«Para que la democracia florezca, el gobierno ejerza el mandato popular y el pueblo goce de sus derechos y cumpla sus obligaciones, se hace necesario, la actualización estructural de las instituciones nacionales, acorde con los tiempos que vivimos en lo político, en lo social y en lo económico. La democracia sólo puede asegurarse estable, firme y auténticamente en el pueblo en que se dan las condiciones económicas fundamentales, que permiten el desarrollo, estable y auténtico de la paz social, mediante la justicia social». Roberto Cubas Barbosa.
Históricamente existieron varias corrientes políticas-ideológicas de izquierdas, por ejemplo los denominados como “revolucionarios de café” y otras denominaciones, contemplativas, permisivas, parlamentarias, pero como fuere, incapaces para los fines políticos de emancipación social.
El caso de Paraguay y su proceso electoral severamente cuestionado ha desatado un hecho inusitado en ese país, una rebelión popular pacífica que no tan sólo abarca territorialmente sino que se expande por doquier haya migrantes paraguayos: EE.UU. España, Argentina, incluso llegan delegaciones desde el último país nombrado.
Referentes políticos, exparlamentarios y otros enrolados en la arruinada corriente social- democrática Lugista (Fernando Lugo, ex presidente) dan rienda suelta a sus ataques contra el hoy reo abogado Payo Cubas, tratándole cuanto menos de fascista, del Milei paraguayo, loco, sociópata y otras barbaridades, pero, lo extraño es, entonces, que la izquierda pusilánime, incapaz de concitar los votos del pueblo, y la derecha sospechada de promover el fraude, atacan a Payo Cubas, impiadosamente.
Si cualquier persona investigara las ocultas razones de los atacantes descubriría que el odio y rencor proviene de un sólo asunto: Payo concitó el entusiasmo y el afecto del pueblo, de los aborígenes, de los campesinos sin tierra, de los expoliados trabajadores, de la juventud, etc.
Dicen además lo profanos y distorsionadores de la realidad que Payo es un emergente, nada que ver, Payo es un luchador desde su temprana edad juvenil, motivado por su energía desbordante y sobre todo, la injusticia cometida contra su padre, el galardonado Coronel Roberto Cubas Barbosa, quien fuera confinado.
El cansancio y la ira de los pueblos expoliados.
En todas partes, donde quiera que sea, la clase política es corrupta y alejada de los intereses de los pueblos, ya lo sabemos, pero cada tanto surgen los rebeldes que entusiasman porque hablan con el código del pueblo, pueblo que arrastra cansancio y junta ira.
La política partidaria es un fabuloso negocio, al respecto ya nos hemos pronunciado así: Pudiéramos hacernos muchas preguntas, entre ellas ¿Cómo se convirtió la política es un buen negocio, en una profesión? ¿Qué quedó de aquello de que la política es la búsqueda del bien común? Quedó en algún rincón del olvido.
Sin duda estamos en los albores de un tiempo de cambio o cambio de tiempo de la civilización capitalista que en cierta época sostuvo ciertos criterios de ética que impulsaron el Estado de Bienestar, que fue demolido por el Estado neoliberal que promovió la mercantilización de las relaciones sociales y la ruina de millones.
Los políticos no pueden correrse de la mirada moral con que el pueblo los juzga y los interpela pero, aun así se ha consolidado que la política es para volverse rico y que a los giles se les debe llenar de discursos y promesas, esa imagen se ha naturalizado, ya es aceptado, pero resulta que el descreimiento o el todo vale, puede producir explosiones sociales.
Entonces, cuando surgen rebeldes, cual Espartaco, lo repetimos, la izquierda pusilánime y la derecha atacan y los gobiernos autoritarios lo reprimen con juicios penales seriamente cuestionados. Estas consideraciones bastan para afirmar que el proceso penal a Payo Cubas encubre inexorablemente un proceso político, cuyo delito político es haber concientizado al pueblo que una auténtica democracia es posible, que es posible un Paraguay desarrollado, libre, soberano y con justicia social, estos son los elementos constitutivos del terrible delito del reo Payo.
Pero también, y debemos asumir que esas reflexiones colocadas como cita en este artículo, hoy, por mandato de la lucha popular por una Patria nueva y vigorosa, esas reflexiones del Coronel Roberto Cubas Barbosa son un alegato, una proclama y un programa del renacer de la Patria liberada. Un programa porque contiene los problemas fundamentales que deben ser resueltos y por tanto, colocados como proyectos políticos a realizar.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
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