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La «Crisis de Abril» nicaragüense como parte del proyecto de restauración conservadora latinoamericana y caribeña

Fuentes: todoamerica.info

Grupos económicos concentrados, jerarcas de la Iglesia Católica y actores de sociedad civil conforman la nueva oposición al sandinismo en Nicaragua.

La política nicaragüense se vio sacudida en 2018 cuando estalló la denominada crisis de abril, que consiguió por primera vez en los últimos diez años convertirse en un reto a la hegemonía política del sandinismo en Nicaragua. El resultado fue llamativo por tres razones.

Primero, porque ninguna fuerza política había conseguido hasta entonces conformar una coalición, autodenominada ahora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), que agrupara a distintas fuerzas, empresarios, políticos e intelectuales de derechas. Segundo, porque se trata de una coalición apoyada internacionalmente por actores extranjeros y países centrales, como son: Estados Unidos, Colombia y Costa Rica.

Tercero, la ACJD en lo concerniente a lo cultural, a lo económico y a lo político es la manifestación de un tiempo regresivo para la región; en este caso particular, donde prevalecen las pretensiones de instauración de un proyecto de restauración conservadora para Nicaragua.

Contra ese resultado, ¿qué tipo de régimen político podría esperarse en la «Nueva Nicaragua» que propugna la ACJD? Aquí se intenta responder a esa inquietud ofreciendo un recorrido breve alrededor de los aspectos ideológicos y organizativos de la ACJD.

ACJD: modelando el partido de la «nueva derecha» latinoamericana

La ACJD es actualmente la coalición de derecha con mayor representatividad política a nivel nacional, conformada principalmente como iniciativa de los grupos económicos concentrados (Consejo Superior de la Empresa Privada -Cosep-; Unión de Productores Agropecuarios -Upanic-; Federación Ganaderas de Nicaragua -Faganic-; Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Nicaragua -Amcham- y el Grupo Coen).

Posteriormente, la construcción de esta nueva fuerzade derechatuvo relativo éxito porque decidieron estratégicamente parecer inclusivos y, por ende, mostrarse como una organización heterogénea. En parte por ello apostaron por incluir tempranamente en la coalición a actores de sociedad civil como el Movimiento por Nicaragua y el Movimiento Autónomo de Mujeres, por ejemplo.

También importa destacar dentro de esa heterogeneidad dela ACDJ, la auto-identificación de algunos jerarcas de la Iglesia Católica (Mons. Silvio Báez -Diócesis de Managua-; Mons. Rolando Álvarez -Diócesis de Matagalpa- y Mons. Juan Aberlado Mata -Diócesis de Estelí-) con las demandas hechas por esa fuerza.

Así, la ACJD es una fuerza en la que conviven políticos experimentados provenientes de administraciones pasadas al sandinismo, a los que sumaron figuras políticas con trayectoria en el mundo de las empresas, iglesias, jóvenes de ONGs y técnicos-expertos de Thinktanks empresariales.

Finalmente, para anotar el aspecto ideológico de la ACJD hay que remontarse años atrás, precisamente en los 90, con la Unión Nacional Opositora (UNO). La UNO era una coalición de fuerzas de derechas que se caracterizó por su antisandinismo, como eje articulador. Asimismo, la UNO representó el retorno de una tradición liberal-conservadora y católica en la vida de los nicaragüenses.

Así pues, para entender qué es y quiénes son ideológicamente la ACJD, la metáfora del reflejo o espejo es la más indicada para explicar esta alianza como la nueva UNO. Eso sí, solo que ahora ya no son los partidoslos actores dirigentes, sino que son las corporativas de los empresarios.

Grupo de Lima

El 18 de julio del presente año, en una reunión del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se aprobó una resolución sobrela situación Nicaragua.

Aquí lo importante, más allá del contenido de la resolución, es reconocer quienes patrocinaron dicha iniciativa. Precisamente, la resolución fue patrocinada por Estados Unidos y sus socios regionales, aglomerados en el reconocido Grupo de Lima.

Desde entonces, el Grupo de Lima ha trabajado en otras resoluciones e imposiciones a Nicaragua desde la OEA. Dichas acciones de ese grupo de países, son apoyadas a lo interno del país nicaragüense, por la ACJD. Recreándose así, entre el Grupo de Lima y la ACJD, una relación de reciprocidades de apoyo, elogios, reconocimiento y financiamiento.

Proyecto de restauración conservadora latinoamericana y caribeña

El ciclo progresista está en retroceso. La ofensiva conservadora que está produciéndoseen toda la región latinoamericana y caribeña también se expresa en la «Crisis de Abril» que sacudió recientemente a Nicaragua.

La ACJD es el resultado de ello también. La conformación de esta coalición presenta muchísimas expresiones de las nuevas agrupaciones de derechas contemporánea. Así, por ejemplo, la ACJD en materia de identificación y prácticas políticas, se alinea a otras manifestaciones ya acontecidas en la región, como son los casos del: Partido Propuesta Republicana (PRO) en Argentina o la reorganización de la derecha ecuatoriana y también en movimientos electorales no-partidistas como los son CREO y SUMA.

De esta forma, la ACJD cuenta con el respaldo del campo conservador de la región. No por nada, la «comunidad internacional», concentrada en el Grupo de Lima, está construyendo un escenario favorable desde la OEA, para el avance de la ACJD a mediano plazo, que arrebate del poder político al sandinismo y a cualquier otra expresión de izquierda en Nicaragua.

En definitiva, podemos señalar que la «Crisis de Abril» nicaragüense se ancla sobre un proceso político regional de reinstauración del orden conservador: 1) con el surgimiento de una agrupación con caracteres programáticos e ideológicos contemporáneosa la «nueva derecha»; y 2) con el involucramiento del Grupo de Lima, el cual es el espacio geopolítico que funciona para establecer la reinstauración conservadora en Latinoamérica y el Caribe.

La «Nueva Nicaragua»

El tipo de régimen político que podemos esperar en una posible «Nueva Nicaragua» gobernada por la ACJD basta con mirar hacia el Sur. Al llamado macrismo, por ejemplo.

En la Argentina, desde la victoria de Macri, se gobierna en beneficio de pocos, en particular, de determinados grupos económicos concentrados. Se mantiene la penalización del aborto. Y, finalmente, se legisla para que las fuerzas armadas estén en las calles, interviniendo en cuestiones de seguridad interna. Por último, el macrismo al recurrir al FMI entregó parte de la soberanía de los argentinos y las argentinas.

En Nicaragua, la ACJD es dirigida por los grupos económicos concentrados, por lo tanto, gobernaría enormemente para las grandes corporaciones. La Iglesia Católica ha mostrado ciertos intereses o identificaciones con las demandas de la ACJD. Por ende, la penalización del aborto no sería un tema cuestionable en un posible gobierno del ACJD. Durante la crisis diferentes actores de la coalición demandaron en su momento al Ejército de Nicaragua intervenir. Por ello, no está de más pensar enla elaboración de una legislación futura donde se pretenda quelas fuerzas armadas se involucren en seguridad interior. Finalmente, el apoyo diplomático de Estados Unidos a la ACJD avizora un peligro para la soberanía nacional y regional.

En conclusión: el régimen a esperar de la ACJD es de signo conservador, de empuje neoliberal y otro aliado para sumar al Grupo de Lima.

Guillermo Pérez Molina es sociólogo y psicólogo. Asesor e investigador en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) de Nicaragua.

Fuente: http://todoamerica.info/noticia/la-%E2%80%9Ccrisis-de-abril%E2%80%9D-nicarag%C3%BCense-como-parte-del-proyecto-de-restauraci%C3%B3n-conservadora

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.