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Costa Rica

Hoy como nunca urge un pueblo consciente, unido y movilizado

Fuentes: Rebelión

Los mitos contemporáneos empleados como sustento de la manipulación ideológica, funcionan como tal en la medida en que contengan al menos un pequeño porcentaje de realidad en su esencia explicativa pero, en la medida en que el desarrollo de los acontecimientos destruye esa minúscula realidad, el mito se desploma y la manipulación pierde todo su […]

Los mitos contemporáneos empleados como sustento de la manipulación ideológica, funcionan como tal en la medida en que contengan al menos un pequeño porcentaje de realidad en su esencia explicativa pero, en la medida en que el desarrollo de los acontecimientos destruye esa minúscula realidad, el mito se desploma y la manipulación pierde todo su efecto adormecedor. En nuestra Costa Rica contemporánea, ese proceso se hace hoy cada vez más evidente, especialmente impulsado por la sustitución que, en las últimas décadas, la élite económico política dominante ha hecho, envalentonada por el derrumbe del mal llamado «socialismo real» y la prédica , emanada como dogma desde la metrópolis hegemónica estadounidense del «fin de la Historia» y de la consecuente entronización del Neoliberalismo como doctrina en adelante sempiterna, del reformismo socialdemócrata y social cristiano por el Capitalismo Neoliberal , materializado en rabioso depredador de la Humanidad y de la Naturaleza con el fin de convertirlas en lucro, frías riquezas para los dueños de las grandes empresas de la argolla propietaria de los medios de producción y de las entidades financieras.

Los principios fundamentales del la burguesía nacional y transnacional dominante, en el campo de lo económico, son brutalmente simples: todo vale en este mundo para obtener ganancias máximas con mínimas inversiones, competencia constante en la que gana el más fuerte, no se tienen amigos sino negocios, el Estado es su cómplice y su única tarea fundamental es proteger sus negocios, lo ética y jurídicamente correcto es lo que más utilidades genere, la educación válida a todo nivel es la que domestique a las grandes mayorías para ser explotadas mansamente y, a una reducida y selecta minoría. para que les administren y hagan progresar sus negocios, siendo por cierto uno de sus mejores la salud y, el farmacéutico en particular. Estas normativas elementales determinan y conforman el restante sistema en lo social, lo político, lo cultural y lo espiritual, por lo que la vida para el resto mayoritario de la sociedad se convierte en una lucha cotidiana por sobrevivir, bajo un régimen de descarada opresión física y mental en medio de un proceso creciente de deterioro y pérdida real de los Derechos Humanos fundamentales.

De esta manera el mundo real, concreto, se convierte en cruel agonía en la que, naturalmente, los discursos empleados para ideológicamente ubicarnos en un ficticio país «pura Vida» y como pueblo «más feliz del Planeta», van perdiendo el elemental sustento que tuvieron durante la época reformista que se extendió, aproximadamente , de 1940 a 1985 , que echó a andar las Garantías Sociales, un Código de Trabajo, teóricamente al menos más justo, una Banca Nacionalizada al servicio del desarrollo nacional, una Caja Costarricense del Seguro Social que universalizó el derecho a la salud gratuita, un Instituto Costarricense de Electricidad que nos liberó de las voraces transnacionales de su ramo, un Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo que ofreció y dotó al Pueblo de Vivienda realmente digna a muy bajo costo, un Instituto Nacional de Seguros que manejó este importante rubro como entidad nacional, un Sistema de Educación Estatal Superior -inaugurado por la prestigiosa Universidad de Costa Rica, que mediante un excelente sistema de becas y demás servicios le ha dado oportunidad a nuestro Pueblo de educarse a ese nivel y de manera óptima y gratuita, etc, etc. Pero, repito, desde mediados de la década de los ochenta del siglo pasado, el capitalismo neoliberal amparado y alabado por sus grandes medios de desinformación , ha cooptado el Estado y ha desatado una campaña feroz para destruir esos servicios privatizándolos y entregándolos a sus amos, los dueños de los grandes consorcios nacionales y transnacionales .

Enfrentada a esta cruel realidad, al caerse como evidentes mentiras todas la falsas imágenes con que se quieren cubrir todas las reales injusticias, explotaciones , represiones y robos que cotidianamente sufre nuestra población honesta, trabajadora y cumplidora de todos sus deberes ciudadanos, ha empezado a despertar y ahora es cuando se le hace ineludible y urgentemente necesario entender, reunirse y activarse como motor fundamental para impulsar los cambios profundos y estructurales de los cuales brote una nuevo modo de producción social, una nueva sociedad profundamente Humanitarista y Ecologista. Humanitarista para que en ella predomine, como prioridad fundamental, el logro del desarrollo pleno del ser humano, el sincero afecto totalmente solidario ente ellos y, Ecologista, para que esa nueva sociedad defienda la protección integral de su medio ambiente en particular y de la madre Naturaleza en general, al reconocerse como una de sus partes que solo sobrevive y se realiza en una mutuamente respetuosa relación dialéctica con ella. La tarea no es fácil pero debemos enfrentarla y realizarla ineludible y exitosamente.

Como en la socrática Alegoría -algunos la llaman «mito»- de la Caverna, planteado por Platón en su diálogo «La República», el Pueblo costarricense debe romper las cadenas que lo han mantenido atado de por vida, de espaldas a la verdad, viendo solamente las falsas imágenes de la realidad que, quienes lo han aprisionado -la reducida plutocracia gobernante- siempre le proyectan, mediante sus múltiples medios de manipulación, en sus mentes y, una vez desencadenado, abandonar la caverna, empezar a conocer analíticamente el mundo real abrevando a su antojo en las fuentes de la Ciencia, la Filosofía, el Arte, las Letras y la Cultura en general. Dueño de esta sabiduría propia y, cooperativamente unido a sus semejantes, le corresponde ahora diseñar tanto su destino social como personal y, mediante la relación planteada supra con la Madre Naturaleza, empezar a construir fraterna y amorosamente el nuevo mundo que será, ahora sí, su paraíso aquí en la tierra.

Para abandonar y destruir la Caverna -sistema económico ṕolítico vigente- nuestro Pueblo dispone de varios recursos que puede emplear por separado o en diversas combinaciones , estas van desde la revolución armada hasta el proceso electoral, pasando por las movilizaciones masivas y/o el paro nacional, exigiendo hasta lograrlo la renuncia del Gobierno cómplice de la cleptocracia vigente. Pareciera que los paros y huelgas cercanos al proceso electoral que cada cuatro años permite cambiar los poderes Legislativo y Ejecutivo, le permitirían a nuestro Pueblo, con el Partido político que escoja y vote, alcanzar el poder sin recurrir a la violencia que generaría la primer opción, ahora bien ¿cuál Partido? Creo que nuestro Pueblo debe descartar, tanto a los partidos reformistas que se transformaron en neoliberales como Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana -y sus variantes-, Acción Ciudadana en su facción más fiel a Ottón Solis su siempre liberacionista fundador, como a los nacidos oportunistas de Derecha: el Libertario y los pseudocristianos de extracción pentecostal .

Eliminadas estas trampas «caza bobos» electorales, le queda a nuestro Pueblo la opción de los partidos de izquierda inscritos formalmente, el Frente Amplio, que en las últimas elecciones ocupó el tercer lugar en las preferencias del electorado y que hoy cuenta con nueve Diputados -dos por San José y Alajuela , las provincias más populosas y, uno por cada una de las restantes cinco- y el Partido de los Trabajadores , que no logró llevar representantes a la Asamblea Legislativa, también permanece muy activo el legendario Vanguardia Popular y el grupo de los Anarquistas. Creo que lo lógico es que el Pueblo integralmente activado como planteábamos, se incorpore a estos partidos y, desde dentro, los presione para constituir un Gran Frente Amplio, una Alianza de Izquierdas o como se le quiera llamar a ese gigantesco Pueblo Unido y, en las próximas elecciones del domingo 4 de febrero del 2018, recupere el poder que legítimamente le pertenece como constructor y dueño del país que es. Urge que empiece ahora mismo todos estos procesos pues ya queda poco tiempo. De no hacerlo, vendrán cuatro años más de limitaciones y sufrimientos cotidianamente crecientes.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.