La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exigió este lunes al gobierno de Estados Unidos explicaciones detalladas por atropellos cometidos en el centro de detención de Guantánamo, en especial la alimentación forzada a prisioneros en huelga de hambre. «La información que poseemos indica que hay una violación generalizada y sistemática de derechos humanos» en Guantánamo, […]
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exigió este lunes al gobierno de Estados Unidos explicaciones detalladas por atropellos cometidos en el centro de detención de Guantánamo, en especial la alimentación forzada a prisioneros en huelga de hambre.
«La información que poseemos indica que hay una violación generalizada y sistemática de derechos humanos» en Guantánamo, dijo Rodrigo Escobar Gil, comisionado de la CIDH, en la apertura del 149º período de audiencias en Washington.
Escobar Gil puntualizó que «hay denuncias sobre alimentación forzada de prisioneros en Guantánamo que se encuentran en huelga de hambre. Eso hiere cánones éticos y constituye trato inhumano y cruel».
«Queremos saber (…) qué investigaciones se están realizando al respecto» y «qué iniciativas se han tomado para atender a las demandas de los prisioneros», explicó Escobar Gil.
Durante más de seis meses reclusos de Guantánamo llevaron adelante una huelga de hambre para denunciar, según sus abogados, su detención ilimitada desde hace 11 años sin juicio ni condena y un episodio en que los guardias de la cárcel revisaron varios ejemplares del Corán de una forma que consideraron blasfema.
Según las autoridades estadounidenses, que dieron por concluida la huelga a fines de setiembre, llegaron a participar en esta protesta 106 detenidos, de los cuales hasta 46 fueron alimentados a la fuerza.
En la audiencia de este lunes, el abogado estadounidense Omar Farah, del Centro de Derechos Constitucionales (CCR), aseguró que en Guantánamo hay «14 hombres que se niegan a consumir alimentos, y todos ellos han sido forzados» a hacerlo.
Escobar Gil dijo que la CIDH recibió «informaciones de torturas y tratos degradantes. Pero todas los pedidos de visitas (a Guantánamo) sin condiciones que hemos presentado han sido rechazados. Queremos saber cuándo se van a permitir visitas sin condiciones previas», agregó.
También pidió que se informe a la CIDH sobre «los obstáculos que restan para el traslado de los prisioneros a otros países».
El comisionado recordó que el presidente Barack Obama había adelantado que pretendía cerrar este centro ubicado en la bahía cubana de Guantánamo durante su segundo mandato, y pidió informaciones sobre los pasos concretos en ese sentido.
«La CIDH ha recomendado el cierre del establecimiento que funciona en la base de Guantánamo. Quisiéramos que el gobierno de Estados Unidos nos concretara qué pasos se están dando para cerrar este centro, y cuándo esto se va a producir», insistió Escobar Gil.
Sin embargo, para sorpresa general, el representante adjunto de Estados Unidos ante la CIDH, Lawrence Gumbiner, alegó que su equipo no podía presentar respuestas ya que, a raíz del cierre administrativo de varios organismos del gobierno durante dos semanas en octubre, no hubo tiempo efectivo de preparar la información para responder a las inquietudes.
«Debido al cierre administrativo del gobierno, respetuosamente proponemos a la Comisión presentar respuestas por escrito en un plazo de 30 días», dijo Gumbiner, generando un murmullo en la sala de audiencias.
El equipo de peticionarios contra Estados Unidos incluía este lunes al Relator Especial de la ONU contra la Tortura, el argentino Juan Méndez, quien denunció «informaciones sobre tratos degradantes e inhumanos a prisioneros».
«Es decepcionante. Me parece que es injustificado decir que no pueden responder por el cierre administrativo del gobierno durante dos semanas. Este caso lleva una década. Desde el año 2004 estamos pidiendo visitas sin condiciones a los prisioneros», dijo Méndez a la prensa luego de la audiencia.
Además, dijo Méndez, «que yo sepa, el personal de Guantánamo y todo el personal del Pentágono no fue afectado por el cierre temporario del gobierno».
El relator de la ONU mencionó «documentos cuya autenticidad no ha sido negada por el gobierno» que describen como los prisioneros en huelga de hambre en Guantánamo «son alimentados por la fuerza, mediante tubos que son introducidos por la nariz».
Ese procedimiento, afirmó, «sólo puede ser descrito como cruel, inhumano y degradante. Es, además, muy doloroso».