Me he quedado absorto y anonadado con el artículo de José Luis Saavedra en la revista electrónica Pukará 119[1] con respecto a una ponencia resumida de Fernando Untoja en un encuentro realizado en la UPEA. La «lectura de la realidad» y la propuesta que hace Untoja sobre la «hegemonía kolla», me suena o se asemeja […]
Me he quedado absorto y anonadado con el artículo de José Luis Saavedra en la revista electrónica Pukará 119[1] con respecto a una ponencia resumida de Fernando Untoja en un encuentro realizado en la UPEA. La «lectura de la realidad» y la propuesta que hace Untoja sobre la «hegemonía kolla», me suena o se asemeja a la hegemonía aria propuesta por Hitler y los nazis, o la de los rojos comunistas enarbolada por los estalinistas, y contemporáneamente, la hegemonía judía por los sionistas israelitas y la hegemonía islámica por el ISIS. Sin dejar de mencionar al socialista de García Linera y su hegemonía plebeya[2] y al populista de Donald Trump y su hegemonía global de EEUU. Todas estas expresiones de un fascismo de distintos matices.
Untoja habla de que por el momento se está produciendo una «dominancia kolla» y que luego debe producirse la «dominación kolla», para finalmente lograr la «hegemonía kolla», y para esto último da un ejemplo lapidario: «tenemos que reducir el carnaval cruceño a una fiesta de barrio». Y así una serie de argumentos con el propósito de «reducir» a los q haras (blancos), en su idea de revertir todo el sometimiento contra quienes les han hegemonizado por 500 años. Si ellos nos han hegemonizado por 500 años ahora nosotros los vamos a reducir a ellos, es el argumento principal de Untoja. Y por lo que puedo entender, ésta es una visión compartida por algunos kataristas e indianistas, aunque otros, que han leído a Untoja me han comentado que están totalmente en desacuerdo, especialmente aquellos que se definen como «kataristas de Tupak Katari».
Para hacer posible el «poder kolla», Untoja plantea que hay que apoyarse en el sistema de feudos y en el capitalismo para devenir ultraliberales, con el objetivo de que los kollas a través de los qamiris (aymaras ricos) vayan «asaltando» poco a poco toda Bolivia y luego los Andes. En otras palabras, serán los qamiris los que van a lograr la «dominación» para todos los kollas, ellos harán el trabajo para que todos los kollas pasen a la dominación de los demás sectores, pero la «hegemonía kolla» será obra de los kataristas. Para ello, plantea una alianza estratégica de los kataristas con los qamiris, (quienes para Untoja son la «vanguardia» kolla de este tiempo y en estas condiciones capitalistas). Los cuales, una vez que controlen los bancos, aseguradoras, comercio internacional y demás instituciones de Bolivia, aparecerán los kataristas y procederán al asalto del poder e impondrán definitivamente la hegemonía kolla que conducirá a la instauración del «poder kolla». ¿Por qué los kataristas? Porque son los fieles representantes del pensamiento kolla, pues todos los demás son ingenuos, «la gente, los dirigentes campesinos, y los (cocaleros) del Chapare» que se dejan llevar por formas coloniales de la izquierda. «El katarismo es la expresión filosófica y política de los kollas.»
Untoja seguramente cree que los qamiris por el solo hecho de que los kataristas son kollas van a aceptar fácilmente la alianza con ellos, o que les van a convencer a los cándidos qamiris de volverse kataristas, o de que los kataristas serán muy hábiles y les desplazarán a los qamiris sin mayor resistencia. O en último caso, se contentarán de que sean los qamiris los que controlen todo, pero que ya no sean los q haras. Siendo esto lo que a la final le importa a Untoja, preferible que los kollas sean empleados de los qamiris que de los q haras. No quiere un sistema kolla comunitario complementario sino un capitalismo moderno katarista basado en la rivalidad, donde unos pongan orquestas más grandes que el otro, por ejemplo. Para Untoja, lo comunitario es un «cuento» de los antropólogos.
Untoja cree que el capitalismo es simplemente cuestión de habilidades económicas y raciales, en la que los qamiris son los genios kollas de la economía que lograrán quitarles todo a los q haras y se superpondrán a ellos. Todo esto en la creencia de que a los qamiris les importa la cultura kolla y que desprecian a los q haras, no porque sean ricos sino porque no son kollas, es decir, por su raza. Sin embargo, no conozco que los ricos en alguna parte del mundo pongan en primer lugar su etnia para enfrentarse a las otras, todo lo contrario, lo que manda en última instancia es el capital. Como tampoco creo que a los qamiris les pueda gustar la idea de reconstruir un sistema comunitario kolla, ni nada que signifique un sistema en el cual pierdan sus privilegios y canonjías. Y peor creer, que los qamiris sean tontos útiles para entregarles el poder a los kataristas, a menos que estos quieren imponer un capitalismo ultraliberal y se planteen ser la nueva potencia mundial para «virar la tortilla» contra los blancos del mundo. Y eso, es al parecer lo que sueña Untoja.
Este planteamiento de Untoja me conecta con el de Hitler, quién también planteaba la alianza con los ricos alemanes para eliminar a los judíos ricos que se estaban apoderando de Alemania. Como asimismo para borrar del territorio alemán a los gitanos, los homosexuales, discapacitados, y de todos aquellos que no eran arios o que siendo arios eran lo peor o la vergüenza de la raza aria. Su discurso exacerbaba el etnocentrismo de los arios, a los cuales además consideraba la mejor raza del mundo. De ahí su propuesta de la hegemonía aria en Alemania y para todo el mundo. Muchos arios, sean pobres o ricos, creyeron que Hitler haría justicia para todos los arios, por el simple hecho de ser arios. Según Hitler, el problema no era el capitalismo sino la raza aria.
En todo caso, la realidad de ahora (y no la utopía que imagina Untoja), es que a los qamiris no les importa sus hermanos kollas, en el sentido de que hagan algo por terminar con su situación de pobreza, por el contrario, no tienen el empacho de ponerlos como sus sirvientes y hacerles trabajar duro para que ellos se sigan enriqueciendo. Que es lo que les interesa en última instancia y para nada la cultura e identidad kolla, al menos en su sentido precolombino sino máximo en lo poscolonial o republicano (mestizaje).
Untoja dice que los kollas están logrando la dominancia en Bolivia con la expansión de la «cultura e identidad kolla» y para ello pone de ejemplo, el gran poder, el carnaval, la morenada y los caporales. Lo cual es totalmente falso, pues todas esas expresiones son manifestaciones españolas a las cuales se les ha dado matices kollas, pero la estructura y los principios básicos son europeos. En todo caso, se podría decir que son sincréticos pero para nada kollas. Esto para decir, que ni a los qamiris ni a estos kataristas les interesa lo milenario o autóctono, que es lo kolla profundo que todavía vive y sobrevive en algunas regiones remotas de Bolivia y Perú sino, lo que les interesa es la modernidad capitalista ultraliberal. Como los cholets, que tienen cierto rostro kolla pero por dentro y sobre todo en la estructura y arquitectura son plenamente eurocentristas. Muy diferente a una comunidad moderna que conocí en Quillacollo (Cochabamba), cuyas chozas tenían la forma y materiales de tipo uro-chipaya pero incorporados algunos elementos modernos. Me decía: qué lindo sería ver a buena parte de Bolivia así y no en las cajas modernas en que viven actualmente.
En otras palabras, lo cholo y lo chola son expresiones pachamamistas de los remanentes de lo kolla, que como todo folclorismo solo se lo vive en ciertos momentos, pero en la cotidianeidad de la vida común y corriente se busca ser más occidental que los propios occidentales. Ese el neocolonialimo de nuestro tiempo, ahora también defendido y empujado por cierta gente con fenotipo kolla pero con mentalidad ultraliberal. Incluso, muchos ya no hablan idiomas originarios, y como se sabe científicamente, cuando se pierde el idioma se pierde la manera de pensar y de sentir de la cultura a la que pertenece la lengua.
Éste el pachamamismo cosificador de estos kataristas, que es el otro lado del pachamamismo marxista del MAS, quienes creen que poniendo rostros kollas a dirigir el Estado q hara ya existe un Estado plurinacional. Por cierto, hay una afinidad entre Untoja y Choquehuanca, cuando éste último quiere también solo gente indígena en el gobierno. Ni los del MAS ni estos kataristas, han entendido de que lo que se trata es de reverdecer las ontologías y epistemologías de los kollas en estos tiempos y en estas situaciones coloniales y capitalistas. No se trata de utilizar el pigmento kolla para hablar a nombre de todos los kollas, para construir un poder katarista o un poder plebeyo, como supuestos ideales de lo verdadero kolla.
Eso lo entiende el kolla profundo, por ejemplo, ellos diferencian claramente entre música folclórica (o mestiza) y música autóctona. Saben qué es lo propio y qué es lo mezclado o desvirtuado, por lo que no se dejan llevar fácilmente por los cuentos de sirena de los qamiris o de los socialistas o de estos kataristas. Por eso se mantienen en el campo y no se han dejado atrapar ni engatusar por el urbanismo devorador. Se conservan ahí, guardando y cuidando sus concepciones o maneras de ver la vida. Esto no significa que quieran volver al pasado o de no utilizar ciertas tecnologías, ciencias y epistemologías modernas, como critican algunos kataristas; es tomar las lógicas y principios milenarios para aplicarlos en el presente de las nuevas diferencias, para cuestionar y recrear su nueva vida a partir de sus propios fundamentos y no con los del opresor.
Un ejemplo -aún más claro- para comprender este fenómeno pachamamista o mestizo es el de las cholas paceñas, quienes presumen de sus vestidos cuando estos les fueron impuestos por la corona española, y si bien lo han asimilado no quiere decir que necesariamente ahora respondan a lo racionalidad kolla y que quieran un sistema kolla. Además, que ellas mismas se reconocen como mestizas, es por ello que han disminuido los originarios en la última encuesta realizada. Es más, estas cholas paceñas se sienten superiores a las indígenas de otras etnias, algunas de las cuales si guardan los vestidos ancestrales, como asimismo otros detalles y elementos. El kolla autóctono sabe que ellos son nuevos mestizos y pone límites, como por ejemplo, me decía una mujer kolla de Italaque (provincia Camacho) cuando yo miraba estupefacto la gran cantidad de basuras acumuladas en un riachuelo: «Antes nuestro pueblo era bien limpio, pero desde que se fueron a La Paz y regresan de vez en cuando lo ensucian todo. Es la gente de la ciudad que viene con esas malas costumbres: borrachos, fiesteros, sucios. Así no era nuestro pueblo».
Lo kolla está bien adentro y ese es el que hay que enarbolarlo para generar un mundo inclusivo para todos, y no una hegemonía de los qamiris o de los kataristas, que no necesariamente sería de los kollas. Lo que pasaría, en un caso hipotético como el que señala Untoja, es por ejemplo lo que sucedió en la India. Sacaron a los ingleses de su territorio y en su lugar tomó la posta la casta más rica, pero la situación de pobreza se mantuvo igual y el capitalismo sigue perviviendo, dándose el caso de que actualmente hay unos cuántos multimillonarios y de que tres hombres están entre los más ricos del mundo, en uno de los países más pobres del planeta. O lo que pasó en Sudáfrica, de que ahora una casta rica compuesta por blancos y negros, son los que gobiernan pero el capitalismo sigue sometiendo a las inmensas mayorías negras. Y eso es lo que pasaría en Bolivia con el capitalismo qamiri, de que ya no serían solo los q haras sino también unos pocos aymaras los que sigan dominando y hegemonizando a todos los kollas, q haras pobres, mestizos, kataristas, indianistas…
Y este es el asunto de fondo, es un problema de racismo y de nacionalismo, en la que estos kataristas están dispuestos a que el capitalismo neoliberal y la modernidad occidental se consolide en Bolivia, para dizque así eliminar a los q haras. Por ello, Untoja solo critica a los q haras del MAS y se olvida intencionalmente de los kollas del MAS, seguramente también pensará que son hermanos perdidos o deformados, pero que después reaccionaran cuando asimilen la filosofía kolla, que es la que manejan los kataristas de Untoja. Este el más puro racismo, desde el otro lado, cuando sueñan con reducir a los q haras en reservas como hicieron los ingleses con los indios norteamericanos.
Esta la mentalidad neo-fascista de Untoja y al parecer de ciertos kataristas e indianistas, en que su odio o venganza es hacia lo q hara como tal y no al sistema q hara o capitalista. El qamiri quiere ser rico y punto. Lo que mueve a este grupo katarista es su deseo de venganza y no de revalorizar lo kolla milenario, sino de utilizar lo kolla para insuflar el nacionalismo y el etnocentrismo, como lo han hecho otros con el discurso de lo ario o de lo judío o de lo islámico, etc. Por eso hablan de dominancia, dominación, hegemonía.
Por cierto, algo parecido a lo que plantean sus pares izquierdistas ortodoxos, y a los cuales consideran sus enemigos, pero que tienen métodos y objetivos similares. Así, hablan de instaurar la dictadura del proletariado o de dominar a la burguesía para instaurar la hegemonía del proletariado. O Linera, que ahora habla de la hegemonía «plebeya», pero que es lo mismo. Dicen estas izquierdas, que a través de esta dictadura o hegemonía impondrán el socialismo, para luego construir el comunismo. Momento en el cual ya no utilizarán métodos hegemónicos como el Estado, el partido, la democracia, y procederán a su disolución. Pero que por el momento son necesarios estos métodos hegemónicos hasta someter a los burgueses y al imperialismo, para proceder a construir la patria de todos y para todos. (Es decir, nunca).
Realmente resulta difícil entender a estos grupos hegemonistas, que dicen que quieren construir una patria des-hegemonizada, pero para lograr aquello primero hay que hegemonizar. Como ahora los del MAS que dicen que para salir del extractivismo hay que utilizar más extractivismo, lo que para ellos también significa hacer una alianza con la burguesía nacional o producir una revolución democrática burguesa andino-amazónica (Linera) para luego construir el socialismo. De ahí su fracaso y nuevamente el regreso de la derecha en Argentina y Brasil, (parcialmente en Venezuela). ¿Cuál la semejanza y diferencia entre el fascista de Untoja y el fascista de Linera? Ambos apuestan pasar por el capitalismo y la alianza con los ricos para construir sus nuevas sociedades. Y también les asemeja que ambos se han declarado kataristas, pero con la diferencia de que el uno quiere construir la hegemonía étnica y el otro una hegemonía de clase.
En este sentido, Untoja debe estar aspirando que regrese la derecha más rancia al poder, para que el capitalismo neoliberal florezca con el trabajo de los kollas y de ello se aprovechen los qamiris para enriquecerse más. Aunque, los finalmente beneficiados de todo ello serán los kataristas que así lograrán instaurar el poder kolla. ¿Alguien más se lo cree?
Mientras unos hacen luchas contrahegemónicas y no se plantean generar una otra hegemonía, sino que buscan romper con toda hegemonía para construir un mundo donde quepan todos (como dicen los indios zapatistas), o un mundo donde puedan vivir todas las formas de vida (como dicen los indios colombianos). Pero, seguramente para estos kataristas estos indios también están equivocados y no tienen capacidad estratégica para hacer alianzas y utilizar el propio medio de los q haras para terminar con ellos.
Valga asimismo anotar, que es el mismo argumento de los nacionalistas europeos y que ahora con el Brexit se acelera en todo ese continente, quienes amenazan también con «reducir» a los extranjeros y de recuperar los espacios que han ganado los foráneos para reinsertar nuevamente la hegemonía étnica en cada región de Europa. Toda la xenofobia y homofobia se ha activado en el mundo entero, y es lamentable que entre los indios también hayan algunos. Afortunadamente los xenófobos todavía son muy pocos en el planeta, y menos en Amerindia, y ojalá nunca alcancen el poder como lo lograron Hitler, Franco o Mussolini. No conozco casos similares en ninguna otra parte de América indígena con posiciones etnocentristas como la de estos kataristas, al menos en alianza con el capitalismo como ellos propenden.
Las más sangrientas hegemonías en la historia mundial son las que se han fundamentado en la xenofobia, en la supuesta idea de una raza superior o de liberar a una raza. Ese ha sido el discurso de todos los conservadores de derecha, que antaño y hogaño, parten para hacer sus postulados etnocentristas dentro de sus visiones y concepciones totalitarias.
La mayoría de lo que hoy se dice propio, es cholo y chola (mestizo). Y si hay que revalorizar lo kolla, no es para generar una hegemonía de unos cuántos, pues a la final en eso se convierte una hegemonía, sino que habrá que atizar lo kolla autóctono para construir un mundo de complementariedad y armonía, que eso es en esencia lo kolla. La descolonización es de lo mestizo (pachamamismo) en todas sus manifestaciones y expresiones, y de quienes pretenden estructurar el capitalismo y consolidar la modernidad occidental, para luego dizque desestructurarlo en lo kolla. Montar para luego desmontar, es el oxímoron más absurdo.
La terminación de lo q hara es la terminación del patriarcalismo, del capitalismo y de la modernidad, para recrear un mundo kolla respetuoso de las diversidades y de las diferencias, para construir un mundo donde las contradicciones, las disputas, las diferencias, las rivalidades, que son naturales y normales en la experiencia humana, sean aliviadas a través del método de la complementariedad, en la búsqueda de consenso, intermediación, conciliación, entre posiciones opuestas. La armonía, no es un mundo rosa o idealista o utópico o paradisiaco, como creen algunos kataristas, es el punto de encuentro entre posiciones divergentes o el taypi (equilibrio) entre posiciones antagónicas.
La visión de Untoja es una propuesta nacionalista por ende ultra conservadora, que pretende hacer una crítica al pachamamismo pero desde el lado del pachapapismo, es decir, criticar con lógicas patriarcales propias del positivismo, del ilustrismo, del objetivismo y del logocratismo q hara. De ahí, su similitud de posiciones y convergencia de visiones. Q haras, qamiris, mestizos, neonazis, leninistas, bushistas, untojistas, lineristas, las diferentes caras de la misma mente fascista.
Notas
[1] http://www.periodicopukara.com/archivos/pukara-119.pdf
[2] http://www.alianzapais.com.ec/wp-content/uploads/2015/10/CONFERENCIA-MAGISTRAL-ALVARO-GARCIA-LINERA-EN-ELAP-2015.pdf
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