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Honduras-China: No hay marcha atrás

Fuentes: Rebelión

Los países de la región centroamericana le apostaron a un tratado de libre comercio con EEUU, el RD-CAFTA, pero todo parece indicar que también le apostarán a tratados bilaterales de comercio con China, aunque el objetivo estratégico buscado no sea el comercio. Los resultados del RD-CAFTA publicitados por la Embajada Americana y los empresarios de los países, refieren al aumento de las exportaciones de productos agrícolas y bienes maquilados, inversiones poco visibles en sectores primarios (incluyendo bosque y minería) y agroindustria e industria, lo que exige una revisión y evaluación de impactos ya que, en el sector agrícola, la reducción de las áreas de siembra y producción de granos básicos es evidente, como también el aumento de las importaciones, inseguridad alimentaria, migración y pobreza.

Hace más de 15 años que Costa Rica decidió establecer relaciones diplomáticas con China Continental o la China de Mao, rompiendo relaciones con China Taiwán y 60 años de cooperación bilateral. Se le consultó a Oscar Arias Sánchez, Premio Nobel de la Paz y presidente  de aquel entonces, y manifestó que  la decisión no era por cuestiones ideológicas, sino que se basa es un realismo elemental, siendo China una economía de las más fuertes del mundo globalizado  en ascenso.  El presidente visualizaba mayores oportunidades de desarrollo para Costa Rica  con China Continental, más de las que había otorgado Taiwán. es decir, una especie de costo de oportunidad, o sea que lo que ganaba con la nueva relación era más beneficioso que lo obtenido con la anterior.

Como buen académico y diplomático, Oscar Arias aspiraba a suscribir un acuerdo de cooperación bilateral amplio con China, ventajoso para el país, más allá de los apoyos en temas de turismo, deportes y construcción de infraestructura social. Se manifestó confiado  en que se podrán superar las diferencias políticas que mantienen a las “dos” chinas distantes, sin valorar que las relaciones con China Continental se hacen bajo el principio de una sola China. Esta aspiración se logró parcialmente con la firma del Tratado de Libre Comercio entre China y Costa Rica, aprobado por la Asamblea Legislativa en junio de 2011, unos 4 años después de romper con Taiwán.

El artículo 1 del Tratado autoriza el establecimiento de una Zona Libre de Comercio entre ambos países, con objetivos amplios como  ejemplo:

a) estimular la expansión y diversificación del comercio entre las Partes;

b) facilitar el comercio de mercancías y servicios;

c) establecer normas comprensibles que garanticen un ambiente regulado y transparente para el comercio de mercancías y servicios entre las Partes; 

d)  aumentar las oportunidades de inversión en los territorios de las Partes;

e) asegurar una adecuada y efectiva protección de los derechos de propiedad intelectual en los territorios de las Partes, tomando en consideración la situación económica y la necesidad social o cultural de cada Parte; así como promover la innovación tecnológica y la transferencia y diseminación de tecnología entre las partes.[1]

A Costa Rica le siguió Panamá (julio de 2017), El Salvador (agosto de 2018) y Nicaragua (diciembre de 2021) y solo Honduras y Guatemala no habían manifestado su decisión de acercarse a la potencia mundial, pero ya existe una ofensiva China para lograr ese propósito.

En el caso de Honduras, la presidente electa, Xiomara Castro instruyó al Canciller de la Republica, Enrique Reina,  para que inicie negociaciones con Pekín y establecer relaciones oficiales con China, renunciando a Taiwán. Ya viajó una misión con tales propósitos y según trasciende, se logró un compromiso firmado entre ambos países. La Embajada de Taiwán en Honduras fue retirada según se divulgó en la prensa hondureña, y después del viaje a China se otorgó  un mes a Taiwán para que arregle su “cachivaches” en Honduras. Contrario a los otros países, Honduras condicionó seguir con Taiwán si accedía  a prestarle 2.000 millones de dólares para reestructurar la deuda externa de país, pero no hubo respuesta (declaraciones del Vicecanciller de la Republica, Toni García)[2], confiando en que Pekín si accederá.

Se ha cuestionado esta decisión de la presidenta Castro, pero es una promesa de campaña por la cual se votó y hay que cumplir. Hay vienen los “comunistas” dice el designado presidencial, Salvador Nasralla, crítico de la gestión pública del Gobierno; los miembros del partido nacional hablan que Honduras dejará una relación de cooperación de décadas con un país hermano por un país que no cree en la democracia. Se cuestiona también que pueden afectarse las relaciones con EEUU[3] e incluso con la UE, los principales socios comerciales del país.

La preocupación de los empresarios es que se afecten  estas relaciones de cooperación y comercio con EEUU, principal socio de Honduras, por lo que debe tenerse mucho cuidado en las negociaciones y comunicación con Washington, una especie de permiso. Los empresarios se sienten bien con Taiwán y el tratado suscrito,  ya que es el país que más compra a Honduras en Asia y mantiene una balanza comercial positiva a nuestro favor.

Se habla incluso que EEUU tomará represalias contra Honduras por esta decisión, ejemplo un impuesto a las (cobros de salida) remesas familiares y la suspensión del Estatus de Protección Temporal (TPS). El Senador y Asesor Especial para las Américas de Estados Unidos, Chris Dodd, de visita por Honduras, manifestó que  el país  y Gobierno es libre de tomar esa decisión, pero desde Washington se advierte que tenga cuidado ya que los chinos no cumplen sus promesas.

EL flujo de comercio entre China y Costa Rica aumentó,  pero los costarricenses no están muy conformes con el déficit externo. Honduras debe estar consciente de ello, al avanzar en la suscripción de un acuerdo comercial con China.

Un error que se comete con las relaciones comerciales entre países desiguales, es que se espera que, por benevolencia,  la balanza comercial sea favorable a los países de menor tamaño, menos recursos y tecnología. Ello no sucede así.  Es más, la obtención de  beneficios del comercio a mayor plazo a favor del país más dotado y avanzado forman parte de su estrategia de desarrollo de largo alcance, no  lo contrario. Se aduce que en el marco de los procesos de globalización y libre comercio países como México son la excepción  en sus relaciones con EEUU, pero no se habla que las inversiones en el país azteca provienen mayormente de empresas norteamericanas.

“Tomando como referencia 2019, las exportaciones de Costa Rica a China alcanzaban los 121,6 millones de dólares, mientras que las importaciones desde la nación asiática llegaban a los 2.123,5 millones de dólares. Si bien las ventas de Costa Rica a China aumentaron de 37,8 millones de dólares en 2011 a 121,6 millones en 2019, siguen muy lejos del volumen de las importaciones del gigante asiático, que pasaron en el mismo periodo de 1.281,6 millones de dólares a 2.123,5, de acuerdo con las estadísticas de COMEX”[4].

A los productos primarios  como plantas, flores, yuca, camarón, tilapia, cacao, bananos, café, se agregan  chocolate, aparatos ortopédicos, instrumentos médicos, carne bovina congelada y de cerdo ( primer país de Centroamérica que exporta este producto a China) por los que hay un aumento de las exportaciones en 2020-2022;  se importan textiles, instrumentos musicales, calzado deportivo, teléfonos celulares, computadoras, pantallas, productos laminados.

Los “ticos” esperan una disminución  del déficit comercial a futuro, pero por la vía de la diversificación de bienes con mayor valor agregado y servicios, pero también del turismo e inversiones chinas y de empresas “gringas”. Costa Rica se ha visto fortalecida por un monto de  600 millones de dólares de inversión con la ampliación de la fábrica de semiconductores o chips que demanda EEUU, para ir reduciendo la dependencia de China.

“Intel continúa invirtiendo en el país y su gente. En los últimos dos años se han alcanzado alrededor de 10,000 estudiantes con los programas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM, por sus siglas en inglés). Para este 2022, se continuará con una donación de más de$US100mil para avanzar la educación en este campo. También, se realizó la donación de 16 brazos robóticos y la capacitación necesaria para los profesores que tendrán a cargo el equipo en colegios técnicos profesionales del país, para que los estudiantes puedan aprender de robótica y programación”[5]

Igual es un país donde el rubro del turismo es uno de los más importantes, y la estrategia es atraer más ciudadanos chinos al país para que gasten sus dineros. La construcción de obras de infraestructura, apoyo tecnológico y en temas de salud y educación técnica es fundamental, pero las inversiones son prioritarias. Entre 2012-2021, la inversión acumulada de China en Costa Rica se considera baja, de 32 millones de dólares, siendo los rubros más importantes el financiero e inmobiliario.[6] China también apoya a Costa Rica con recursos financieros para financiar su déficit presupuestario y hacer frente a sus obligaciones con acreedores externos.

Honduras mantiene un déficit comercial con China parecido al de Costa Rica, o sea que exporta unos 27 millones de dólares e importante más de 2,200 millones de dólares. Sin embargo, aunque deberá suscribir a futuro un acuerdo comercial bilateral como lo hizo Costa Rica y lo demanda El Salvador, las urgencias inmediatas del país son recursos financieros de entre 2000 y 2500 millones de dólares para mejorar el perfil de su deuda externa, donde China comprará parte de la deuda hondureña que se pagaría a mayores plazos y “menores” tasas de interés. 

A ello se suma el interés por desarrollar proyectos de inversión de mayor tamaño, como un oleoducto entre el atlántico y pacifico hondureño, líneas de conectividad y represas.  Pero también está la educación técnica, donde un gran número de hondureños (as) de bajos recursos puedan estudiar en colegios técnicos y universidades chinas; la instalación y desarrollo de empresas chinas en suelo hondureño (textiles y electrónica) de alta tecnología y fortalecimiento de la infraestructura social, cultural y turística, lo que sería por la vía de fondos de donación tal como sucedió con Costa Rica y el Salvador.

Un ejemplo es el estadio construido en Costa Rica a un costo estimado de 100 millones de dólares, y que usa no solo para eventos deportivos, sino también culturales y conciertos musicales que atraen turistas al país. En el Salvador, se construyó un parque de diversiones en la playa, y está en marcha la construcción de un estadio y una biblioteca.[7]

Se ha dicho que China introduce una condicionalidad en los convenios de préstamos donde si el país no puede honrar sus deudas con dinero, lo paga con recursos naturales. Igual, que las tasas de interés de los prestamos no son tan bajas como las que desean los países. La presidenta Xiomara Castro podría utilizar la asesoría de Rafael Correa, expresidente de Ecuador en este campo, por la experiencia habida en ese país con la compra de deuda y desarrollo de empresas de petróleo con capital y técnicos chinos.

Finalmente  hay que reconocer que Honduras ha sido y sigue siéndolo pieza clave de la política norteamericana en temas de seguridad regional, migración y narcotráfico, por lo que es poco probable que estos acuerdos suscritos se pongan en riesgo con la relación diplomática y de comercio entre Honduras-China, tal como lo han dado a entender ciertos senadores, asesores e investigadores de la defensa del  expresidente Juan Orlando Hernández (JOH), en Washington.

Notas:

[1]Ver Tratado de Libre Comercio entre Costa Rica China, Sistema de Información Sobre Comercio exterior (OEA).

[2]Diario la Prensa.hn, 24 de marzo de 2023

[3]El presidente de la Bancada del Partido Nacional en el Congreso de la Republica, dice que esta relación con China es una confrontación directa con EEUU, donde el mayor perjudicado será el pueblo hondureño.

[4]Ver Voz de América. Com. Noviembre 12 de 2021.

[5]INTEL Newsroom, 12 de agosto de 2022.

[6]Ver Comex.go.cr/tratados/china

[7] Nicolás Guamán en Revista Actualidad Económica, El Salvador, 17 de noviembre de 2022. 

Javier Suazo. Economista hondureño especializado en políticas económicas y relaciones internacionales, con estudios doctorales en ciencias economías.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.