Apenas tres meses después de haber asumido la Presidencia de Perú, Pedro Kuczynski quedó desairado en su intento de denunciar ante la Cumbre Iberoamericana que se realizó en Cartagena la «ruptura institucional» en Venezuela. «Nos van a decir que hablamos de educación y otras cosas muy bonitas pero que no nos estamos ocupando de los […]
Apenas tres meses después de haber asumido la Presidencia de Perú, Pedro Kuczynski quedó desairado en su intento de denunciar ante la Cumbre Iberoamericana que se realizó en Cartagena la «ruptura institucional» en Venezuela. «Nos van a decir que hablamos de educación y otras cosas muy bonitas pero que no nos estamos ocupando de los temas candentes», dijo el mandatario al que nadie acompañó. No sólo no prosperó su pedido sino que ninguno de los documentos de la Cumbre hace alusión a la situación de la República Bolivariana.
Durante el plenario de la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Cartagena Kuczynski se refirió a Venezuela como país que atraviesa por una «tremenda crisis económica y de derechos políticos y humanos». Nadie acompañó a este dirigente de 78 años en su intención de aplicar sanciones al gobierno revolucionario. Frustrado, emitió en solitario un comunicado a través de su Cancillería en el que señala que «en Venezuela se ha generado una alteración del orden democrático y constitucional que vulnera los principios de la Carta Democrática Interamericana (CDI)».
El texto en el que expresa que la CDI «identifica como elementos esenciales de la democracia representativa el ejercicio del poder con sujeción al Estado de Derecho y la separación e independencia de poderes» nació como borrador que recorrió las diferentes delegaciones de la Cumbre pero nadie puso su firma ni se escucharon expresiones en público que fueran en ese sentido.
Encauzar acciones
Fuera del plenario de Cartagena todas las delegaciones consultadas por la prensa sobre Venezuela se mostraron a favor del diálogo entre el gobierno bolivariano y los grupos opositores de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Entre ellos el secretario general electo de Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres.
El gobierno Venezolano estuvo representado por su canciller, Delcy Rodríguez, quien recordó que la ausencia del presidente Nicolás Maduro obedecía al inminente comienzo del «proceso de diálogo con los sectores opositores para encauzar aquellas acciones que pretenden por la vía no constitucional y antidemocrática el derrocamiento del Gobierno de Venezuela».
La ministra bolivariana le pidió a Kuczynski que atienda los asuntos de su país y observe mejor la realidad de los pueblos latinoamericanos. «Al presidente de Perú, que recién llegó a ese cargo, le emplazamos a que se quite ese traje de empresario estadounidense y vea más a las realidades de los pueblos de América Latina», señaló Rodríguez ante los periodistas en Cartagena. Recordó que «él siempre ha trabajado para las transnacionales, para los intereses foráneos principalmente de los Estados Unidos».
Explicó que durante la reunión privada de la Cumbre hubo respaldo al diálogo de Venezuela por parte de las delegaciones presentes en Cartagena, algo que muchas de ellas exteriorizaron más tarde de manera pública ante la prensa. Recordó que el diálogo en Venezuela fue promovido por el presidente Maduro con el auspicio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y un grupo de mediación integrado por los exmandatarios de Panamá Martín Torrijos, de República Dominicana Leonel Fernández, de España, José Luis Rodríguez Zapatero y delegados del Vaticano.
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