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La orden del día es conteo acta por acta, voto por voto

Fuentes: Rebelión [Foto: Primicia Honduras]

“Aceptamos el reto del Partido Nacional, contar voto por voto” (Salvador Nasralla)

“Quien gana la presidencia es Salvador Nasralla” (Manuel Zelaya Rosales)

Las elecciones en Honduras entraron en la recta final, al faltar solo el escrutinio de más de 2.770 actas que presentan inconsistencias y resolverse las impugnaciones donde hay evidencia de manipulación de actas y resultados. Estamos hablando de más de 500.000 votos que pueden inclinar la balanza a favor dl candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla. Sin embargo, hay dudas que este conteo sea transparente y  termine como el que se hizo en 2017 con el acompañamiento de la Encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Honduras, Heide B. Fultón, sumando votos marginales al contrario del candidato del Partido Nacional, pero sabiendo que no incidiría en el resultado final.

Salvador Nasralla ha venido confiando en que superará la ventaja del Partido Nacional de más de 42.000 votos, pero en su interior, por los antecedentes vigentes, hay sospechas que el conteo será una farsa ya que todo está cocinado y el Partido Nacional y su candidato Nasry Asfura ganarán las elecciones por un margen de más de 50.000 votos, tal como pronostica el “santero” electoral del partido, Jesús Mejía.

Las presiones desde Washington para que gane Asfura, el candidato de Donald Trump y Juan Orlando Hernández (JOH)), se han intensificado en contra del Salvador Nasralla, al grado que un delincuente confeso (manipulación de testigos y mentir al Congreso entre otros cargos) Roger Stone, exasesor de Donald Trump y “lobista” para el indulto de JOH, lo señale de narcotraficante, títere de Zelaya Rosales y de ser puesto por el Partido Libertad y Refundación (LIBRE).  Para Iroshka Elvir, esposa del presidenciable Salvador Nasralla, Stone es un payaso y reta a que presente pruebas que Salvador es corrupto y narcotraficante (@IroshkaElvir).

Están surgiendo las razones de por qué Donald Trump y su Gobierno han declarado un apoyo incondicional a favor de Nasry Asfura y el Partido Nacional, al grado de violar el silencio electoral y hacer públicas sus preferencias.  La primera es que el nuevo Gobierno de Honduras debe aceptar las deportaciones masivas de hondureños sin más y servir como refugio de retención de todos los migrantes que cruzan el territorio hondureño para viajar a Guatemala o México.

En el Gobierno de Trump se han deportado más de 35.000 hondureños sin retorno, y se espera que esta cifra se multiplique  por tres o cuatro a futuro, alcanzando -por lo menos- los 488.000 hondureños que tienen expediente de deportación. Se espera además que los mayores costos de la retención de migrantes en el país los asuma Honduras, aun cuando es un problema que atañe también a los EEUU (¿y el apoyo al Triángulo Norte sería retórica?).

El segundo compromiso del Gobierno de Honduras con Nasry Asfura a la cabeza, es la plena vigencia de las Zonas de Empleo y Desarrollo (ZEDES) y su expansión sin control del Gobierno. En el Gobierno de JOH, las ZEDES se autorizaron bajo la modalidad de un gobierno dentro de otro gobierno, o sea que el Gobierno de Honduras no tenía ninguna potestad de ejercer competencias de soberanía sobre el territorio, control de la población, cobro de tributos y regulaciones de las transacciones financieras, comerciales y cambiarias.

El Gobierno de Xiomara Castro  declaró su inconstitucionalidad  y la Corte Suprema de Justicia dejó si valor y efecto la legislación autorizada en el Gobierno de JOH que les daba soporte; sin embargo, hay evidencia que la ZEDE Próspera en la Isla de Roatán ha seguido operando desconociendo la resolución de la Corte Suprema. En esta ZEDE hay varios inversionistas de EEUU con lazos con el Partido Republicano y el presidente Trump. Si llega Asfura al poder, la legislación que las prohíbe será derogada y estos enclaves modernos se expandirán por todo el país.

Honduras ha recibido más de 11.000 millones de dólares en remesas en 2025, un 80% o más provienen de EEUU,  lo que se constituye en el principal soporte de la economía, para enfrentar la demanda de las importaciones y el pago de las deudas por préstamos con la banca multilateral y privada. Un impuesto de 1% tiene un impacto negativo, pero uno de 10% o más sería demoledor. Por un lado se aceleran las deportaciones de hondureños y restringe la entrada, y por el otro se grava el producto del trabajo de las personas que envían dólares a sus familias en el país.

Se suma el indulto a JOH, que cuenta con información sobre tráfico de drogas en la región e involucramiento de empresarios y políticos de la región, incluyendo -supuestamente- los denominados miembros del “Cártel de los Soles”.

El expresidente Manuel Zelaya Rosales reconoció que la presidencia de la República corresponde al Partido Liberal y su candidato Salvador Nasralla, habiendo revisado las actas de las mesas electorales en poder del partido.

“Consultando a nuestra candidata Rixi Moncada para dar esta información, según nuestro conteo de actas presidenciales, acta por acta  quien gana la presidencia es Salvador Alejandro César Nasralla Salum.  LIBRE será siempre garantía de defensa de la VERDAD y de la voluntad soberana del pueblo hondureño. NO al GOLPE Electoral, NO al Fraude”. (Manuel Zelaya R). El partido LIBRE defenderá además el triunfo del candidato a alcalde de la ciudad capital, Jorge Aldana, que siente le están robando la elección».

Finalmente, desde Washington se sigue con la creencia que el proceso electoral hondureño fue el más limpio de la historia y que por ningún motivo debe pensarse que hubo fraude electoral, siendo uno de los voceros Marco Rubio, Secretario de Estado. Ello es contrario a la exigencia del Partido Liberal y su candidato Salvador Nasralla, porque se cuenten los votos de  las  19.167 actas del proceso electoral, pero solo en la papeleta para presidente, dejando fuera a los diputados y alcaldes,  cuestionando a la empresa colombiana ASD responsable de la trasmisión de resultados por ponerse de lado del Partido Nacional, lo cual demuestra una clara manipulación de los datos y del mismo  proceso electoral.

No reconocerá a otro candidato que haya sido declarado ganador con actas adulteradas e inflamiento de votos, igual donde la empresa ASD se prestó para contaminar el sistema e incidir en los resultados. Se está a tiempo para realizar el conteo total de las actas y el CNE no debe alargar el tiempo de conteo de las actas con “inconsistencias”.

El Congreso de la República a través de su Comisión Permanente se ha pronunciado y declarado que está en marcha un fraude electoral, denunciando la injerencia de Donald Trump. En el pronunciamiento se da a entender que las representantes de los partidos tradicionales al Consejo Nacional Electoral, “al eliminar el uso del biométrico en las juntas receptoras de votos, contaminaron las actas y con ello el TREP, produciendo fraude en las elecciones al permitir que los partidos políticos puedan manipular e inflar las actas y votos. Razón por la que el proceso perdió toda credibilidad, tornándose nulo de pleno derecho y fraudulento. Esto no solo es un delito electoral, sino que también constituye una usurpación o suplantación del Congreso Nacional, ya que este poder del Estado es el único que tiene la facultad de crear, reformar e interpretar las leyes de Honduras, entre ellas la Ley Electoral” ( Comunicado Oficial de la Comisión Permanente del Congreso nacional-10-12-2025).

El conteo voto por voto, acta por acta, no solo lo necesitan los partidos políticos, sino también el pueblo hondureño, donde se han gastado miles de millones de lempiras para que la voluntad popular sea burlada. Es también una lección para aquellos que han corrompido la institucionalidad y usan los recursos del Estado y narcotráfico para imponer candidatos sin el consentimiento de los electores.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.