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Costa Rica

Insecticidas en los bananales afectan a niños

Fuentes: El País (Costa Rica)

Los niños indígenas de Costa Rica son las principales víctimas de la contaminación química producida por las bolsas tratadas con Cloropirifos, un agroquímico de uso en los bananales, detectó un estudio divulgado por científicos. El sitio Noticias de Salud Ambiental (http://www.environmentalhealthnews.org/ehs), indicó que los niños afectados pertenecen a las etnias Bribri y Ngäbe, en el […]

Los niños indígenas de Costa Rica son las principales víctimas de la contaminación química producida por las bolsas tratadas con Cloropirifos, un agroquímico de uso en los bananales, detectó un estudio divulgado por científicos.

El sitio Noticias de Salud Ambiental (http://www.environmentalhealthnews.org/ehs), indicó que los niños afectados pertenecen a las etnias Bribri y Ngäbe, en el sector caribeño de Talamanca.

De acuerdo con el estudio, los niños que viven cerca de las plantaciones tradicionales en Costa Rica están expuestos al doble del insecticida clorpirifos en comparación con los niños que viven en los alrededores de las plantaciones orgánicas.

Más de la mitad de los 140 niños estudiados -en su mayoría indígena Ngäbe y Bribri-, tuvieron mayores exposiciones diarias que las que se consideran seguras para los estándares en los Estados Unidos.

Los investigadores destacan que el uso residencial del plaguicida, que se ha relacionado con efectos neurológicos en niños, está prohibido en Estados Unidos, a pesar de que todavía se permite en algunos cultivos.

Entre tanto, su uso en Costa Rica está permitido en las plantaciones de plátano y banano, que se exportan a los mercados estadounidenses y europeos.

Las bolsas tratadas con clorpirifo son utilizadas para proteger los cultivos de banano y plátano de plagas en América Latina y África Occidental, incluso en las zonas pobladas.

Las bolsas recubiertas con el insecticida rodean la fruta, durante su desarrollo, para reducir el daño de plagas. El químico también contamina el aire y el suelo.

El clorpirifos es un insecticida organofosforado usado para controlar los ácaros en los animales, para erradicar las termitas de los edificios y matar a los mosquitos adultos (CDC 2009).

A pesar de que fue prohibido más de una década para el control de plagas en interiores y todos los usos residenciales en los Estados Unidos debido a problemas de salud, alrededor de cinco millones de kilos se siguen utilizando en los cultivos estadounidenses cada año, incluyendo el maíz, cítricos, algodón y alfalfa (EPA 2002).

Los Clorpirifos son altamente tóxicos para insectos, anfibios y peces. En las personas, sobre estimulan el sistema nervioso y puede causar náuseas, mareos y confusión en los adultos.

Las exposiciones de las mujeres embarazadas se han relacionado con bajo peso al nacer en algunos, pero no todos, según estudios (Perera et al 2003, Eskenazi et al 2004).

Los niños expuestos al clorpirifos en el útero también son más propensos a tener retrasos en el desarrollo mental y motor, mayores tasas de Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), en la edad 3 años (Rauh et al. 2006), y menor coeficiente intelectual hasta la edad de 7 (Rauh et al. 2011). Estos efectos del desarrollo neurológico pueden ser causados por cambios físicos potencialmente irreversibles en el cerebro de los niños después de la exposición (Rauh et al. 2012).

El estudio resalta también que los pesticidas y fertilizantes contaminan las vías fluviales locales y pueden tener efectos devastadores sobre los ecosistemas, así como la salud de los trabajadores. La deforestación para plantar más banano también puede destruir ecosistemas enteros.

Para reducir el uso de pesticidas y otros productos agroquímicos en los cultivos de banano, da cuenta que se están desarrollando técnicas alternativas para dejar de afectar el ambiente.

Explica que las opciones incluyen plantar variedades de banano y cultivos rotativos para reducir la posibilidad de infestación de plagas, uso de trampas con feromonas para atraer a combatirlas, cavando trincheras alrededor de las plantas de banano y la eliminación de plantas enfermas con la mano para reducir la propagación de plagas y enfermedades, y aumentar la materia orgánica y microorganismos beneficiosos para fortalecer las plantas y mejorar la salud del suelo (ENDURE 2010).

Fuente: http://elpais.cr/frontend/noticia_detalle/1/76695