Peter Dale Scott, poeta e investigador canadiense, ha definido como «Deep State» o «Estado Profundo«, o sea, unas corporaciones que se ocultan detrás de la administración pública urdiendo redes dentro del sistema, y privilegiando, en el mundo del capital, los enlaces con la industria petrolera, las megaempresas de armamento iii y el entramado internacional del tráfico de droga. El nivel de penetración de estos círculos o camarillas, como ya se ha mencionado en el párrafo «Hibridación del universo criminal e introgresión socio-institucional» iv, es tan alto que se puede hablar de burocratización de los lobbies, y si ellos siguen escondiéndose, ya no es por motivos de miedo al menosprecio popular, sino para mantener una plena operatividad (maniobras oscuras) y contraponerse con eficacias a facciones contrarias. En la realidad, la plutocracia está batallando tanto contra el proletariado lato sensu -apremiándolo a aceptar sus modernas formas de precariedad y esclavitud desde hace más de veinte años- como contra si mismo, así que la conceptualización de un capitalismo monolito es una idea obsoleta, herencia de la ideología marxista, que interpreta según la antigua subdivisión en clases sociales un fenómeno completamente nuevo. De acuerdo con esto, en la investigación (abril de 2013) del profesor Mike Savage de la London School of Economics, se han enumerado siete grupos sociales (élite, clase media establecida, clase media técnica, nuevos trabajadores acomodados, trabajadores de los servicios emergentes, clase trabajadora tradicional y precarios) que constituyen la columna vertebral de la sociedad contemporánea. El análisis deja claro que las decisiones en la vida económica y política de la nación, en este caso Reino Unido, son tomadas por la élite v (6% de la población), en cambio la clase media establecida, o sea la burguesía tradicional, la clase media técnica, es decir, los neófitas tenedores de capitales con escaso involucramiento cívico, y los nuevos trabajadores acomodados, principalmente jóvenes poseedores de patrimonios e ingresos medios con elevado nivel profesional e provechosas relaciones comunitarias, son simples gregarios que toleran, y a veces con sufrimiento, la autoridad de esta casta monopolizadora de los recursos financieros, sociales y culturales vi. Con referencia a la clase obrera -formada por viejos asalariados- está a punto de desaparecer reemplazada por los precarios, carentes en todos tres los capitales (económico, social y cultural), y los trabajadores de los servicios emergentes, que experimentan un estado de fragilidad, aunque dotados de la herramienta para desarrollar un papel civilizador y una adecuada interacción en el seno de la colectividad vii.

Lo cierto es que en la élite se producen complicidades, venganzas y traiciones a escala global, debido a que el concepto de patria le es ajeno así como el sentido de conciencia clase, por lo tanto, sus integrantes viven para ganar dinero y lo que representa: éxito y poder para lograr aún más dinero. Cabalmente, no tienen escrúpulos de sacar ventajas en una situación de dificultad, tal y como pasó en el año 2008, cuando la crisis alteró los equilibrios en el gotha financiero y cada compañía buscó la salvación, o antes bien, disfrutó de la oportunidad para socavar la posición de competidores en grave dificultad. Entonces, se mostró la verdadera cara del capitalismo, dispuesto a recaudar fondos sucios, como denunciado por Antonio Maria Costa, jefe de la UNODC, al declarar que: «El dinero de la droga, que representa miles de millones de dólares, ha permitido al sistema financiero mantenerse en el punto culminante de la crisis… En muchos casos, el dinero de la droga era el único capital de inversión líquido. Durante la segunda mitad de 2008, la [falta de] liquidez era el principal problema del sistema bancario, así que el capital líquido se convirtió en un factor importante» viii.

La afirmación tiene relevancia porque cuestiona, en la actualidad, el mismo concepto de «narcoestado«, visto que las mafias han suavizado la acción violenta, mientras que han acrecido la capacidad empresarial y especuladora para influenciar y condicionar el sano desarrollo de la vida democrática. La pregunta surge espontánea, ¿se puede definir narcoestado el territorio de una nación donde sangrientos cárteles producen y mercadean sustancias psicotrópicas, causando inestabilidad institucional, quebranto de la legalidad y criminalidad difusa, o aquel que se convierte en el paradero de un imparable flujo de dinero gris poniéndolo a buen recaudo? Evidentemente ambos, pero con una diferencia sustancial, también esta vez, como en la economía de la plantación, unos actores ganan y otros pierden, cabe pensar que, entre 2007 y 2009, 352.000 millones en efectivo de narcodólares, incluso los activos depositados en paraísos fiscales, han sido trasferidos a bancos italianos, suizos, británicos y estadounidenses ix.

En síntesis, año tras año, unos Estados han hecho la vista gorda a este respecto, entre ellos Holanda, ya calificado de narcoestado por expertos que consideran que el país cumple con los requisitos de la definición, siendo un lugar donde «se comercian drogas prohibidas (marihuana, cocaína y narcóticos sintéticos, NDA) a larga escala» x.

Sin embargo, no todos comparten esa opinión, Tom Blickman, investigador del programa «Drogas y Democracia» del Transnational Institute (TNI por sus siglas en inglés), sostiene que en los Países Bajos no hay políticas publicas supeditas a la delincuencia organizada xi. Al parecer, el estudioso subestima la importancia de los puertos neerlandeses, que representan la puerta de ingreso para la importación y el tránsito de toneladas de cocaína provenientes desde América Latina. En particular, el de Róterdam, el más grande del viejo continente, está bajo el control de la ‘Ndrangheta calabresa, que utiliza a matones albaneses para hacer el trabajo sucio xii, consistente en trasladar la droga de los contenedores de procedencia sudamericana a los de proveniencia europea -que están sometidos a controles menos estrictos- y, a la vez, comprar la complicidad de los trabajadores portuarios (estibadores, transportistas y transitarios de aduana). La infiltración de los narcos es muy silenciosa y empieza en los sitios del mercado paralelo, para sucesivamente expandirse como un reguero de pólvora por los centros del poder político y económico, así que sus capitales ilícitos generan competencia desleal en todos los sectores productivos (primario, secundario, terciario, cuaternario y quinario).

Geografía de un cambio

Si se considera  viable la novedosa tesis, España también se apodera de esta poco envidiable posición xiii. Los frecuentes operativos antidroga en el puerto de Barcelona xiv , revelan el fortalecimiento de los enlaces entre las organizaciones criminales europeas y la «malavida» colombiana xv, pero lo más interesante del asunto es la duplicación de una estructura que ya encontró éxito en Holanda y EE.UU., como evidenciado por la Oficina Europea de Policía (Europol). En particular, la segunda fase de la «Operación Pórtico» (4 de diciembre de 2018) dirigida por la Guardia Civil, ha destapado la desenfrenada corrupción existente entre los estibadores de la terminal barcelonesa, confirmando «el control directo sobre diversos trabajadores del recinto portuario» xvi por parte de un grupo integrado por ciudadanos españoles y el peligroso «Clan de los Balcanes«, que garantizaba la entrada de grandes partidas de estupefacientes procedentes de Sudamérica. Presumiblemente, destacadas asociaciones delincuenciales, como Camorra y ‘Ndrangheta, tienen sus referentes dentro del muelle y siguen tranquilamente ingresando sustancias ilícitas al país.

Otro dato relevante, aludido en esta misma investigación periodística xvii, es el cambio de dirección de las rutas, que involucra realidades como Argentina, Brasil y Ecuador, efectivamente, las últimas incautaciones en el descargadero catalán (1.099 kilos el 5 de noviembre de 2018 xviii; 1.200 kilos entre febrero y marzo de 2018, de los cuales 680 kilos entre bobinas de papel en un buque MSC Vita xix) y en el de Algeciras (797,7 kilos el 5 de diciembre de 2018, ocultados en el interior de troncos de madera tropical xx), con proveniencia de los centros de comercio marítimo de Santos (Brasil) y Guayaquil (Ecuador), comprueban que la cocaína para llegar a Europa ya no pasa por el norte, sino por el sur. Se puede razonablemente conjeturar que los férreos controles de la frontera con EE. UU. y la guerra contra el narcotráfico, han producido una modificación en las relaciones de poder, determinando un nuevo ascenso de los cárteles colombianos, que desde la segunda mitad de la década de los 90′ han estado sometidos a la capacidad comercial y mejor posición logística de los clanes mexicanos, los cuales, asimismo, encajaban con la estrategia estadounidense de llevar conflictos y caos a Centroamérica.

Hoy en día, las mafias cafeteras son muy diferentes, aprendieron la lección y buscan invisibilidad conduciendo una vida anónima y dejando los lujos innecesarios. Durante años, acorraladas por la política antidroga de CIA y FBI y por consecuencia imposibilitadas de utilizar el recorrido del Caribe, se convirtieron en simples productores y proveedores de clorhidrato, desplegando un rol marginal, pero, ahora, que las agrupaciones mexicanas encuentran la puerta cerrada para seguir con su negocio en EE. UU., Europa -que ya contaba con la presencia de hampa colombiana desplazada allí para conseguir un mercado accesible- se ha vuelto vital para ambos. Por lo general, se asume que las Autodefensas Gaitanista de Colombia (AGC), los Bloques Meta, los Libertadores del Vichada o «Puntilleros«, Los Rastrojos y los disidentes del Ejército Revolucionario Popular Antiterrorista Colombiano (ERPAC) xxi, están arrebatando la posición de supremacía a los cárteles mexicanos, y este aspecto es cualquier cosa menos desdeñable, porque puede desencadenar en España y Holanda, y también en otros países europeos, una encarnizada guerra, sin precedentes, para el control del mercado de la droga. De hecho, la importancia del recorrido sureño, ha empujado numerosos mafiosos a asentarse en los departamentos de Bogotá, Antioquia, Cundinamarca, Valle del Cauca y Santander, con el objetivo de vincularse con exponentes locales para crear sólidas alianzas xxii. Unos datos que confirman la gravedad de la cuestión, son el involucramiento de 103 mexicanos en investigaciones judiciales y la presencia en territorio nacional de exponentes de los grupos Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Sinaloa, en particular, se evaluá atentamente la relación entre estos últimos y el Clan del Golfo, mejor conocido como Clan Úsuga o los Urabeños, una formación paramilitar que influencia la vida de las comunidades locales, completamente rendidas ante su capacidad de intimidación como demostrado en el paro del gran Urabá del 31 de marzo de 2016 xxiii, y con una competencia económica que le permite dominar gran parte de la cadena de producción de la cocaína y los trayectos transnacionales del narcotráfico.

La expectativa que estas agrupaciones puedan pacíficamente repartirse la torta del mercado ilegal, parece desacertada, teniendo en cuenta, en general, la elevada conflictividad que conlleva el negocio, y en particular, la frágil situación sociopolítica en Colombia, donde el proceso de paz vive un periodo de estancamiento. Es notorio que los rebeldes de las FARC han establecido en Nariño su paraíso de la hoja de coca y de la flor maldita (amapola), y desde la ciudad de Tumaco, en la costa pacífica, realizan envíos a EE. UU. y Europa, y por si no bastara con eso, en esta región fronteriza con Ecuador, se registran a menudo enfrentamientos con los oponentes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) -que abandonaron el proceso de paz para desencadenar la guerrilla en la comarca suroccidental- y otras pandillas de narcotraficantes xxiv.

La situación tampoco es mejor en otras zonas de la nación, puesto que en el noroeste, precisamente en el Catatumbo, el Ejército Popular de Liberación (EPL) ha declarado guerra a los integrantes del ELN xxv, que a su vez, sigue en su lucha armada en varios frentes (Guerra Oriental, la llamada área ABC, Guerra Occidental, en el departamento de Choco, y Guerra Urbana xxvi, que abarca la ciudades de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y parcialmente Cúcuta y Bucaramanga). Hay un gran riesgo de que este infierno, en que el narcotráfico tiene un papel fundamental, pueda trasladarse a las principales ciudades españolas.

La red dominicana

Lo que se define como COT (Crimen Organizado Transnacional), es un complejo de agrupaciones delincuenciales internacionales dedicadas a muchas actividades ilícitas, que no tienen patrones precisos, así que, actualmente, combatir las mafias se ha convertido en una tarea muy complicada xxvii. Incluso organizaciones estructuradas, como la «Cosa Nostra» siciliana y la ‘Ndrangheta calabresa, en su acción a nivel global deben a menudo modificar la tradicional manera de conducir las transacciones ilegales. La única certeza es que las secuelas de la actividad criminal se transmiten de un país o continente a otros, hasta muy lejos, y es una lección que hay que aprender evitando desatender los problemas de legalidad que se generen, porque antes o después, van a extenderse como una gangrena.

En este sentido, el arraigo de los narcos colombianos en Europa ha sido muy eficaz en un periodo en que se consideraba agotada su aptitud a inquinar el tejido local. A pesar de creer que los aviones comerciales que aterrizan en el aeropuerto de Madrid-Barajas, son el medio fundamental para contrabandear estupefacientes a España xxviii (datos 2010-2015), ya no es así, porque en los últimos diez años la fuerza de los cárteles y, al mismo tiempo, la cantidad que pueden trasladar, ha crecido de forma exponencial, impulsándoles a elegir el transporte marítimo, más económico y con una mayor carga. No es un caso que analizando los sitios de incautación de la droga, se evidencia que puertos (14,06%) y sus instalaciones (9,22%) llegan al 23,28% de los decomisos, un porcentaje debajo del 38,79% de los que se realizaron en el aeropuerto, sin embargo, hay que tener en cuenta que el lugar del 25,93% de las requisas queda desconocido xxix. Igualmente, si es verdad que el 99% del narcótico procedente de Colombia hacia la península ibérica es cocaína, examinando la origen de la sustancia incautada, se descubre que Brasil (15,67%), Venezuela (12,59%), la misma Colombia (11,98%), República Dominicana (11,21%) y Argentina (10,36%), encabezan la clasificación xxx. Se trata de un ulterior factor que da en el clavo, cuando se afirma la prioridad de la ruta sureña y el nuevo ascenso de Colombia en el tráfico internacional con destino a Europa, y en particular a España, donde se ha incautado el 36,03% de «blanca» salida de este país xxxi (detrás solo a Venezuela con el 37,28%).

La potencia de los cárteles colombianos se refleja hasta en la construcción de una red local para la distribución, que antes no tenían la eficiencia para lograrla, en ese aspecto, el Clan del Golfo, no solo es uno de los que lo ha alcanzado, sino que también tiene el papel de apuntador, es decir, que cobrando un porcentaje (de entre el 15% y el 20%) se dedica al servicio logístico asegurando la llegada de la droga a las terminales de Europa y EE.UU., enviada por parte de grandes y pequeños narcotraficantes xxxii. Lo cierto es que en la cadena de suministración evitan la actividad directa de trapicheo, que conlleva demasiados riesgos, como demuestra la operación «Bacar» (el 29 de octubre de 2018), en el barrio del Raval de Barcelona, donde fueron detenidas 55 personas, casi todas de nacionalidad dominicana, y cerrados 26 narcopisos, que se sumaron a los 100 ya clausurados en los últimos dos años xxxiii.

Sencilla y astutamente, los narcos colombianos han exportado a Barcelona (y también a Madrid) el modelo Nueva York, o sea, delegar la venta al menudeo a las pandillas dominicanas, dispuestas a trabajar por menos dinero que los camellos autóctonos, de hecho, es lo que permitió, entre los 80′ y los 90′, expulsar a la «Cosa Nostra» americana del comercio de la heroína en EE.UU., puesto que esta cobraba un porcentaje de venta por kilo que era 4 veces más caro de lo que exigían los nuevos contratantes xxxiv. Pues, si el cierre de los puntos de regateo de la droga, por un lado, ha aliviado la tensión y mejorado la convivencia en los barrios de Ciutat Vella, Nou Barris, Poble Sec, Sants y en las ciudades de Badalona y L’Hospitalet de Llobregat, por el otro, ha solo golpeado en el eslabón más débil de la cadena, que en el breve periodo volverá a recuperarse y a mover entregas de centenares de kilos.

Notas:

i https://www.abc.es/internacional/abci-george-bush-guerra-fria-nuevo-orden-mundial-201812011257_video.html

ii Benjamin Lessing, Making Peace in Drug Wars: Crackdowns and Cartels in Latin America, Cambridge University Press, Cambridge – New York 2018, págs. 135-136

iii http://www.voltairenet.org/article187538.html

iv http://www.rebelion.org/noticia.php?id=242876

v http://www.bbc.co.uk/science/0/21970879

vi http://www.bbc.co.uk/science/0/22001963

vii Sobre el tema se consulte también https://www.lantidiplomatico.it/dettnews-la_crisi_della_rappresentanza_nella_decrescita_del_nuovo_millennio/82_17456/

viii http://www.voltairenet.org/article167879.html#nh27

ix Ibídem

x https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-43163661

xi https://www.tni.org/es/node/354

xii https://www.corriere.it/video-articoli/2018/01/16/cosi-italiani-usano-albanesi-portare-droga-porto-rotterdam-tutta-europa/4a51259a-fae8-11e7-88bf-04c0b4baa14a.shtml?refresh_ce-cp

xiii http://www.rebelion.org/noticia.php?id=242064

xiv http://elpais.com/ccaa/2018/03/12/catalunya/1520859046_194158.html

xv https://www.metropoliabierta.com/el-pulso-de-la-ciudad/sucesos/detenidos-barcelona-trafico-cocaina_11597_102.html

xvi https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20181204/cocaina-puerto-barcelona-7183317

xvii http://www.rebelion.org/noticia.php?id=242876

xviii https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20181106/puerto-barcelona-7131280

xix http://elpais.com/ccaa/2018/03/12/catalunya/1520859046_194158.html

xx http://www.guardiacivil.es/es/prensa/noticias/6842.html

xxi https://www.notimerica.com/sociedad/noticia-cuales-son-principales-carteles-droga-colombia-20160320095936.html

xxii https://www.eluniversal.com.mx/mundo/alertan-por-alza-de-narcos-mexicanos-en-colombia

xxiii https://www.semana.com/nacion/articulo/uraba-paralizado-por-paro-decretado-por-bacrim/467364

xxiv https://www.jornada.com.mx/ultimas/2018/12/13/naciente-alianza-entre-grupos-criminales-de-mexico-y-colombia-6527.html

xxv https://actualidad.rt.com/actualidad/266303-eln-epl-guerrillas-declaran-guerra-colombia

xxvi https://www.eltiempo.com/justicia/delitos/eln-se-atribuye-atentado-contra-estacion-de-policia-en-barranquilla-176270

xxvii Andrés Cajiao, Paola González, Daniel Pardo, Oswaldo Zapata, Una aproximación al crimen transnacional organizado: redes de narcotráfico Colombia-España, Fundación Ideas para la Paz y Real Instituto Elcano, Madrid, Documento de trabajo 5/2018, pág. 4

xxviii Ibídem, pág. 39

xxix Ibídem, pág. 37

xxx Ibídem, pág. 35

xxxi Ibídem, pág. 30

xxxii Ibídem, pág. 25

xxxiii https://www.elmundo.es/cataluna/2018/10/29/5bd6aaf3268e3e9f088b45d8.html

xxxiv https://elpais.com/internacional/2017/11/10/estados_unidos/1510346108_838867.html

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