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Ataque terrorista en Líbano

La guerra del terror wahabí-likudnik

Fuentes: Asia Times Online

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

El doble ataque suicida contra la embajada iraní en Beirut -que causó por lo menos 23 muertos y 170 heridos- fue un ataque terrorista de facto ocurrido el 19-11. Si se mira a través de la numerología, recuerda naturalmente el 11-9, y así la metástasis de la guerra contra el terror declarada por Washington – conducida en gran parte por formas purulentas de la «inteligencia» saudí.

Pero no esperéis que «Occidente» lo condene como terrorismo. Mirad los titulares; todo lo normalizan como «explosiones» – como si se tratara de niños jugando con petardos.

Haya sido realizado por una nebulosa brigada vinculada a al Qaida o por los pistoleros a sueldo del jefe espía saudí Bandar bin Sultan (alias Bandar Bush), el ataque terrorista de Beirut es esencialmente configurado como una importante provocación orquestada por los saudíes. La agenda general saudí en Siria implica también que tanto Hizbulá como Irán sean inmovilizados dentro del Líbano. Si eso sucede, Israel también gana. Una vez más, es otra ilustración gráfica de la Casa de Saud-likudnik en acción.

También se aplican las sutilezas. La estrategia de Bandar Bush, coordinada con yihadistas, era virtualmente pedir a gritos que Hizbulá combatiera dentro de Siria. Cuando Hizbulá lo hizo, con solo algunos cientos de combatientes, los yihadistas se escabulleron rápidamente del campo de batalla para implementar el plan B; hacer volar en pedazos a mujeres y niños inocentes en las calles del Líbano.

Mientras Hizbulá acepta el combate, dondequiera tenga lugar, la posición de Teherán es más cautelosa. No quiere enfrentar directamente a los saudíes – por lo menos por ahora, en vista de la crucial negociación nuclear en Ginebra, y (todavía) la posibilidad de Ginebra II respecto a Siria. Sin embargo, la Casa de Saud no quiere Ginebra II porque no tiene absolutamente nada que proponer excepto cambio de régimen.

Respecto a Siria, el pilar principal de la estrategia de Bandar Bush es convertir el anterior Ejército «Libre» Siria en un «ejército nacional» de algo como 30.000 combatientes fuertemente armados – en su mayoría suministrados por el «Ejército del Islam», que no es nada más que un código para Jabhat al-Nusra relacionado con al Qaida. El rey Playstation de Jordania, también conocido como Abdalá, colabora como proveedor de campos de entrenamiento cerca de la frontera siria. Pase lo que pase, una cosa es segura: esperad que los pistoleros a sueldo de Bandar Bush realicen más atentados suicidas en el Líbano y Siria.

El eje sionista/wahabí/salafista

Las sospechosas Brigadas Abdullah Azzam vinculadas a al Qaida existen en teoría desde 2005, colocando una que otra bomba por aquí y por allá. Un jeque Sijareddin Zreikat tuiteó la responsabilidad por el atentado terrorista de Beirut. De un modo cada vez más curioso, la reivindicación fue «descubierta» y traducida al inglés por el sitio de desinformación israelí en la web SITE. [1]

Otro sitio más de desinformación de la inteligencia israelí, DEBKAfile, afirmó que el ataque terrorista fue una bandera falsa de Irán/Hizbulá, sobre la base de una «advertencia saudí» que llegó a «agencias de inteligencia occidentales, incluyendo Israel». [2] La justificación según la «inteligencia saudí», era «motivar a combatientes de Hizbulá enviados contra su voluntad al campo de batalla sirio».

Es algo que ni siquiera puede ser calificado de patético. Hizbulá defiende básicamente la frontera libanesa-siria, y solo tiene unos pocos cientos de combatientes dentro de Siria. Además, ninguna serie de ataques suicidas disuadirán a Hizbulá y Teherán de recuperar el control de lo que realmente importa en el contexto estratégico sirio; el área de Qalamoun.

Qalamoun, rodeada de montañas, es una franja de 50 kilómetros que bordea el valle Bekaa en el Líbano, entre Damasco y al-Nabk, y directamente sobre el absolutamente crítico corredor Damasco-Homs de la autopista M5. El ejército sirio está en ofensiva en Qalamoun. La recuperación de toda el área es solo cosa de tiempo. Esto significa controlar la vía de entrada norte a Damasco. Hizbulá está ayudando en la ofensiva desde el valle Bekaa. Eso no quiere decir que posteriormente se establezca en Siria.

Ahora, en cuanto a la acusación de bandera falsa. Si hablamos de una verdadera operación de bandera falsa, baste con recordar tres recientes atentados internacionales que supuestamente afectaron a Israel. En India, la bomba no contenía proyectiles; apenas hirió a un agregado israelí. En Azerbaiyán, la bomba fue milagrosamente «descubierta» antes que estallara. Y en Tailandia, la bomba explotó demasiado temprano, hiriendo solo a un iraní que se encontraba cerca.

La burda desinformación israelí es desenmascarada cuando llega a la siguiente conclusión:

Si Teherán es capaz de semejantes atrocidades simplemente como táctica de diversión, entonces los presidentes Barak Obama y Vladimir Putin debieran analizar cuidadosamente a su socio en la negociación al otro lado de la mesa antes de firmar un acuerdo importante el miércoles 20 de noviembre, que permita que siga existiendo el programa nuclear de Irán.

Por lo tanto esto se combina claramente con la actual histeria israelí por las negociaciones en Ginebra, que también incluye el enésimo informe de un órgano de News Corporation, el Sunday Times de Londres, de que Arabia Saudí ayudará a Israel a atacar Irán. [3]

Todo esto se combina con el sesgo de los proverbiales cómplices estadounidenses, que más bien se regodean ante la idea de que «estratégicamente esta alianza de-facto israelí con los saudíes es una extraordinaria oportunidad para Israel». [4]

Hasta semejantes cómplices tienen que admitir que la Casa de Saud está «bloqueando la formación de cualquier gobierno en el Líbano, por ejemplo, para obstruir al aliado de Irán, Hizbulá». «Bloqueando», por supuesto, es un eufemismo para normalizar los atentados suicidas.

Y luego viene las extremas ilusiones disfrazadas como «análisis»: el primer ministro israelí Bibi Netanyahu «tratando de reemplazar a EE.UU. como protector militar del status quo». Traducción: los likudniks sueñan con convertirse en el nuevo jefe militar de la mafia de wahabíes con petrodólares.

Los facilitadores

La estrategia de Bandar Bush -armar y proveer tapadera para salafistas, yihadistas y cada mentecato o mercenario entre ellos- continuará sin tregua. Después que Bandar Bush convenció a Washington de librarse de los cataríes amigos de la Hermandad Musulmana, los saudíes son el supremo canal hacia la guerra. La máquina de Bandar Bush tiene vínculos con prácticamente todos los grupos yihadistas en el Levante.

Y ciertamente es útil que Bandar tenga la perfecta cobertura: el hecho es que conoce y ha engatusado a cada importante protagonista en Washington. En EE.UU., Bandar Bush sigue siendo un valeroso héroe, que incluso provoca lisonjeras comparaciones con Gatbsy. [5]

Incluso después del ataque contra su propia embajada en el Líbano, Irán mantiene una actitud extremadamente prudente. La principal prioridad son las negociaciones nucleares en Ginebra con el partenaire que realmente importa, EE.UU. Esto explica que Irán culpe por el ataque terrorista en Beirut a los proverbiales «sionistas», y no a yihadistas empoderados por los saudíes, presentándose como «rebeldes» y parte de toda la nebulosa de Bandar Bush.

Por el momento sin embargo, basta de neolengua orwelliana. Lo que pasó en Beirut fue un ataque terrorista, vitoreado por Israel, y totalmente facilitado por saudíes; una demostración gráfica del eje likudnik-Casa de Saud.

Notas:

1. Al-Qaida-linked group claims responsibility for deadly Beirut attack, Ha’aretz, 19 de noviembre de 2013.

2. Incredible! Beirut bombings killing 25 people were self-inflicted by Iran and Hizballah as a diversionary tactic, DEBKAfile, 19 de noviembre de 2013.

3. Israel, Saudi Arabia Unite For Attack On Iran, RT, 17 de noviembre ’13.

4. The stakes of an Iranian deal, Washington Post, 15 de noviembre de 2013.

5. Prince Bandar bin Sultan, Saudi Arabia’s Gatsby, Master Spy, The Daily Beast, 16 de noviembre de 2013.

Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y de Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge. Su libro más reciente es Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Contacto [email protected]

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Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/MID-03-201113.html