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La CIA protegió a Karadzic hasta el 2000, cuando descubrió que seguía activo políticamente

Fuentes: Europa Press

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos protegió al ex presidente serbobosnio y presunto criminal de guerra Radovan Karadzic hasta el 2000, cuando descubrió que seguía activo políticamente, violando con ello el acuerdo al que había llegado con Washington por el cual se le garantizaba la impunidad si abandonaba la vida pública, según […]

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos protegió al ex presidente serbobosnio y presunto criminal de guerra Radovan Karadzic hasta el 2000, cuando descubrió que seguía activo políticamente, violando con ello el acuerdo al que había llegado con Washington por el cual se le garantizaba la impunidad si abandonaba la vida pública, según informó el principal diario serbio, ‘Blic’.

En su primera comparecencia ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), Karadzic aseguró el pasado jueves que en junio de 1996 había llegado a un acuerdo con el mediador y entonces secretario de Estado estadounidense para Asuntos Exteriores, Richard Holbrooke, en virtud del cual Washington haría lo posible para que el Tribunal retirase los cargos en su contra a cambio de que abandonase la vida política.

Fuentes próximas a la CIA citadas por el diario informaron a ‘Blic’ de que la Agencia de Inteligencia había protegido a Karadzic hasta el 2000. Entonces, la CIA interceptó conversaciones telefónicas del dirigente serbobosnio que revelaban que éste seguía liderando en la sombra al Partido Democrático Serbio (SDS).

Las mismas fuentes aseguraron al diario que el propio Holbrooke en persona les había confirmado que se había llegado a un «acuerdo» con Karadzic en ese sentido. «No estoy seguro de que exista ningún documento escrito que lo confirme, pero Holbrooke me reconoció que se habían dado garantías verbales a Karadzic desde las más altas instancias de Estados Unidos», afirmaron bajo anonimato.

Líder en la sombra<
«En 2000, durante las elecciones en Bosnia y Herzegovina», prosiguieron, «la CIA descubrió que seguía liderando al SDS entre bambalinas, a pesar del acuerdo de no interferir en asuntos políticos. «Ese mismo año en Bjelina (en la antigua Krajina croata, mayoritariamente habitada por serbios) se celebró una manifestación del SDS liderada personalmente por Karadzic», prosiguieron.

«Él mismo dio instrucciones por teléfono a los miembros y dirigentes del partido sobre quiénes debía ser destituidos y quiénes debían cubrir según qué puestos. Estaba personalmente implicado en todas las actividades del SDS», agregaron. Después de que la CIA interceptara estas llamadas telefónicas de Karadzic y comprendiese que se le había estado engañando durante todo ese periodo, la Agencia intentó que se ilegalizase el SPS, pero contó con la enérgica oposición del entonces alto representante de la comunidad internacional, Wolfgang Petric.

Holbrooke propuso que se llegase a un nuevo acuerdo, pero el Gobierno de Estados Unidos y la CIA prefirieron retirar a Karadzic la protección informal que le había ofrecido hasta entonces, siempre según estas fechas. Respecto a cómo era esa protección informal, las citadas fuentes indicaron que «soldados estadounidenses destinados en Bosnia en 1996 y 1997 recibieron órdenes por escrito por las cuales no debían detener a los prófugos más buscados en caso de que los localizasen».

Asimismo, según estas fuentes, la CIA había llegado a un acuerdo con los servicios de Inteligencia británico y francés para garantizar la impunidad de Karadzic. Los territorios en los que el líder del SDS se mantenía activo –Pale y el este de la República Srpska (RS)– se encontraban bajo control de Francia y Estados Unidos. No obstante, las fuentes citadas por ‘Blic’ desconocen totalmente cuáles fueron los movimientos de Karadzic después de 2000.

Milosevic se negó
Todos los testigos interrogados hasta la fecha por la Fiscalía para Crímenes de Guerra de Belgrado han confirmado la existencia de ese acuerdo entre Karadzic y Estados Unidos. No obstante, la Fiscalía no ha querido hacer comentarios al diario debido a que en estos momentos este asunto «forma parte de la defensa de Karadzic ante el TPIY».

Según las declaraciones de Karadzic ante el TPIY, Holbrooke propuso ese mismo acuerdo al ex presidente serbio y yugoslavo Slobodan Milosevic, pero éste se negó a aceptarlo. El 19 de julio de 1996, Karadzic dimitió de la presidencia de la RS y del liderazgo del SDS en cumplimiento del acuerdo, un año después de que el TPIY presentara cargos por genocidio y crímenes de guerra por el cerco de Sarajevo y unos meses después de que presentara cargos similares por la matanza de Srebrenica.

La anterior fiscal jefe del TPIY, Carla del Ponte, admitió hace unos meses que había «motivos para sospechar» de que tal acuerdo había existido. También denunció el acuerdo la sucesora de Karadzic al frente de la RS, Biljana Plavsic –actualmente encarcelada en Suecia por el TPIY–, quien aseguró además que la entonces secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, había ofrecido a Karadzic la construcción de un sanatorio en el río Piva, en Montenegro, para que pudiera ejercer sus prácticas médicas como psiquiatra.

Otras personas que han denunciado el acuerdo con el ex embajador bosnio ante la ONU Muhamed Sacirbej, quien aseguró que el propio Holbrooke se lo había confirmado personalmente durante una reunión con el fallecido presidente bosnio Alia Izetgebovic y quien se ha mostrado dispuesto a testificar ante el TPIY, y el ex ministro de Exteriores serbobosnio Aleksa Buha, un fiel aliado de Karadzic y quien, según éste, estuvo presente en la reunión que mantuvo el ex presidente serbobosnio con el enviado estadounidense en junio de 1996.

Holbrooke lo niega
Holbrooke ha negado en todo momento estas informaciones, que según él forman parte de la estrategia de Karadzic para desviar la atención respecto a sus crímenes. «Éste es un asunto viejo que Karadzic comenzó en 1996», declaró el pasado viernes. No obstante, admitió que negoció con Karadzic y Milosevic la retirada de sus cargos «y para explicarlo a su propia gente, se inventó entonces esta historia que ha adornado durante doce años, pero no hay ninguna verdad en ello».

El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, aseguró ese mismo día que «no hubo ningún acuerdo por el que Radovan Karadzic pudiese haber beneficiarse de inmunidad para ser juzgado o arrestado».

Por su parte, el ex embajador de Estados Unidos en Croacia (1998-2000) y Serbia (2000-2004) William Montgomery, declaró a ‘Blic’ el pasado viernes que podía asegurar «en un cien por ciento que una de las prioridades del Gobierno de Estados Unidos era transferir a La Haya a los sospechosos de crímenes de guerra, en primer lugar Karadzic y (Ratko) Mladic» y que «la historia sobre el acuerdo con Holbrooke es un viejo cliché desgastado del que sólo puedo reírme».